La 2 estrena '¡Convive!', el primer programa que busca el equilibrio y la conciliación en el ámbito doméstico. Se trata de un formato de aprendizaje o entrenamiento (coach) dirigido a parejas que aprenderán a realizar un reparto justo de las tareas del hogar. Se emitirá a partir del día 11 cada domingo a las 20:00 horas
'¡Convive!' es un programa de aprendizaje o entrenamiento sobre conciliación en el hogar. Su objetivo es buscar equilibrio en el reparto de las tareas domésticas, sin discriminar ni al hombre ni a la mujer, sino con la implicación y complicidad de ambos. En definitiva, '¡Convive!' planificará el reparto de tareas a través de la negociación, buscando el equilibrio y la estabilidad en las relaciones.Los responsables del programa son David Suriol y Miguel Janer. David es el profesor que visita a las parejas, analiza la situación en el reparto de tareas y propone fórmulas, pruebas y soluciones. Miguel emplea una pizarra para analizar y sentenciar los resultados.
Negociación y equilibrio
Cada semana, los profesores se encontrarán una pareja con una determinada situación, pero todas tienen una característica común: la poca participación del hombre en las tareas del hogar. La incorporación de la mujer al mercado laboral ha supuesto un cambio social que a menudo no se traslada al ámbito doméstico. En un 95 % de los casos es la mujer la que asume la doble tarea de atender el trabajo y la casa.
Con este punto de partida y un tono desenfadado, ameno y divulgativo, los profesores intentarán que "el que menos hace" participe en sesiones intensivas de trabajos domésticos. Aprenderán a valorar lo que no hacen y serán más justos y objetivos en la negociación para repartirse las tareas.
'¡Convive!' busca la imagen de un hombre con inquietudes laborales y domésticas, que aprende que la casa también es un trabajo y no es sencillo de hacer. La mujer, por su parte, tendrá que asumir en algunos casos que al que "no sabe" hay que enseñarle, y hacerlo con una actitud positiva y constructiva.
Cada semana se defenderán valores como la igualdad, el respeto, la flexibilidad, la capacidad de negociación o la corresponsabilidad. No se trata de cambiar los roles masculinos por los femeninos, sino de ponerse en la piel del otro para negociar de igual a igual.