El 9 de diciembre de 1957 nacía José Luis Gil, uno de los actores más carismáticos del panorama nacional. Aunque se ha convertido en uno de los rostros habituales de la pequeña pantalla, también ha desarrollado una amplia trayectoria en el teatro y en el cine. En este último ha demostrado su faceta como actor de doblaje, ya que ha puesto voz a Buzz Lightyear en "Toy Story", a Marlin en "Buscando a Nemo" y a actores de la talla de Hugh Grant, Patrick Swayze, Woody Harrelson o Tim Allen, entre otros. No obstante, la fama le llegó gracias al personaje de Juan Cuesta en 'Aquí no hay quien viva', uno de los papeles más recordados del intérprete.
En la actualidad forma parte del elenco de 'La que se avecina', donde interpreta a Enrique Pastor. Cuando conocimos a Enrique era un hombre de familia, dedicado a su labor como concejal en el ayuntamiento, pero poco a poco su vida fue cambiando con su llegada a Mirador de Montepinar, la separación de Araceli y la marcha de su hijo Fran. A partir de todos estos cambios inició una relación con Judith, tuvo un hijo con ella y su carrera política dio un giro radical. Desde FormulaTV queremos rendir homenaje al actor y a su personaje recordando algunos de los mejores momentos de Enrique Pastor en 'La que se avecina'.
1 "Enrique Pastor, concejal de Juventud y Tiempo libre"
Enrique Pastor hablando con su equipo de gobierno en 'La que se avecina'
Hablar de su profesión siempre le ha llenado de orgullo y satisfacción, razón por la cual durante mucho tiempo se presentaba como "Enrique Pastor, concejal de juventud y tiempo libre". Así pues, mientras ocupó ese puesto en el ayuntamiento, no dudaba un segundo en iniciar sus conversaciones con dichas palabras, una forma de proceder similar a la que realizaba cuando el actor encarnaba a Juan Cuesta, presidente de la comunidad. Sin embargo, Enrique se vio obligado por su partido a cambiar de rango y ejercer de alcalde, pero se percató de que estaba siendo utilizado y manipulado por su equipo de gobierno, motivo por el que decidió dar un golpe en la mesa, destapar todas las corruptelas y encargarse de formar su propio partido político.
2 "Cuchufleta"
Enrique intentando recuperar a su "cuchufleta" en 'La que se avecina'
Cuando Enrique fue abandonado por Araceli rápidamente vio en Judith a la persona que podría hacerle olvidar su fallido matrimonio y permitirle creer de nuevo en el amor. Él se enamoró perdidamente de ella, pero Judith tardó en asumir que también sentía algo por su vecino, sobre todo por la diferencia de edad entre ambos. Por su parte, a Enrique no le importaba lo más mínimo ser mayor que su chica y le demostraba su amor en todo momento, presumiendo de pareja. Una de las formas cariñosas que tenía a la hora de dirigirse a ella era con el apodo de "Cuchufleta", una expresión un tanto infantiloide y que el resto de los vecinos repetían para reírse de ellos, pero que denotaba el aprecio y el amor que Enrique sentía por Judith.
3 "Quiero que conste en acta mi desacuerdo con la gestión de este gobierno y este sistema electoral de república cocotera"
Enrique en una junta de vecinos en 'La que se avecina'
Ser presidente de la comunidad de Mirador de Montepinar nunca ha sido una tarea sencilla, solo hace falta preguntarle a Javi o ver cómo sufrió en la primera temporada durante su mandato. Al inicio de la segunda temporada alegó una falsa depresión, con justificante médico incluido, para poder librarse del cargo y que los vecinos eligieran a otro presidente, una táctica que surgió efecto. Sin esperar mucho tiempo, organizaron una junta de urgencia en la que nadie se quería presentar a tal menester, a excepción de Leo, al que nadie quiso votar. Así pues, realizar un sorteo era la opción más democrática, hasta que hicieron y deshicieron como quisieron, manipulando la elección, lo que provocó un gran enfado por parte de Enrique, que se marchó indignado e impugnando la junta y ese "sistema electoral de república bananera".
4 "¡Que no me chupes la boquilla!"
