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Después de cuatro temporadas y casi 200 reportajes en el territorio nacional, los 'Callejeros' se hacen 'Viajeros'. Cuatro ha apostado por reforzar una propuesta que nació en 2005 con el propósito de acercar al espectador la realidad más inmediata, sin intermediarios, sin edulcorantes. Ahora, Cuatro y la productora Molinos de Papel dan un paso más allá con Callejeros Viajeros, una visión completa y sorprendente de las ciudades, un retrato de la vida que late en su interior en el que podremos conocer a personajes entrañables, descarados, solidarios, aventureros o supervivientes, todos ellos repartidos por los cinco continentes.
Nacho Medina, Sonia López, Jalis de la Serna, Alejandra Andrade, David Moreno y Beatriz Díaz sellan su pasaporte para viajar por todo el mundo y conocer el África negra, los contrastes del gigante asiático, la vieja y nueva Europa con sus constantes transformaciones, y por supuesto, para hacer las Américas, desde Alaska hasta la Patagonia, con el estilo "callejeros": desde cerca, con un bocado de realismo capaz de llevar hasta el salón de la casa de cualquier español el lugar más recóndito del planeta. Junto a ellos, un nuevo equipo de reporteros entre los que se encuentran Victor Cerdán, Marisa Fernández y Noemí Redondo que aportarán la cercana mirada de un programa con sello propio.
El espíritu callejero salta fronteras y muestra las diferentes caras de un mismo destino con su particular manera de acercarse y retratar la realidad y sus protagonistas, desde el lujo de las mansiones más sofisticadas a barrios en los que muchos turistas, y también locales, no se atreven a entrar; de los monumentos imprescindibles en cualquier visita vacacional a rincones que sólo de la mano de los autóctonos, podrían conocerse. 'Callejeros Viajeros' también cede su espacio a las tendencias más cosmopolitas mezcladas con las culturas más ancestrales, las diferentes músicas de la calle, capaces de levantar a un pueblo dormido, la vida a flor de piel, las zonas gays, las urbanizaciones más exclusivas, las comerciantes del sexo a pie de calle... Los vecindarios más originales, donde en medio de un slum de chabolas se puede escuchar la voz de un asturiano; las zonas de moda del momento, en las que pedir una copa puede costar la mitad del salario medio de un español, y encontrar un piso barato por 2.000 euros es motivo de fiesta... Todo eso, entre otros bocados de realidad, da cuerpo a los 'Callejeros Viajeros'.
Historias en los cinco continentes
La mirada propia de Callejeros pasará por los cinco continentes. Los 'Callejeros Viajeros' mostrarán los contrastes del gigante asiático, un inmenso territorio en el que el lujo convive con la pobreza, donde la basura es considerada un tesoro y donde la prostitución es casi un reclamo turístico. En un suburbio de una metrópoli asiática, los 'Callejeros Viajeros' conocerán a un nativo que chapurrea español y que mostrará lo más siniestro de la ciudad -las peleas de gallo a "muerte y con cuchilla"- y lo más lucrativo: los mercadillos de imitaciones de marcas de lujo.
África será otra de las paradas de 'Callejeros Viajeros'. En uno de de los continentes más bellos del planeta hay un crisol de contrastes y culturas. Allí, en uno de los barrios más peligrosos del mundo, un hombre de color fuma crack rodeado de un panorama desalentador. Nunca saldrá de ese gueto y quizás muera sin conocer más allá de dos calles. Mientras, los pocos ricos de la zona, pasean el cielo de la ciudad pilotando su avioneta privada para divisar a vista de pájaro impresionantes mansiones, la zona musulmana o las lujosas clínicas de cirugía estética a las que viajan cientos de turistas de todo el mundo para convertir en silicona sus sueños más preciados a precio de ganga. En la playa gay por excelencia se esconden casas valoradas en más de 2.000.000 de euros. Los dueños son un tal Michael Jackson, una tal Madonna o una cantante llamada Beyoncé.
