Naomi Grossman, la actriz que se transforma en Pepper en 'American Horror Story'

El psiquiátrico más terrorífico de la televisión cuenta con un paciente que ha calado entre la audiencia. Se trata de Pepper, personaje de 'American Horror Story: Asylum' que está interpretado por la actriz Naomi Grossman. Su participación no es protagonista, pero ya ha podido ser visto en varios episodios. Su particular aspecto ha llamado la atención de los espectadores y, aunque en este caso se trata de los milagros de la caracterización, el personaje está tomado de la realidad.

El cambio de imagen que sufre la actriz es radical, teniendo que someterse a cerca de tres horas de maquillaje e incluso llegando a raparse realmente el pelo. La propia actriz ha explicado a Entertainment Weekly el proceso que vivió desde que se presentó al casting de la serie hasta que comenzó el rodaje.

Uno de los detalles que más le llamaron la atención, según ella misma afirma, fue que en un principio pensaba que querían que hiciese un sketch humorístico, pero entonces descubrió que era un personaje que se inspiraba en personas de carne y hueso que habían existido realmente, por lo que olvidó su vena cómica y afrontó el personaje "de forma correcta, sin caer en la burla ni en las imitaciones".

Historia detrás del personaje

La vestimenta, el particular peinado y la forma de hablar de Pepper no dejan lugar a dudas, el personaje está basado en Schlitzie, un hombre nacido a finales del siglo XIX o principios del XX y que fue expuesto en circos y ferias como atracción grotesca.

Como suele ocurrir en estos casos, la historia que se esconde detrás de los personajes es mucho más compleja de lo que se puede imaginar. No existen datos fiables sobre el origen de Schlitzie, se dice que nació en Nueva York o en Yucatán (México), pero ninguna de las dos opciones está confirmada. Lo que si se sabe es que sufría un trastorno neurológico llamado microcefalia, que implica que la circunferencia de la cabeza es más pequeña de lo habitual, impidiendo el correcto desarrollo del cerebro.

Debido a este trastorno Schlitzie tenía problemas de visión, medía 122 centímetros y discapacidades cognitivas severas. Teóricamente, sus propios padres fueron los que dejaron a su hijo en manos del circo, donde fue exhibido bajo nombres como "La mujer mono" o "El último de los aztecas". Durante años recorrió el país de feria en feria.

Pese a ser un hombre, su vestimenta habitual era de mujer, con lazos en el pelo, y solía vestir con ropa colegial. Teóricamente esta elección de vestuario era para facilitar su limpieza, puesto que sufría de incontinencia, aunque en muchas fotos se puede comprobar que debajo de los vestidos llevaba pantalones.

Schlitzie es recordado por interpretarse a sí mismo en "La parada de los monstruos", película de 1932 en la que participaron muchos de sus compañeros del circo, como "Las hermanas siamesas", "La mujer barbuda", "La mujer pájaro", "El esqueleto humano" o "Medio hombre - medio mujer".

Tras lograr un gran éxito con esta película siguió trabajando en ferias y participando en películas. Finalmente, en 1971 murió de neumonía. En su partida de defunción apareció su nombre artístico, ya que nadie conocía su verdadera identidad.