La malagueña ha querido también comentar cómo será enfrentarse a su propia hija Terelu Campos y a su amigo Jorge Javier Vázquez en 'Sálvame', a los que les desea lo mejor pero cree que tienen muchos puntos de audiencia y no le importaría quitarles alguno.
¿Cómo afrontas este nuevo reto en La 10?Puede parecer extraño, pero me hace mucha ilusión. Es difícil comprender lo que siente una periodista como yo, que ha hecho tantas cosas, cuando cuentan con ella como uno de los rostros que la cadena quiere vender en un proyecto nuevo tan del siglo XXI. Nunca me he movido por el dinero, por eso estuve hasta los 50 años en Televisión Española. Hubo un momento en que vi que tenía que cambiar, me hicieron una oferta y me fui a Telecinco.
Cuando he ido de un sitio a otro, siempre me ha movido la ilusión de volver a empezar. He vuelto a empezar en mi vida muchas veces. He sido durante 15 años líder de audiencia y afrontar esto es un premio para mí. Además, no pierdo mi tarde de '¡Qué tiempo tan feliz!', que es un éxito y me da muchas satisfacciones. Poderlo compatibilizar con algo que me supone también volver en el tiempo es algo muy grande que pocos podrán entender.
¿Vas a poder con todo, trabajando a diario en La 10 y en fin de semana en Telecinco?
La directora de este programa Carmen Borrego es la que tiene que estar preparada porque estará también con Ángel Expósito y con Curri Valenzuela. Mi hija Carmen lleva ya muchos años en el grupo y ya he trabajado con ella cuando me llamaron para el semanal de 'En boca de todos' que presentaba hasta ahora con otro formato.
Cuando me preguntaron si querría hacer este programa, le dije a mi hija que, si no lo organizaba ella, no iba. Es bastante cómodo para mí. Si tuviera que levantarme por la mañana temprano para ir a la redacción a hacer el programa, no lo habría aceptado porque eso sí hubiera sido mucho. Después de muchos años en mi vida, no tengo que madrugar. Tampoco tengo que trasnochar y podré a veces a las 8 de la tarde arreglarme e ir a un estreno, cosa que antes no podía hacer. Este programa me permite hacer cierta vida social y descansar toda la mañana. Estaré pendiente de la actualidad y me leeré los periódicos, pero será más relajado. Después de comer, estaré ya allí porque el programa empieza a las 18 horas. Está todo muy bien organizado con una de las personas que yo conozco con más capacidad de trabajo: mi hija Carmen.
¿Se trabaja bien sabiendo que es tu hija la directora?
Claro. Con Carmen llevo muchos años trabajando. Es la primera persona que a mí me quitó trabajo en Telecinco cuando hacía 3 reuniones diarias y lo llevaba todo directamente. Los directivos me decían que tenía que saber delegar, y la persona que me ayudó fue ella.
Trabajarás mano a mano con tu hija Carmen, pero competirás con Terelu.
Sí, y contra mi amigo Jorge Javier. Me alegro mucho de sus éxitos y estoy muy contenta de que Terelu esté allí haciendo las cosas como sabe. Ha tenido mucho éxito cuando lo ha sustituido, y no era una tarea fácil. Hay sitio para todos y nosotros salimos modestamente. Tienen muchos puntos de audiencia, así que intentaré quitarles alguno (risas).
Hay una diferencia de presupuesto entre este programa y otros que has hecho. ¿Se nota mucho?
Me han hecho un plató magnífico y me han dado los colaboradores que he querido tener, pero el presupuesto no es el mismo. Aún así, yo he estado en una época en la que los presupuestos de la mañana eran muy pequeños y soy especialista en programas baratos. Más adelante, empezaron a invertir más en esa franja, pero a los 7 u 8 años de estar yo en Telecinco. Se dieron cuenta de que la mañana aportaba mucho para la media del día.
Pareces relajada, pero no podemos imaginarnos a una Campos que no sea competitiva.
Una cosa es que yo sea competitiva, y otra distinta es que a mí me hayan dicho que me lo tome con calma. Me gusta mucho que, habiendo tantas televisiones, haya mucha expectación con La 10. Tengo un público muy fiel. Hace poco me escribió una seguidora y me dijo que su madre me había visto durante toda la vida y ahora estaba con alzheimer y la ponen mi programa los sábados por la tarde. Me emocionó que me dijera que está todo el rato sonriendo.
En tu nuevo programa 'En boca de todos' vas a recuperar "El corrillo". ¿Hasta qué punto crees que ha calado ese formato en la televisión en España?
Si lo contesto yo, va a parecer que me estoy dando autobombo, pero "El corrillo", los debates políticos por la mañana o la actualidad en un magacín de mañana han calado hondo. Antes, eran programas para que los vieran las mujeres. Cuando tenía que hacer algún anuncio dentro del programa, en el guión ponía que me dirigiera a las señoras y yo quitaba siempre esa palabra porque te reduces el público. ¿Y si hay 10 señores que frieguen? ¿Por qué van a sentirse discriminados? No me dirigía a nadie.
Esa ha sido una especial preocupación. He tenido una fama contradictoria porque para muchos hacía un programa de "marujas", palabra que siempre he rechazado; y para otros, era una feminista, que es lo que he sido siempre. He llegado a subirme en un taxi y que me dijera el taxista que ponía a las mujeres en contra de los hombres. Al final nos hicimos amigos.
Entras ahora en una cadena con una línea editorial muy marcada. La percepción que has dado es que eres una mujer progresista. ¿Vas a poder ser como tú eres?
Siempre he sido como soy y he tenido en la mesa pluralidad. Lo que yo piense, en el momento en el que venga "a pelo" decirlo, nadie me lo va a impedir. He estado en la COPE y he dicho lo que creía que tenía que decir. He estado en "Protagonistas" en Punto Radio y nadie me ha llamado para decirme que no les gustaba algo. Soy respetuosa con las empresas que me contratan. Salgo a hacer un programa para todos y cuando tengo que decir algo que creo que es justo, no me calla nadie. Los que me contratan saben perfectamente quien soy.
