Programa relacionado
Tras convivir con las personas sin hogar soportando frío y penurias, Samanta Villar dejó de comer durante tres semanas –siempre bajo seguimiento médico- para explorar los cambios físicos y psíquicos que sufre su organismo. En su experiencia convivió con personas que padecen enfermedades como anorexia o bulimia. Lo hizo metiéndose
en su piel con un objetivo: comprenderles mejor sin juicios, sin prejuicios, con una mirada limpia.'21 días' se ha convertido en el mejor estreno de la historia de Cuatro. En su debut el espacio registró un excelente 16,8% de share al convencer a 2.280.000 espectadores. La semana pasada, la segunda entrega se mantuvo con un 16,1% y 2.125.000 espectadores. Cuatro nos avanza que en la próxima entrega veremos a Samantha en '21 días fumando porros'.
FórmulaTV.com te acerca las respuestas más interesantes de la entrevista que la periodista Samanta Villar ha concedido a los internautas a través de la web de Cuatro.
¿Crees que '21 días' es la mejor manera de mostrar algunos de los problemas sociales que nos rodean?
Creo que es una nueva manera de enseñar problemas sociales a la gente. Explicar desde dentro cada tema te da una nueva óptica y más información. Aparte del trabajo tradicional periodístico. Además, es una fórmula que es asequible para el espectador y me permite conseguir mi objetivo que es llegar al máximo tipo de gente para darles la información del tema y removerles en su asiento para que reflexionen.
¿Qué es lo más duro de este tipo de experiencias, por ejemplo, 21 días sin comer?
Lo más duro es ver el sufrimiento de los enfermos. Gente que tiene que luchar contra sus propios impulsos para sobrevivir, y que mucha veces no lo consigue. Gente que se levanta pensando en calorías y se acuesta pensando en qué va a comer al día siguiente. Todo esto porque tiene problemas psicológicos muy profundos.
21 días en la calle, 21 días sin comer... ¿qué será lo próximo?
Lo próximo es 21 días consumiendo cannabis, para que todo el mundo pueda ver cuáles son los efectos, en el cuerpo y en la mente. Sin comer pasas por sensaciones muy distintas: cansancio, altibajos emocionales, ansiedad, al mismo tiempo hiperactividad... Si lo he hecho es porque quería que la gente viera claramente los efectos físicos y psicológicos de la restricción de la dieta. Sobre todo pensando en las adolescentes que pueden caer en una anorexia o bulimia.
¿Te planteaste en algún momento dejar el reportaje?
En el reportaje se ve que hay un momento en el que yo vuelvo a comer. Poco, pero como. No pensé en dejarlo porque eran 21 días y sé que tiene un final, pero pensando en cualquier chica que esté haciendo esto cada día se me pone la piel de gallina.
¿No crees que este tipo de experiencias pueden resultar perjudiciales para tu salud?
Aunque no lo parezca estoy yendo con pies de plomo. El día que vea que no soy capaz de continuar pararé, no lo dudes. La seguridad es una prioridad, la mía física y psicológica. Suelo estar controlada por un equipo de médicos y psicólogos.
¿Mantienes algún tipo de secuelas tras permanecer prácticamente 21 días sin comer?
Llevo una vida normal, pero sí me quedé con mal cuerpo al pensar que sólo en 21 días había llegado a niveles de desnutrición, principio de ansiedad, principio de depresión, irritabilidad... Había cambiado yo misma sin darme cuenta. Eso me impactó mucho.
¿Sentiste en algún momento felicidad? ¿Superioridad? ¿Fuerza?
La restricción de la dieta genera efectos engañosos. La hiperactividad, al sentirte más delgada te refuerza tu autoestima... y eso es un cóctel explosivo. Por eso muchos enfermos lo describen como una adicción. El caso es que es un espejismo. En realidad es una pendiente que engaña tu mente y te lleva a la autodestrucción.
¿No crees que este tipo de reportajes puede dar una imagen equivocada e impulsar a la gente precisamente a hacer lo mismo?
Creo que a cualquiera en su sano juicio este tipo de reportajes le harán reflexionar.
¿Dejando de comer has entendido mejor el tipo de trastornos que puede llegar a acarrear?
Está demostrado científicamente que parte de la patología de un TCA la provoca justamente la restricción de la dieta. El comportamiento obsesivo, por ejemplo, la depresión, los altibajos emocionales... Así que dejar de comer sí que sirvió para mostrar una parte de la enfermedad. La otra parte es toda la patología psicológica que es lo que demostramos con el resto de personajes del reportaje.
¿Volverías a repetir alguna de las experiencias anteriores? ¿Cuántos programas más tendremos ocasión de ver?
El programa pretendemos que dure todo el año. No creo que vuelva a repetir ninguna de las experiencias porque el objetivo ya está conseguido, que es el de hacer el reportaje.
¿Cómo ha resultado el reportaje '21 días fumando porros'?
La experiencia con los porros ha sido agotadora. El reportaje creo que será muy interesante, tanto para los que fuman cannabis como para los que no.
No es demasido peligroso...
He fumado porros bajo observación médica. De hecho, hemos hecho algunos experimentos científicos para ver cómo cambia el cerebro bajo el efecto del cannabis. La experiencia será muy sorprendente...
¿Te costó mucho aceptar realizar este programa?
La vivencia personal para mí ya merece la pena. Si a eso le sumo la experiencia profesional, la oferta se tornaba muy atractiva. Lo único que me hizo pensármelo dos veces fue la repercusión que esto podría tener en mi relación de pareja. Lo hablamos y decidimos que entre los dos tiraríamos adelante.