Los Viajeros recorrerán también el vasto continente americano, de La Patagonia a las ciudades más insólitas de los Estados Unidos, lugares capaces de albergar los hoteles más grandes del mundo y réplicas de los monumentos más emblemáticos, junto a un enorme tráfico de turistas que deja, en forma de propinas, pequeñas fortunas a los que les prestan servicio o les hacen pasar un buen rato. Al visitante le faltan horas para apurar el cóctel de sexo, drogas y rock`n`roll y para conocer la naturaleza excepcional que le rodea. Todo es posible en las tierras de América.
Primer destino: Bombay
Los Viajeros de Cuatro hacen su primera escala en Bombay. 200 millones de personas, 100 canales de televisión, doscientos mil moto rickshaws,-transporte público más habitual, una especie de moto con sidecar-, medio millón de coches, 55.000 taxis, dos lenguas y el recuerdo en la retina de millones de personas que han visto la oscarizada película Slumdog Millionaire, en la que un muchacho chabolista consigue hacerse rico en un concurso de televisión. Es Bombay, capital de la India, del color y del sabor de un país que no deja indiferente a nadie, donde legiones de personas lavan en público la ropa sucia de toda la ciudad, a golpe de mano y de ilusión. La urbe donde está Bollywood, ese enorme plató de cine donde se fabrican los sueños por un puñado de rupias, y el lugar donde la pobreza siempre tiene una sonrisa a mano como recurso.
Bombay, -Mumbay para sus habitantes-, ciudad retratada por los reporteros Beatriz Díaz y Carlos Bermejo, es la capital financiera de la India y presume de acoger en una sola urbe los extremos más opuestos. Allí viven tres de los diez hombres más ricos del mundo. De hecho, el metro cuadrado de oficina en la zona de negocios de Bombay es mas caro que en el mismísimo Nueva York. "La encimera del cuarto de baño es de lapislázuli", cuenta con naturalidad Harish, un indio que tiene fotos de sus encuentros con el presidente Zapatero y con el Rey Don Juan Carlos. "A su majestad le gusta mucho el picante. Siempre me pide que le lleve un bote a España", confiesa socarrón este hombre, que se está construyendo un lujoso piso en una de las torres más altas de Bombay. Desde su redondo jacuzzi puede ver toda la ciudad mientras se da un baño de espuma.
Pero 60 de cada 100 habitantes viven en chabolas. En Dharavi, el barrio chabolista más grande del mundo, se rodó buena parte de la película Slumdog Millionaire. Un millón de personas vive con un euro y medio al día en apenas dos kilómetros cuadrados, y tocan a un baño cada 1.440. Uno de sus vecinos se llama Jesús, es asturiano, y cambio la cómoda cama del hotel por el duro suelo del slum. "Lo que más me impresiona es la capacidad que tiene esta gente de gestionar la pobreza. Son capaces de recoger componentes de ordenador de la basura y arreglarlo durante días para tener conexión informática", cuenta Jesús mientras muestra un maltrecho teléfono móvil en torno al cual la gente se junta para ver películas en la minúscula y deteriorada pantalla.
A Pepe, del barrio sevillano del Porvenir, y que trabaja de becario en una empresa que ayuda a compañeras extranjeras a instalarse en la India, se le saltan las lagrimas cuando se acuerda de las tortillas de patatas de Agustina, la mujer que trabaja en su casa de Sevilla. Con ella y con su madre habla por Skype, el novedoso sistema de comunicación telefónica a través del ordenador. "Ahora ando un poco suelto del vientre, mamá. Recuerda que me compré un salchichón en la tienda de comestibles de abajo". "Arroz blanco hijo, arroz blanco", contesta a modo de letanía la mujer. Como Irene y Maria, empieza a acostumbrarse al ruido, el tráfico, a comer con las manos y al picante.
