Serie relacionada
Mariano Peña lleva seis temporadas interpretando a Mauricio Colmenero en la exitosa 'Aída', un "gañán" dueño del Bar Reynolds que poco a poco ha logrado ganarse el cariño de la audiencia. Mauricio es un macho puro, una persona con inquietudes culturales (los toros), gastronómicas (el jamón) y antropológicas (las prostitutas). Para qué más, se pregunta. Como premio a su bonhomía, el destino le adjudicó en la lotería de la vida un hermano homosexual y una sobrina 'ligera de cascos'.
Además de Interpretación, Mariano Peña también estudió Bellas Artes. Ha doblado a diversos personajes animados, entre ellos, al maestro Mutennroi, de 'Bola de dragón'. Mariano es un veterano actor andaluz que ha desarrollado casi toda su carrera en el mundo del teatro, del cine y del doblaje, sin embargo, ha sido la serie 'Aída' la que le ha abierto las puertas de la popularidad.FórmulaTV.com se ha colado en el rodaje del último episodio de la temporada de 'Aída' para entrevistar a Mauricio Peña. El actor nos descubre los secretos del tabernero de Esperanza Sur y, sobre todo, la evolución del personaje. Esta noche Telecinco emite el penúltimo episodio de la temporada.
¿Qué pensaste cuando te propusieron interpretar a Mauricio y leíste los primeros guiones?
Me llamaron para hacer una prueba y al final fueron tres, pero logré ganarme el papel. Se trataba de un personaje característico, el típico señor huraño de barrio. Cuando me empezaron a llegar los guiones me quedé un poco perplejo de las perlitas que soltaba por su boca. Pensé que los espectadores iban a odiar a este personaje. Pero en contra de lo que pensaba, Mauricio se ha convertido en uno más. La gente empezó a pararme por la calle y a mostrarme su simpatía. Sinceramente no termino de entenderlo. Hay gente que me reconoce por la calle, me para y me dice "yo soy el verdadero Mauricio Colmenero" (risas). Hay cada uno...
Tu personaje es uno de los más crueles y, sin embargo, uno de los más queridos.
Sí, es cierto. Es cruel pero en el fondo es un perdedor. Es un hombre solitario que vive con su madre, que tiene problemas para encontrar pareja, que se paga los favores sexuales... Parece que todo eso ha atrapado a la audiencia. Hablando en plata, es un cabronazo, un fascista... pero tiene su puntillo. En el fondo es un pobre hombre.
Acabáis de finalizar el rodaje de un episodio muy especial.
Es especial porque es el último de la temporada, el capítulo nº 110. Tras este episodio cerramos el chiringuito hasta después de verano.
¿Cómo y por qué decidiste dedicarte al mundo de la interpretación?
No lo sé... se dice que los actores somos grandes tímidos. En mi caso es verdad, aunque a medida que uno crece esa timidez se va perdiendo. Sinceramente no recuerdo el porqué de mi afición. En mi pueblo no había ni cine, ni actores en mi familia. Yo flipaba viendo a los actores por la tele y más cuando me enteré que por hacer eso se les pagaba. Una vez fui a ver una representación de unos primos que estaban en un colegio interno y quedé fascinado. Les dije a mis padres que quería quedare en el colegio interno.
Toda la vida dedicado al teatro y colaborando en diferentes series y te llega el éxito con 'Aída'. ¿Cómo llevas la popularidad?
Bien, me gusta que mi trabajo repercuta para bien, que la gente opine aunque a veces lo haga en los momentos menos adecuados. Hay que contar con eso. Te metes en sus casas sin permiso, evidentemente ellos te abren la puerta al poner Telecinco. Para muchos de ellos yo soy uno más de su familia, pero no entienden que ellos para mí no (risas). Hay gente desconocida que de repente se te echa encima y te da un abrazo... y puede que regreses de un entierro. Normalmente la gente es muy cariñosa y respetuosa. Tras 'Aída', en ocasiones cuando voy a los sitios me siento vigilado y observado.
La manera de hacer ficción en Globomedia, en algunas de sus producciones, tiene mucho de teatro...
Así es y se nota mucho. Se nota a la hora de preparar una secuencia o un capítulo porque ensayas durante varios días. Evidentemente no ensayamos tanto como en el teatro. El calor del público se siente muy cercano y es una verdadera maravilla.
Dices que es ahora cuando verdaderamente te das cuenta de lo complicado y difícil de esta profesión. ¿Por qué?
Tú puedes prepararte unas oposiciones, lograr un puesto de trabajo e ir ascendiendo. Sabes que al final de mes tienes un sueldo asegurado. Y si no consigues ese puesto siempre puedes abrir tu propia consulta privada. En cualquier trabajo lo importante es entrar. En el mundo de la interpretación tras muchas pruebas puedes entrar a un proyecto para hacer algo concreto. En el mejor de los casos puedes entrar a una serie de éxito, pero si es una película pueden pasar años hasta hacer otra nueva. Los actores siempre estamos en la cuerda floja. Lo difícil en esta profesión es mantenerse. Yo de momento no puedo quejarme. Llevamos más de 4 años y ya tenemos 2 nuevas temporadas más firmadas para la próxima temporada.
