140 dólares por clase. Esa es la tarifa que cobra la primera Escuela de Reality Shows que recién acaba de abrir sus puertas en Nueva York, Estados Unidos. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por el que fuera actor y productor Robert Galinsky.
La nueva escuela pretende formar a futuros concursantes de este tipo de programas, de manera que les enseñe a explotar al máximo sus 15 minutos de fama. A pesar de su precio, al menos 30 personas ya han dado su nombre para recibir las primeras clases. Un negocio televisivo que ya está comenzando a expandirse fuera de la pequeña pantalla.La clase que dura aproximadamente tres horas cuenta con un instructor en la materia que se encarga de impartir 10 consejos esenciales para sobresalir en el género más nuevo y diverso de la televisión. Entre los consejos que da, el profesor de reality explica como maquillarse, vestirse, y hasta hablarle a la cámara para anticiparle lo que va a pasar.
Las productoras, en general, insisten en los cástings cada vez más masivos para seleccionar a personas "corrientes", no obstante, la gente cada vez se prepara más estas pruebas para poder entrar ya sea en una casa, en una academia o para embarcarse rumbo a una isla desierta.
Al fin y al cabo, 140 dólares no es dinero comparado con lo que finalmente pueden embolsarse los concursantes que son seleccionados para participar en algunos de los exitosos realities que en estos momentos se emiten en la televisión estadounidende.
La naturalidad fingida
Robert Galinsky vio una brecha en el mercado y decidió tirar adelante con el proyecto de esta Escuela tras ayudar al entrenador de animales Jorge Bendersky a prepararse para competir en el programa 'The Groomer Has It", del canal Animal Planet. Bendersky terminó en tercera posición y ahora les da a los estudiantes de la escuela de Galinsky sus mejores 10 consejos.
Según Galinsky, "la televisión reality no es real, todo está forzado y preparado. Se trata simplemente de un drama sin guión". "De modo que si piensas que estás viendo a personas auténticas actuando realmente, entonces estás muy errado".
Galinsky les reparte a sus alumnos "ocho mandamientos para la televisión reality" que incluyen: "Muestra confianza y no arrogancia", "di sí tan a menudo como sea posible" y "nunca digas soy actor".
Su enseñanzas ya han captado el interés de compañías de producción y emisoras de cable. Ahora pretenden crear un programa sobre su escuela de reality shows.