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Protagonizada, por Eduard Farelo, Sonia Castelo, María Cotiello, Guillermo Barrientos, Marina Salas, Mónica Rodríguez, Chisco Amado y la actriz húngara Agnes Kiraly, la primera temporada de 'Hay alguien ahí' se despide este lunes, 8 de junio, de los espectadores de Cuatro con la emisión del último episodio, titulado "Uno de nosotros".
Estrenada el pasado 16 de marzo, la producción de Plural Entertainment se ha convertido en uno de los mejores estrenos de una serie de ficción nacional en la historia de Cuatro gracias al apoyo de más de 2,4 millones de espectadores, el 14% de la audiencia. Desde entonces ha seguido cosechando resultados muy positivos con un 10,3% de share y 1.842.000 seguidores de media."Cerramos temporada con una gran tragedia que afecta a la familia Pardo", nos confiesa Eduard Farelo con quien FórmulaTV.com ha tenido ocasión de charlar. Diego Pardo pierde el control del avión que pilota tras ser drogado por Rebeca. Una nueva tragedia asola a la familia Pardo.
En el capítulo anterior tomas un avión y en pleno vuelo las cosas se tuercen.
Así es. Esa misma mañana antes de salir de casa Anita tiene una premonición y nos advierte de que el avión se va a estrellar. Una vez más no le hacemos caso, me subo al avión y coincido con Rebeca. Muy amablemente Rebeca nos sirve un café al comandante y a mí; un café que contiene LSD. A partir de ese momento se le va la pinza al comandante Diego Pardo y el avión queda sin control. Así acabó el capítulo 12, el pasado lunes.
No sabemos si vives o no... ¿Acaba la temporada con un final trágico?
No recuerdo si en el capítulo 13 voy vestido de oscuro o no. Tampoco recuerdo si voy dentro de una caja.
Estamos convencidos de que algo importante va a suceder en este último episodio.
En el último capítulo habrá una gran tragedia que afecta muy directamente a la familia Pardo. La gran tragedia de la serie.
¿Qué ocurrirá con Clara y contigo?
Si la vida nos diese tiempo probablemente acabaríamos bien. Pienso que hay algo fuerte entre esos dos personajes. Son una pareja que se han conocido muy jóvenes y han formado su vida juntos. Aparte de las infidelidades, hay otras cosas más importantes por las que ellos han querido luchar juntos. Si la vida les da tiempo, eso acabará imponiéndose. Lo bueno de 'Hay alguien ahí' es que uno siempre puede volver desde el otro lado (risas).
Durante toda la temporada la idea del divorcio ha estado muy presente.
Diego está siempre entre dos aguas, le cuesta tomar decisiones. Diego no se quiere divorciar de Clara. No quiere renunciar al sueño de la familia feliz y vivir en una bonita casa.
Interpretas a Diego Pardo, el padre de familia. ¿Qué es lo que más te ha atraído de tu personaje?
Me gusta esa dualidad en la que se mueve. Diego es un ser bastante inconstante, que se mueve entre el bien y el mal con una gran facilidad. No es un tío que tenga demasiados prejuicios a la hora de actuar. Eso en la vida normal no es positivo, pero para el caracter de un personaje pienso que es bueno... sus hijos nunca saben si hay un padre en casa. Es un tipo que no sabe lo que tiene que hacer con su vida. Diego es bastante mimado, ha tenido una buena vida sin apenas esfuerzos, de modo que le cuesta mucho poner de su parte.
¿Os esperábais la gran aceptación que está teniendo la serie? ¿Cómo reaccionásteis cuando os comunicaron que renovábais por una segunda temporada?
Estaba dentro de las posibilidades. Está claro que es una serie de género. Es una apuesta muy fuerte por parte de la cadena. Cuatro quería hacer algo nuevo que se distinguiese del resto de la ficción nacional. La posibilidad de que la serie enganchara existía desde un principio. Se está haciendo un gran esfuerzo y los datos de audiencia demuestran que la serie ha logrado "enganchar" a un gran número de seguidores a pesar de la gran competencia del lunes. Hay una gente que espera hasta la hora que sea por vernos y eso es de agradecer. Todo el equipo opina que este año se ha dado un paso adelante en el mundo de la ficción nacional. Es bueno intentar hacer cosas que abarquen a todos los targets.
¿Percibes en la calle que la gente siga la serie?
