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'Matar al padre', en imágenes 16 fotos
Más vale tarde que nunca. Movistar+ estrena este viernes 25 de mayo 'Matar al padre', su primera serie dirigida por una mujer. Mar Coll ha sido la elegida para esta empresa, una ficción dividida en cuatro episodios, cada uno ambientado en un año distinto: de la burbuja inmobiliaria de 1996, a 2004, 2008 y el auge de la crisis económica en 2012. La directora se estrena en televisión con un relato que prosigue el universo familiar que ya exploró en las cintas "Tres días con la familia", por la que ganó un Goya, y "Todos queremos lo mejor para ella". Elige, además, su Barcelona natal como marco de la historia, convirtiéndose en la serie de la plataforma más próxima a la tan aclamada ficción catalana.
En 'Matar al padre' Gonzalo de Castro da vida a Jacobo Vidal, un cabeza de familia controlador, maniático, quisquilloso y obsesionado con ordenar las vidas de su mujer e hijos. Un cabeza de familia en el sentido más carca de la expresión -si es que tiene algún otro sentido-, de los que todo condenan porque todo está mal, a pesar de ser ellos los que todo lo rigen. El actor cumple a la perfección con su rol, casi traído de otra época, llevando al extremo el carácter del Doctor Mateo en el que ya le vimos desenvolverse con solvencia.En 'Matar al padre' Gonzalo de Castro da vida a un padre de familia excesivamente controlador
Lo hace tan bien que, quizás, el mayor reto de la ficción es llegar a enganchar al espectador a pesar del profundo desprecio que a buen seguro sentirá por el personaje principal, cuya paranoia llega a entrar en el terreno del maltrato. Empatizar con Jacobo es difícil, aunque no imposible. Todos tenemos un Jacobo Vidal dentro, porque todos conocemos un sentimiento tan universal como el miedo -sobre todo, a medida que nos hacemos mayores- y es el miedo lo que en el fondo condiciona las decisiones de Jacobo.
Todos tenemos un Jacobo Vidal dentro, porque todos conocemos un sentimiento tan universal como el miedo
'Matar al padre' habla de elevar a la máxima potencia el pensamiento de que el mundo es un lugar hostil repleto de peligros. La lucha para encontrar el equilibrio entre la precaución y la normalidad cotidiana. Jacobo es la versión extremada de un padre dispuesto a pagar todos los taxis del mundo con tal de que no vuelvas solo por la noche, o de tu madre pidiéndote que vigiles que no te echen nada en la copa.
Y lo peor: Jacobo es ese padre que de vez en cuando te reprocha un "te lo dije" cuando, por (des)gracia del destino, acierta a llevar a razón en uno de sus fatales pronósticos, mientras tienes que aguantar el chaparrón sin opción alguna de devolverle el golpe.
Una serie de 'autora'
La nueva serie de Movistar+ es, posiblemente, la serie más de autor de su catálogo original. Mar Coll presenta un reducido universo de personajes para explorar sus vicisitudes, en el cual son dos los que cobran la verdadera importancia. La relación entre Jacobo y su hijo Tomás (Marcel Borràs) es el motor principal de la historia en los dieciséis años que abarca.
Mar Coll, directora de 'Matar al padre', en el rodaje de la serie
Al contrario de lo que le gustaría a Jacobo, Tomás es un hombre alejado de los cánones conservadores masculinos, un chico débil con altibajos emocionales. Y esto precisamente es lo que dispara los instintos más controladores de su padre, incapaz de entender que su hijo prefiera escribir poesía o ser cooperante antes que estudiar una carrera "de las que Dios manda", como economía o arquitectura, para tomar las riendas del patrimonio y devenir familiar.
Mientras tanto, Isabel (Paulina García) aguanta estoicamente los embistes de su marido y Valeria (Greta Fernández) se convierte en la mayor cómplice del espectador, el personaje que hace lo que a todos nos gustaría hacer con Jacobo. La pequeña es la que más para los pies a su padre, y al final emprende su propia guerra alejándose de él, evitando que pueda controlar su vida -y, de paso, ganando en su propia salud-.
Tomás (Marcel Borràs), el hijo inestable que dispara el afán controlador de Jacobo (Gonzalo de Castro)
Mejor dicho, 'Matar al padre' es una serie de autora. La catalana aborda la relación padre-hijo desde un prisma femenino en el que el orden patriarcal es ridiculizado a través de las decisiones del "cabeza" de familia, condicionadas por las patéticas normas del "honor" y la "decencia". Todo se trata desde la dramedia, echando mano de ese humor negro que tanto nos caracteriza y que hace tragable el absurdo que acostumbra a presentarnos la vida.
'Matar al padre' es reírse del patriarcardo basado en el orgullo y las imposiciones
'Matar al padre' es reírse del anticuado "cuando seas padre comerás huevos". Del "mientras vivas bajo mi techo harás lo que yo te diga". De ese padre autoritario incontestable cuya ausencia de razonamiento queremos pensar que está desapareciendo; no solo en los hogares, sino también en nuestra sociedad. Reírse del patriarcardo basado en el orgullo y las imposiciones. En definitiva, 'Matar al padre' es un vive y deja vivir, una reivindicación para que cada uno tome las riendas de su propia vida. Aunque hay que reconocer que el miedo siempre estará ahí, acechando a medida que envejecemos. Porque el mundo es un lugar hostil y, al final, llevaba razón Jacobo. "Te lo dije".