¿Tenemos, por lo tanto, 'Aída' en Telecinco para rato?
Yo creo que sí. Telecinco y Globomedia están muy contentan y los actores, como no, estamos encantados con poder seguir en esta serie.
Cada año se dice que la serie acaba o que algún actor abandona el barco. ¿Cómo influyen ese tipo de informaciones en el equipo?
En el ambiente de trabajo no influye. Los actores estamos acostumbrados a salir a escena pase lo que pase. Si hacemos comedia y ocurre algo "fuerte" se hace algo más duro, pero hay que hacerlo. Rumores siempre hay, siempre se escuchan cosas, pero dejamos los problemas de lado. Evidentemente de lo que menos nos enteramos es de las conversaciones que existen entre Globomedia y Telecinco. Cuando escuchamos que algún actor se va directamente se lo preguntamos a él y salimos de dudas. No nos preocupa demasiado lo que se habla fuera de plató.
Eres uno de esos actores que además de dar la cara también pone la voz sin mostrarse, eres actor de doblaje. ¿Cómo te introduces en el mundo del doblaje?
Terminé Arte Dramático, Bellas Artes, y no quise opositar porque yo me quería ser actor. Insistí durante mucho tiempo, pero no logré trabajo. Con la aparición de las cadenas autonómicas se empezaron a abrir muchos estudios de doblaje en Sevilla. Era una profesión nueva y muchos actores nos dirigimos a ese nuevo campo. Como actor de doblaje habré estado por lo menos 12 años, de hecho, fue mi salvación durante una época. Cine, sobre todo, se dobla en Madrid y Barcelona, así que en Sevilla doblábamos muchas series de dibujos y TV movies.
¿A qué personajes has dado vida?
Al maestro Mutennroi de 'Bola de dragón', al abuelo del gato Isidoro, al señor Wilson de 'Daniel, el travieso'... Todos ellos llevan mi voz (risas).
¿Dónde crees que se encuentra el éxito de esta serie?
Es algo que me lo he preguntado muchas veces, y no lo sé. Se ha tachado a la serie de todo: que si es muy borde, que si utiliza un lenguaje muy soez... Yo pienso sinceramente que por más vueltas que le demos 'Aída' es como la vida misma. Es la vida de un barrio, la gente habla como en un barrio y actúa como en un barrio. Evidentemente todo eso hay que saber escribirlo, meter alguna que otra moraleja, saber tocar el lado sensible del espectador... 'Aída' cuenta con un humor muy descarado y muy fresco.
Hay quien critica la serie por su tipo de humor.
Les diría que se dieran una vuelta por cualquier barriada y se sentaran en un bar tipo Bar Reynolds y se pusieran a escuchar lo que se dice y ver lo que sucede. No hay más.
La verdad es que la serie en audiencia algo bajó, pero se dieron muchas circunstancias. Cambió de día -rarísimo-, cambió de horario... notamos un pequeño tambaleo. Cuando ocurren este tipo de cosas es normal que haya cambios, pero hay que esperar a que se restablezca la situación. La opinión general es que la serie sigue fuerte y sigue gustando a los espectadores. Hay una minoría que me ha dicho que echa de menos a 'Aída'. Está claro que Carmen no está y que la serie se llama 'Aída'. Pienso que había grandes pilares en la serie como para seguir adelante con el proyecto. La serie nunca ha estado apoyada en un único personaje. El trabajo en 'Aída' está muy repartido y los guiones están muy bien escritos.
Parece que no gustaron esos cambios...
Hay que tener mucho cuidado con productos bonitos como 'Aída', hay que cuidarnos. Hay que poner facilidades para que la gente los vea, hay que cuidarlos. Hay que convocar a la gente, no puedes dejar que el espectador se pierda. No me han gustado todos los cambios repentinos que ha habido, sin avisar. Pienso que se podrían hacer mejores cosas para mejorar el producto de cara al espectador.
¿Qué proyectos tienes además de 'Aída'? ¿Alguna película?
De momento no. Este año no me puedo quejar. He estado muy tentado por el teatro pero no termino de decidirme. Yo soy muy maniático, muy responsable, muy agonías... y me gusta tener mi texto aprendido, mi concentración... Ahora mismo no me planteo salir corriendo de los sitios para poder compaginar la serie y una obra de teatro. Me gusta disfrutar de lo que hago en cada momento. Si para mí se va a convertir en un sufrimiento prefiero no hacerlo. Me han ofrecido un tema que había que empezar en julio, pero me apetece cogerme unas vacaciones. Lo que í haré será un pequeño papelito en una película en septiembre. Se llama "Propios y extraños". Ofertas de teatro tengo muchas, de cine no tantas (risas).
Recientemente tuvimos ocasión de verte en 'Saturday night live'. ¿Qué tal fue esa experiencia por la competencia?
No es competencia porque la productora es Globomedia, la nuestra. El actor va donde le llaman. Vas a hacerlo lo mejor posible y a pasártelo bien. Yo no tengo rivalidad de cadena y creo que ningún actor siente eso.