Sí que lo percibo. Las señoras mayores me regañan mucho (risas). Me gustaría pedir a la gente de los foros paciencia y que distintan mucho entre el actor y el personaje porque al final las cosas a veces se entremezclan... Este tipo de roles es necesario en las tramas.
¿Alguna anécdota en este sentido?
Supongo que la que tiene el resto de mis compañeros. Voy por la calle y se escucha mucho "¿Hay alguien ahí?" (risas).
¿Tenéis ocasión de ver los capítulos una vez están montados antes de que sean emitidos?
No. Vemos los capítulos a la vez que los ve el espectador. La mañana del martes es una mañana especial en plató porque estamos pendientes de las audiencias. Parte del equipo de dedica a mirar FormulaTV de manera constante (risas). Es el momento de hablar entre nosotros y comentar cómo hemos visto el capítulo. Cada uno tiene la perspectiva de su trabajo y de las escenas en las que ha participado. Hacemos una especie de foro durante la mañana del martes.
La serie rueda varios episodios a la vez, con un modelo nada habitual en la ficción española. Cuéntanos, ¿cómo es el proceso de rodaje de 'Hay alguien ahí?
La apuesta es muy fuerte y eso requiere un gran esfuerzo por parte del equipo técnico, artístico, de producción... Estamos grabando con dos unidades a diario en jornadas relativamente largas. Trabajamos con 4 capítulos abiertos. A esta altura el equipo se ha acostumbrado, pero sobre todo en los primeros episodios fue tremendo, estabamos muy perdidos. El esfuerzo físico y mental es muy grande, pero esperamos seguir así y que la serie se prolongue en el tiempo.
¿Os cuentan los guionistas lo que va a suceder a vuestros personajes o el rumbo que van a tomar las nuevas tramas?
En realidad nosotros estamos recibiendo la información antes que los espectadores, pero no mucho antes. Los seguidores de 'Hay alguien ahí' habrán comprobado que los giros en la serie son contínuos. Cada vez que nos llegan los guiones nos sorprendemos y no paramos de preguntar pero no nos desvelan nada.
¿Seguís recibiendo con emoción las nuevas entregas?
Sí, totalmente. Y también con angustia (risas) porque no sabes si algo le puede pasar o no a tu personaje. Acabas el capítulo 12, pero no sabes lo que pasará en el 13: si se estrella el avión o no... Nos dicen ya lo veréis y no nos queda más que esperar a que nos den el siguiente guión.
Me paso mucho tiempo en el AVE y en el Puente Aéreo. Ese es mi esfuerzo personal de cara a esta serie. Yo he tardado mucho tiempo en dar el salto a Madrid. Me habían surgido anteriormente otras oportunidades, pero estaba esperando el momento de verlo muy claro. Con 'Hay alguien ahí' tuve la sensación de que era un proyecto que merecía la pena embarcarse y creo que no me he equivocado.
Vivo o muerto, ¿acabará Diego Pardo por creer en los fantasmas?
Diego no ve nada (risas). Durante toda la temporada Diego sólo ha creído en lo que ha podido tocar. Desconozco hacia dónde nos llevarán los próximos acontecimientos. Al final hasta la persona menos crédula acaba creyendo, aunque a Diego le va a costar aceptar y asimilar este tipo de cosas.
¿Y aceptará Diego que muchos de sus problemas y los de su familia tienen su origen en su casa?
En realidad, si pudiera aceptarlo eso incluso bueno para él. Tendría una buena excusa para justificar muchos de sus actos. Si eso ocurriera se abrirían otros caminos y nuevas tramas en la serie, pero de momento Diego no está por la labor. Quiere defender a su familia dentro de sus posibilidades.
¿Cómo ve Diego la relación que mantiene su mujer Clara con Salvador?
Diego se mueve entre dos caminos. En el lado racional, ahora se ve en el otro lado y siente lo que su mujer ha sufrido cuando él estaba con Rebeca. Mientras que en la parte interna no sabemos como Diego va a responder. Eso le hará reflexionar.
¿Son suficientes dos espíritus en la casa y en la serie o veremos más en la segunda temporada?
¿Más? No sé si más, pero a estas alturas somos conscientes de lo que espera el espectador de esta serie. Lo qué sí sé es que su presencia cada vez será más constante. Es una llamada del más allá de unas personas que necesitan nuestra ayuda.