Alfredo Urdaci se mantiene alejado de los servicios informativos tras su salida de Televisión Española. Tras permanecer durante 6 años al frente de los 'Telediarios', afirma que es una etapa pasada que no añora. Su pasión por el teatro le animó a participar en 'El club de Flo'. Además de dar a conocer la otra cara de Urdaci, asegura que el programa de laSexta le ha dado la oportunidad de abordar otros registros.
Así, desde finales de 2006 presenta 'Locos x Madrid', un espacio de información y actualidad de la Comunidad de Madrid, en el que se tratan temas de política local, crónica social y sucesos, y en el que Urdaci está acompañado de personajes relevantes de actualidad con los que mantiene debates sobre temas de interés social.Atrás quedan las presiones que asegura haber recibido cuando era director de los servicios informativos de TVE. Presiones y persecuciones que ahora observa en otros colegas ante la pasividad de los profesionales del medio. Estos y otros muchos más temas son los que hemos tratado en la entrevista que Aldredo Urdaci ha concedido a FórmulaTV.com.
Desde finales de 2006 presentas 'Locos x Madrid' en la autonómica privada Onda 6TV. ¿Cómo describirías el espacio a aquellas personas que no lo conocen?
Madrid es una ciudad que a los que vivimos en ella nos apasiona. Madrid es una ciudad cosmopolita en donde encuentras de todo y en donde ocurre de todo. En 'Locos x Madrid' intentamos que la vida de esta gran ciudad pase por el programa, por ello tiene cabida todo tipo de contenidos. Tiene actualidad, tiene entrevistas, tiene debates y tertulias, trata temas sociales, temas políticos... en definitiva, temas de Madrid que interesan a nuestros espectadores. No son contenidos muy localistas, ya que Madrid está compuesta por gente que llega de muchos puntos de España y del mundo. Es un programa que intenta ser global desde lo local o viceversa. Pensamos que a las nueve y media de la noche para entrar en las casas de los espectadores hay que entrar con buen pie, con ironía, con sentido del humor y riéndonos de las cosas que han pasado a lo largo del día.
¿Qué es lo que te lleva a aceptar presentar este programa?
Me lo vendieron muy bien. Yo nací en Barcelona pero llevo más tiempo en Madrid que el que he pasado en Pamplona. Madrid es una ciudad que me encanta, que me apasiona. El programa en sí, me permite ensayar y trabajar con registros diferentes a los de los informativos. El del informativo es un registro muy rígido, muy limitado donde no se permiten excursiones por otras zonas de la TV que son más divertidas, creativas y frescas. 'Locos x Madrid' es un programa muy variado donde tocamos palos muy diferentes.
El programa viene registrando sus mejores resultados en estos últimos meses. Hacerse un hueco no resulta nada sencillo al tratarse de una televisión autonómica privada.
Date cuenta que estamos luchando con las grandes. Sabemos cuáles son nuestras limitaciones, somos humildes pero a su vez somos muy ambiciosos. Queremos competir con Telemadrid y con las ofertas nacionales... en ese sentido estamos muy satisfechos, ya que ha habido bastantes noches en las que hemos pasado en diferentes momentos a la autonómica madrileña.
Habéis demostrado que no siempre el grande es más fuerte...
Telemadrid es una emisora con un potencial muchísimo mayor que el nuestro, con muchos más medios técnicos, con muchos más redactores y con un mayor presupuesto a la hora de confeccionar su parrilla. Nosotros con poquitos medios hemos demostrado que se puede hacer una buena televisión. Creo que tenemos una televisión con una oferta atractiva. El éxito de las cosas reside en la creatividad y en la capacidad de intuir lo que el espectador quiere ver, sólo hay que ofrecérselo. Entre nuestro programa y el resto hay una diferencia que nos otorga un plus cualitativo importante y es que no es un programa cerrado. Todas las noches el espectador puede llamarnos y quejarse, puede contradecir a los que en ese momento estén hablando... es un espacio participativo. Creemos que hemos dado con la clave. Hay varias noches que hemos hecho unos índices que eran desconocidos hasta entonces en una TV autonómica privada.
