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Cuando se cumple justo una semana de su participación en el Festival de Eurovisión 2013, Raquel del Rosario ha concedido su primera entrevista a un medio de comunicación tras su regreso a España. La vocalista de El Sueño de Morfeo asegura que "no tengo ningún problema con los periodistas, al revés". "En Suecia atendí a todos los medios porque lo considero una parte esencial de mi trabajo. Pero si salgo del portal de mi casa o si llego a un aeropuerto y sin preguntarme ya me están grabando, lo considero un atraco", afirma. "Para mí hay una gran diferencia entre un periodista y un paparazzi. [...] Siempre voy a defender mi intimidad", añade en declaraciones, paradógicamente, a La Otra Crónica, el suplemento de corazón de El Mundo.
En él, tampoco tiene reparos a hablar de su intimidad: "Estoy muy enamorada", declara asegurando que su novio "es un regalo del cielo". "Es una persona muy especial, maravillosa", se sincera.Sobre su actuación en Eurovisión, reconoce que "sabía que no era un concierto como otro cualquiera. A través de la televisión nos estaban viendo millones de personas. Sólo tenía tres minutos para defender mi canción. Reconozco que no es a lo que estoy acostumbrada".
"Me tembló la voz pero no desafiné"
Del Rosario asevera que durante el Festival "La presión es tremenda", aunque un balance positivo de su actuación: "Cuando una persona se emociona y le tiembla la voz, no es que sea ni mejor ni peor artista, simplemente es un ser humano. Estaba viviendo un momento de mucha emoción y mi cuerpo reaccionó".
"Las supersticiones no son más que miedos y eso me parece estúpido"
"Me tembló [la voz]", reconoce, pero no desafinó: "Me hace muchísima gracia cuando legó 'desafinó', 'hizo gallos'... De repente todo el mundo es crítico musical y sabe opinar. Sinceramente, sólo percibí que me tembló la voz. Nada de tono arriba o abajo".
La vocalista de El Sueño de Morfeo opina que "hay muy poco interés en nuestro país por Eurovisión, eso se nota". Ganar sería posible según Raquel pero "se tendrían que plantear las cosas de otra manera para quedar en los primeros puestos".
"Sigo siendo la misma, nada ha cambiado"
Raquel no teme que el Festival perjudique su carrera musical ni la de su grupo: "Somos un grupo con 10 años de trayectoria , con cinco discos en el mercado. La gente que ha comprado nuestros discos durante todo este tiempo no va a dejar de hacerlo por haber quedado penúltimos en un festival. A través de las redes ha habido una oleada de cariño muy grande".
"En nuestro país nos gusta lanzar cuchillos cuando las cosas van mal", asegura, "pero yo me niego a quedarme con lo malo". Para ella, hay gente que ha sido muy dura con su participación: "Entiendo que haya personas a las que El Sueño de Morfeo no les guste. Pero de ahí a utilizar la palabra como un arma hay una distancia".
Por último, concluye que "esta experiencia no nos ha robado la sonrisa ni tampoco nos hemos escondido en casa. Yo he salido, he ido de compras por el centro y la gente se ha acercado a felicitarme. Claro, los que te critican no se atreven a decírtelo en la calle. No he hecho nada malo... No he matado a nadie, no he robado un banco y no tengo que esconderme. He dado lo mejor de mí y no creo que una posición en un festival te haga mejor o peor artista".