Enrique preparado para salir a correr en 'La que se avecina'
5 "Bienvenida a mi humilde morada, soy Gargamel, príncipe de los Cárpatos"
Enrique vestido de gótico en 'La que se avecina'
6 "La zampabollos esa no es tu madre, la pintas de verde y es la madre de Shrek"
Enrique entre Araceli y su suegra en 'La que se avecina'
7 "Es lo que tienen los secuestros, que se come mal"
Enrique tras ser secuestrado en 'La que se avecina'
En la tercera temporada de 'La que se avecina', Enrique fue nombrado vicepresidente por Antonio Recio, por lo que no tuvo más remedio que ayudarle en más de una tropelía. En ese momento, el tema en boca de todos era el paradero desconocido del moroso, vecino al que nadie había visto y que debía una suma importante de dinero. En el último episodio de esa temporada Enrique encontraba tres millones de euros, cantidad que entregó a la policía como buen ciudadano honrado. Lo que Enrique no sabía es que su acción iba tener graves consecuencias, siendo secuestrado por el mismísimo moroso, que le tuvo viviendo en un zulo durante meses. Al final la policía logró liberarle y regresó a Mirador de Montepinar, donde no fue muy bien recibido e incluso tuvo que aguantar que le dijesen que estaba más delgado y estropeado.
8 "Aquí hay tema... pero vamos"
Alba, Enrique y Coque en 'La que se avecina'
En el momento en el que Enrique Pastor pisó Mirador de Montepinar su vida cambió por completo. Junto a su mujer, su hijo y su suegra formaban una familia de manual, aunque con los típicos roces de la convivencia y los problemas normales de cualquier familia. Todo eso acabó cuando ese núcleo se disolvió y Enrique se quedó solo. La compañía y el apoyo más fuerte fue el de Antonio Recio, aunque su amistad siempre ha estado repleta de tiras y afloja por la diferente forma que tienen de ver la vida y los malentendidos. Sin embargo, Enrique se ha dejado llevar en alguna ocasión por la manera de pensar de Antonio, creyendo que tenía posibilidades con muchas mujeres y diciendo la frase aquella de "aquí hay tema... pero vamos", con un claro tono de ilusión y esperanza mezclado con cierta morbosidad.
9 "¡Cuidado! Salón a doble altura"
Enrique advierte a Araceli del escalón en 'La que se avecina'
Vivir en un bajo con jardín es el sueño de muchos y Enrique y su familia lo consiguieron cuando se mudaron a Mirador de Montepinar. Pero lo que parecía un edificio con todas las comodidades del mundo se terminó convirtiendo en una pesadilla para Enrique. Si bien no todas las zonas comunes estaban habilitadas para su uso y disfrute, como es el caso de la piscina, lo peor para él es tener que soportar que los vecinos siempre aterricen encima de su pérgola. Pero quizá, lo de lo que más cansado esté Enrique es de avisar a todos los invitados que acuden a su morada de que se trata de un piso con salón a doble altura, puesto que todo aquel que entra por primera vez siempre tropieza al no darse cuenta de ese molesto e incómodo escalón en medio del salón.
10 "La estoy castigando con mi látigo de la indiferencia"
José Luis Gil como Enrique Pastor en 'La que se avecina'
La relación entre Judith y Enrique llegó a un punto en el que ella quiso alejarse de él y se marchó a Estados Unidos sin decirle nada, incluso ocultándole que había tenido un hijo suyo. Enrique luchó por conocer su paradero y recuperarla, pero también intentó demostrar su orgullo pasando de ella y castigándola con su "látigo de la indiferencia". Lo mejor de todo fue cuando Antonio se pensó que ese látigo existía de verdad y que su amigo lo utilizaba para prácticas sexuales, por lo que no dudó ni un segundo en pedírselo prestado, sin caer en la cuenta de que Enrique estaba usando el término de forma metafórica para alardear de que era capaz de demostrar su orgullo y no arrastrarse por Judith, aunque hasta que consiguió pasar página, ir detrás de ella era su afición favorita.
11 "¡Dimito como vicepresidente!"
Antonio y Enrique en 'La que se avecina'
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Después de intentar ocupar la presidencia de Mirador de Montepinar en la tercera temporada, Enrique tuvo que conformarse con ser nombrado vicepresidente por Antonio Recio. Su vecino realizó esta táctica para quitárselo de en medio y evitar así que estuviera en la oposición. Así pues, consiguió llevarse a Enrique a su terreno, utilizándole en calidad de vicepresidente para que le ayudara en cada una de sus jugadas. En un principio Enrique parecía contento de poder formar parte de la presidencia de la comunidad, hasta que descubrió que eso solo le traía problemas y le hacía estar envuelto en decenas de ilegalidades. De hecho, la trama con el vecino moroso fue la que más complicaciones y quebraderos de cabeza aportó, tanto que Enrique llegó a ser secuestrado por meterse donde no le llaman.