Además de Onda 6TV, has colaborado en diferentes espacios como 'Espejo público', 'El programa de Ana Rosa', 'La noria'... ¿tienes en estos momentos algún otro proyecto sobre la mesa?
No, ahora estoy haciendo algo para la prensa, sobre todo, entrevistas y luego colaboro en radio y televisión. Esta temporada he diversificado la actividad. Aparecer en una televisión nacional sirve para que sigas siendo un "actor" del panorama de la comunicación. Hay algunos proyectos de libros pero están aparcados porque no tengo tiempo para ellos. Tengo una novela y otros libros tipo ensayos que saldrán en un futuro. Ahora mi proyecto es 'Locos x Madrid' en Onda 6TV, que es una televisión que te permite disfrutar en el más amplio sentido de la palabra. El hecho de poder competir con las grandes es una gran satisfacción.
En estos momentos, ¿qué tipo de relación te une con Televisión Española?
Con TVE no me une nada.
¿Recibiste algún tipo de presión cuando fuiste director de los servicios informativos de TVE?
Cuando uno es director de los servicios informativos de TVE, además en un momento en el que éramos líderes de audiencia (hace tiempo que se perdió esa condición), las presiones son innumerables y de todo tipo. He de reconocer que suelen ser más fuertes las presiones del mundo económico que las presiones del mundo político. Presionan tanto desde el Gobierno como desde la oposición. Quizá la presión del Gobierno suele venir más a posteriori, tras ver alguna noticia en el 'Telediario' que no les ha gustado. Las presiones son hasta cierto punto legítimas. Cada uno pelea en el ecosistema informativo para que su punto de vista sea el que triunfe sobre el de los demás. Cada uno es libre de resistir o no a las presiones. Yo siempre digo que me he ido siempre a la cama con la conciencia tranquila. Aquellos que dicen que la televisión informativa es la expresión de una sola voz y de una sola persona les invitaría a que pasarán por una redacción de informativos de una televisión, se darían cuenta que es un trabajo enormemente participativo.
En el libro "Días de ruido y furia" describes amenazas literales que dices haber recibido de ciertos sectores del Partido Socialista. ¿En qué quedó todo aquello?
El libro tuvo un enorme éxito, vendimos más de 125.000 ejemplares. Es verdad que en el fragor de la batalla política hubo quién me amenazó en varias ocasiones. Probablemente hablaba por sí mismo y no en representación de nadie, pero lo cierto es que cuando habló conmigo venía como delegado de un partido político. Por mi parte eso está olvidado, aunque en su momento fue desagradable.
El periodista de la Cadena Ser Fernando G. Delgado interpuso una denuncia...
Hubo una frase en el libro atribuída a Fernando Delgado y él reclamó que hubiera una correción. El libro no se retiró, lo único que se corrigió fue el año, en lugar del 2004 la frase fue pronunciada en el 2000.
El capítulo "CCOO" marcó tu última etapa en Televisión Española. ¿Te has arrepentido de lo que sucedió en aquel momento?
Todo es mejorable y todo es perfectible, pero... no. He tenido tiempo de repasar mi trabajo desde que empecé en esta profesión en el año 1983. Errores cometemos todos, pero hasta el punto de decir que "me arrepiento de ésto" pues la verdad es que no. No me arrepiento de nada. En los grandes momentos de mi carrera profesional, yo siempre digo que salvo pequeños detalles volvería a hacer exactamente lo mismo, harías las cosas del mismo modo.
Las críticas vinieron de todos los sectores. ¿Lo que más te molestó fue quizá que fueran dirigidas como un ataque personal y no profesional?
