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Una pareja de Los Ángeles (California) acaba de demandar recientemente a una de las guionistas de la serie 'CSI: Las Vegas', producida por la cadena CBS. Según denuncian la guionista ha introducido en una de las tramas de la serie a dos turbios personajes bautizados con sus nombres en venganza por un negocio que no terminó concretarse.
Los agentes de la propiedad inmobiliaria Melinda y Scott Tamkin cursaron este viernes una demanda contra la guionista y productora de la serie Sarah Goldfinger por difamación e invasión de su vida privada.De acuerdo con la demanda, uno de los episodios de 'CSI' tenía como protagonistas a una agente de la propiedad inmobiliaria llamada Melinda, que fallecía en circunstancias misteriosas, y a su esposo Scott, un corredor de hipotecas que visionaba películas pornográficas, bebía en exceso y era sospechoso de haber asesinado a su esposa.
En el guión original del citado capítulo, los personajes se apellidaban Tamkin. Por si fuera poco, según denuncia el matrimonio, la guionista buscó actores que se les parecieran físicamente. En el último momento y al parecer para eliminar cuanquier evidencia, el apellido de la pareja en la ficción fue sustituído por el de Tucker. Esta modificación es una muestra más de que Goldfinger se basó en ellos, dice la pareja.
Los Tucker fueron interpretados por los actores Dameon Clarke (Scott) y Hollie Stenson (Melinda) dentro del episodio "Deep Fried and Minty Fresh", correspondiente a la novena temporada (09.13).
La pareja exige una compensación de seis millones de dólares por daños y perjuicios, señalando que la serie ha causado daños a su empresa. Por el momento ni la guionista, ni la cadena CBS han querido realizar declaraciones al respecto.
El matrimonio Tamkin representó a los dueños de una mansión de Los Ángeles que Sarah Goldfinger quiso comprar ahora hace cuatro años, en 2005, de acuerdo con la demanda. Goldfinger no concretó la compra cuando la venta estaba a punto de cerrarse. Sin embargo, en ese momento no hubo indicio de animadversión alguna por parte de Goldfinger.
Anthony Glassman, abogado de los Tamkin, ha llegado a afirmar que clientes potenciales podrían haber sido disuadidos de hacer negocios con los agentes por culpa del episodio de 'CSI: Las Vegas'.