Ya lleva casi una decena de libros publicados y parece haber encontrado su sitio perfecto, entre la frivolidad televisiva de programas de entretenimiento y la credibilidad literaria de las novelas más dramáticas. "Y de repente fue ayer" es su nuevo trabajo. Según el escritor, la obra está plagada de símbolos y refleja la reflexión de como una generación creyó, apostó y luchó por un movimiento que hoy día se percibe como un engaño como la Revolución Cubana.
Una vez abandonada definitivamente 'La tribu' de Telecinco, Boris Izaguirre afronta la promoción de su libro con el presentimiento de volver pronto a la pequeña pantalla. El showman ha hablado para la nueva revista online de moda MUST!, en esta entrevista cedida a FórmulaTV.com. (Texto y fotos: Magí Torras.)Nueva novela... ¿No te daba miedo enfrentarte a un nuevo trabajo literario después del éxito de "Villa Diamante"?
No, más bien al contrario. Tenía ganas de sacar algo y que se viera que el éxito anterior no era casualidad.
¿Qué encontrará el público en este nuevo libro?
Es una novela histórica, pero dentro de la novela te cuenta la historia de un programa de televisión que sucede al mismo tiempo que está empezando la dictadura. Va de una telenovela que sucede en Cuba en los años 50, pero también atraviesa la dictadura de Batista y la Revolución de Fidel Castro.
¿Qué siente uno cuando le dicen que es finalista del Premio Planeta?
Cuesta de asimilar. Yo nunca había participado con ninguna de mis novelas a ningún premio, y fue muy chocante, de repente, que me eligieran como el finalista. Además jamás había estado en la famosa cena del Premio Planeta y, la verdad, es que lo recuerdo como algo muy especial.
¿Crees que es a partir del premio cuando la gente ha empezado a diferenciar la faceta más frívola del Boris televisivo con la literaria, mucho más seria?
Bueno, yo creo que el público siempre ha sabido discernir muy bien. Comercialmente mis trabajos han funcionado y casi siempre han sido historias bastante duras, no en clave humorística. En cuanto a la frivolidad de la televisión, yo no lo veo tan así. Creo que es un medio diferente pero que requiere el mismo – o más – trabajo que cualquier otro.
¿Es necesaria mucha disciplina en televisión?
Muchísima. Más de la que normalmente tengo yo. Que soy una persona muy individualista.
Pues eso en programas como 'La tribu' o 'Crónicas marcianas' que son muy corales, debe ser un problema...
Por supuesto. Yo soy consciente de que trabajo mejor solo porque no sé trabajar en equipo, me cuesta mucho. Aunque Javier es la única persona que consigue sacar ese lado mío.
¿Cómo fue la vuelta a trabajar con Javier y el resto de "la tribu"?
Una maravilla. Yo nunca he dejado de hacer televisión: enlacé 'Crónicas marcianas' con 'Channel 4', después 'Mira quién baila' y luego 'La tribu', porque tenía ganas de volver a trabajar con el equipo de aquel programa tan mítico como fue 'Crónicas...'.
¿Y qué tal la experiencia?
Buenísima, como siempre. Primero nos cambiaron el día, sinceramente, nos importó poco. De hecho volvimos a nuestro horario original. Somos hombres nocturnos (risas).
Supongo que habréis cambiado mucho desde 'Crónicas marcianas'...
Sí, yo estoy mucho más delgado (ríe). A parte de eso, poco más.
Mercedes Milá fue la primera en abandonar el barco...
Sí, fue de mutuo acuerdo. Yo le eché muchísimo de menos. Mercedes es como un hito de la televisión. A mi me excita mucho compartir plató con ella.
El público no ha respondido como se esperaba, ¿cómo os lo habéis tomado?
Todos sabíamos que esto podía pasar. La televisión es así, pero estamos contentos con el trabajo que hemos hecho y con eso nos basta.
¿Te has arrepentido de algunos de tus momentos en televisivos?
No porque yo no los vi tan escandalosos como mucha gente me decía que eran. Especialmente en 'Crónicas...'. Así que nunca me he arrepentido de nada.
¿Eres consciente que ese programa marcó a toda una generación?
Es una de las cosas que más me gusta oír. Me lo han dicho bastantes veces y creo que es el mejor halago que podemos recibir. Que un programa haya quedado, tras tantos años, en el subconsciente de tanta gente... es una maravilla.
Llegaste a televisión casi por casualidad, ¿es cómo lo imaginabas de pequeño?
Tampoco me planteaba mucho cómo sería por dentro pero siempre me ha atraído la idea de los focos, las cámaras... (ríe).
¿Y se pueden hacer realmente amigos en un sector como este?
Por supuesto. Hay que saber diferenciar entre amigos y compañeros de trabajo, por eso.
Otro de tus libros más exitosos fue "Morir de glamour". ¿Quién es el icono del glamour para ti?
Sin dudarlo, los Beckham. Glamour en estado puro. Pero no debemos confundir glamour con elegancia. Son cosas totalmente distintas.
Hace poco hemos leído en portada de una revista que decías que no habías sido una buena imagen para los gays en España...
Bueno, eso ha sido sacado de contexto. Yo no dije las cosas tal que así. Reconozco que hay un cierto público homosexual que no se siente para nada identificado en el Boris televisivo, otro, en cambio, sí. Y otros simplemente lo aceptan como lo que es, un carácter diferente, independientemente de la tendencia sexual.
También participas escribiendo en el nuevo disco de Paulina Rubio...
Sí, es algo que me pidió Pau y que acepté encantado. Pau es una diosa, sinceramente. Un icono del pop y de Latinoamérica. Su música es la banda sonora de mi vida y, por supuesto, de este nuevo libro. Yo es que tenía la necesidad de ser amigo de esta mujer. ¿Iconos latinoamericanos? El Che Guevara y, después, Paulina Rubio.