La crítica profesional la puedo admitir, la puedo compartir o la puedo rechazar como lo he hecho en otras ocasiones, pero el ataque personal no lo entiendo. No lo entiendo en el plano de la comunicación. Soy consciente de que hay determinados sectores políticos que han utilizado de forma recurrente el ataque personal como forma de anular el argumento del contrario, pero eso envenena mucho la vida civil y la vida colectiva. Resulta incómodo. Yo era consciente de que en un momento de gran confrontación política uno siempre acaba pagando los platos que se rompen en otras cocinas. No debemos olvidar que en aquel entonces TVE era líder de audiencia a gran distancia de sus competidores, Telecinco y Antena 3. El hecho de ser objetivo político en un determinado momento lo puedo entender, pero no que se utilice el ataque personal.
¿Sigues pensando que TVE es una casa muy sindicalizada en la que las batallas políticas externas se trasladan al interior?
Sí, sí. TVE tiene un sindicato muy antiguo, lleno de privilegios que mira solamente por sus propios intereses y por los de sus liderados. Yo, por ejemplo, no entiendo que se lleve a la práctica un plan de regulación de empleo y que los sindicatos cobren un tanto por ciento según los trabajadores que se acojan a ese plan. Eso no lo soporta ninguna empresa privada, solamente es posible en una empresa pública. Yo lo he dicho y lo repito sin ningún tipo de complejo que los sindicatos de TVE son casi los herederos de una especie de sindicalismo vertical de otras épocas que no nos gusta recordar.
¿Te molesta que una y otra vez te sigan recordando ese tema?
No, no me molesta. Está ahí, forma parte del pasado. Es una pregunta que siempre sale como el de la princesa. Yo siempre digo lo mismo, fue una lectura muy polémica, muy discutida que tenía su punto de provocación. Los sindicatos nunca han tenido mucho sentido del humor y es bueno tenerlo. No tiene más recorrido, es decir, hay gente que quiere hacer de la anécdota una categoría y eso no es así.
¿Se te pasó por la cabeza que pudiera crearse tal revuelo?
Sí, conociendo a mis clásicos como los conozco no me cabía la menor duda.
Los informativos de Televisión Española han cambiado mucho en los últimos años. Han perdido seguimiento a pesar de liderar en febrero por sexto mes consecutivo. ¿Qué te parece?
Los veo, creo que siguen haciendo un gran trabajo. Hay cosas que no comparto, por ejemplo, no me gusta ese cierto afán pedagógico por decirle a la gente cómo tiene que ser y cómo tiene que pensar. A pesar de ello, hacen un trabajo extraordinario, TVE es una máquina de hacer información que cuenta con una gran capacidad a la hora de contar grandes acontecimientos. No entiendo muy bien, con los medios y los profesionales que tiene, la audiencia que obtienen.
¿Volverías a ponerte al frente de los 'Telediarios' si te lo pidieran?
Yo soy felíz haciendo 'Locos x Madrid', de hecho, aspiro a que este programa dure mucho. El espacio está dando una gran rentabilidad en cuanto a términos de audiencia. Quiero seguir pasándomelo muy bien. En esta época estoy disfrutando más que nunca y creo que eso es fundamental a la hora de transmitir y de comunicar ideas, sentimientos, razones... Yo no quiero cambiar.
¿Te decantas ahora más bien por otro tipo de géneros?
Ahora sí, la televisión es muy amplia, muy grande, muy divertida... En su día estuve 6 años haciendo informativos. Creo que es una etapa pasada.
Sorprendiste a todos como monologuista en el programa 'El club de Flo' de laSexta. ¿Cómo llegan a convencerte para que aceptaras ese gran reto?
Fue lanzarse a una piscina con agua. Yo de joven hice mucho teatro y para mí 'El club...' suponía volver a recuperar una vieja aficción y a la vez pasarmelo bien. Si me lo volvieran a proponer volvería a aceptar, fue una de esas cosas que la vida te regala. La televisión del entretenimiento es mucho más creativa y divertida que la de los informativos. 'El club de Flo' me permitió transmitir una imágen de un Urdaci que era capaz de hacer otras cosas, de reírse de sí mismo y de abordar diferentes géneros. Eso me permitió dar el salto a 'Locos x Madrid' con una mayor facilidad. Para mí ahora los registros televisivos son muchos más amplios de los que tenía antes y eso hubiera sido imposible de demostrar sin haber pasado por laSexta.
