El Gobierno marroquí vuelve a tirar por tierra el trabajo de los medios españoles en lo referente a informaciones que le afectan de forma directa. Y esta tendencia de acusar de parcialidad a nuestros medios a la hora de cubrir informaciones sobre Marruecos se ha visto agravada desde que hace unos meses estallase el conflicto en el campamento saharaui de El Aaiún.
En esta ocasión, el Gobierno de Rabat ha ido un poco más lejos a raíz de unas informaciones emitidas en TVE y ha llamado al embajador español en suelo marroquí, Alberto Navarro, para pedir explicaciones."El Gobierno marroquí ha recibido con indignación la difusión de informaciones falsas por parte de algunos medios de comunicación públicos españoles, en especial la televisión pública Canal 24 Horas, (...) con acusaciones sin fundamento", ha explicado el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Jalid Naciri en una conferencia de prensa.
Las informaciones de TVE que han destapado la indignación en Rabat se refieren a "el supuesto hecho de que Marruecos ha desplegado tropas de las Fuerzas Armadas Reales estacionadas en nuestras provincias del sur (nombre empleado para designar al Sáhara Occidental) en Casablanca y Rabat en previsión de supuestas manifestaciones", según ha explicado Naciri.
El portavoz gubernamental ha tildado de "noticias falsas" estas informaciones y ha atacado el comportamiento "poco profesional" de los medios de comunicación de España de los que en otra ocasión ya los descalificó asociándoles con la manipulación y la falsificación.
"Pensamos que los medios de comunicación habían aprendido las lecciones necesarias, sobre todo porque el Parlamento marroquí instó al Gobierno de Marruecos a llevar a cabo una revisión de las relaciones bilaterales", declaró Naciri en forma de amenaza velada.
TVE, por su parte, desmintió estas acusaciones en el 'Telediario 1' de ayer. El Gobierno español ha mantenido conversaciones con el Gobierno marroquí. Los ministros marroquíes de Asuntos Exteriores, Taib Fassi-Fihri, y del Interior, Taib Cherkaui, mantuvieron sendas conversaciones con sus homólogos españoles, Trinidad Jiménez y Alfredo Pérez Rubalcaba, para transmitirles su malestar. De momento, no hay respuesta oficial española.