¿Cómo te definirías?
Eso es complicado (risas). Todos somos seres muy complejos. La gente se sorprende al ver las cosas, porque tiene una idea muy limitada de cada uno. Cuando a mí me dicen "yo te conozco" porque me ven en televisión, yo siempre digo "no me conoces, sabes quién soy". Tendría que definirme en diferentes terrenos. Yo soy una persona muy normal, muy fácil de llevar, con un gran abanico de curiosidades, muy activa, una persona a la que le gusta siempre aprender... La definición pública es la que uno puede hacer en el terreno ideológico-político. Me considero liberal, conservador... normalmente es a uno al que le tienen que definir.
¿Qué opinas del papel que los obispos están tomando en los medios de comunicación?
Tienen un papel importante en la sociedad. Quién aspira a que se callen y a que se queden en su capilla simplemente demuestra un grado de tolerancia cero y un grado de admisión desde la crítica muy reducido. La Iglesia tiene que tener una presencia en la vida pública, es una referencia moral no solamente para los católicos-cristianos, sino también para mucha gente que aún no creyendo reconoce que hay un valor ético y un sustrato de legitimidad en el derecho natural que no se puede obviar, olvidar y discriminar. Creo que hacen muy bien en utilizar todos los medios que brinda una sociedad moderna para que su voz llegue a todas las personas. Creo que están en el ejercicio de su libertad de expresión y que lo que han hecho y lo que han dicho es algo que puede compartir mucha gnte creyente y no creyente. Es una voz fundamental que no puede faltar.
Has hablado en varias ocasiones del derecho a réplica, de la indefensión que sufren los periodistas de las televisiones públicas. ¿Ha cambiado algo?
No, sigue siendo igual. Yo sigo viendo persecuciones, en este momento contra los periodistas de Telemadrid que me parecen inaceptables e injustas. Me parece muy triste que el trabajo y la labor de los periodistas acabe en la pelea política y se conviertan en armas arrojadizas contra el adversario. Es una profesión que está "ocupada" por la izquierda, es decir, en este país se piensa que para ser periodista hay que ser de izquierdas y sino eres un mal periodista. En ocasiones, por parte de la prensa se ha participado en persecuciones contra los propios colegas como ocurrió con el reportaje de Telemadrid que demostraba que la T4 era un coladero de inmigrantes. La cadena pudo demostrar al diario "El País" que lo mostrado en su reportaje era una realidad cotidiana. Este tipo de persecuciones son muy habituales en la profesión y siempre van dirigidas desde una óptica de izquierdas contra personas de unas televisiones públicas.
¿Cómo ves las programaciones de las cadenas?
Están cambiando las cosas, muestra de ello es el final de 'Aquí hay tomate', el final de 'Channel nº4', el final de 'Salsa rosa' y 'Dolce vita'... Me da la sensación de que al igual que se terminó la era de las Mama-Chicho ha terminado la era del corazón y de la víscera. Hay un agotamiento de esa fórmula y estamos yendo hacia otro tipo de televisión. Creo, en general, que la programación es buena. No comparto el término de telebasura. Veo una gran hipocresía en la sociedad, se le pide a la televisión que sea una guardería de los niños cuando la responsabilidad sobre la educación es de las familias. Hay que ser crítico y hay que saber ver la televisión.
Precisamente una de las personas que más ha sido criticada por ese tipo de espacios que mencionabas, Terelu Campos, es ahora una colaboradora de tu programa en Onda 6TV.
La relación con Terelu es muy buena. Es una mujer muy trabajadora que se prepara sus intervenciones de una manera muy concienzuda. Ha sabido resistir un acoso que en su caso ha sido dirigido hacia lo personal. Probablemente han intentado que pagara ella por venganzas que se tenían contra Teresa, su madre. Ha sido injustamente tratada por ese tipo de programas. La invasión a su intimidad ha sido atroz y dirigida claramente a hacerla daño. El trabajo con ella es muy agradable. Tiene una gran capacidad de trabajar en equipo y eso en TV es fundamental.
