Blanca Suárez, Julia en la serie, nos desvela algunas de las incógnitas del final de la temporada de 'El internado', y además de cómo fue el rodaje de 'Fuga de cerebros', uno de los taquillazos del año. En la película Suárez interpreta a Angelical.
En el capítulo de mañana de 'El internado', el último de la temporada, Marcos descubrirá que Héctor es, en realidad, Samuel Espí, el hermano de su madre.
Julia volverá a recibir la "visita" de Valentina, la madre adoptiva de Iván. Sabe que para que no se aparezca más, debe ayudarla en su cometido, debe solucionar el problema que la ha traído hasta ella pero, esta vez, se siente menos capaz que nunca. Iván nunca ha creído en sus visiones, menos aún tratándose de su propia madre adoptiva. Sin embargo, algo ocurrirá en el bosque que hará tambalearse a Iván en sus prejuicios. Valentina ha vuelto a comunicarse con Julia de una manera que hará que Iván no pueda seguir negando la evidencia. Le guste o no, el fantasma de su madre tiene algo importante que comunicarle.
¿Cómo resumirías lo que le ha pasado a Julia esta temporada?
Creo que se ha avanzado bastante en la trama, por ejemplo, con la de los nazis, que se han descubierto bastantes cosas importantes. Respecto a las visiones de la madre de Iván, era previsible que Julia volviera a ver muertos, porque con la cantidad de fallecimientos que hay en este internado había grandes posibilidades de que volviera a ver a uno (risas).
¿Qué nos puedes adelantar del final de temporada?
Lo de la madre de Iván es un tema complicado, sobre todo porque él sabe que Julia ve fantasmas y que ella no se lo ha inventado. Iván sabe que es verdad que mi personaje está viendo a su madre, pero en el fondo no quiere creérselo, piensa "se que ves muertos pero como me fastidia que me estés diciendo eso". Ella lo pasa fatal porque ve que el chico con el que esta la trata mal y no la cree, pero Julia sabe que en el fondo él si la cree. Ese conflicto se resolverá al final de la temporada en el último momento. Eso sí, siempre tiene a Roque ayudándola, él sí que es el típico "pagafantas" (risas) de confesiones en el baño pero que luego le da una palmadita en la espalda y ya.
Además ya se ha visto que la Policía está compinchada con los malos y hay pocas salidas. Una de ellas es escaparse, lo que pasa es que como Noiret está en todas partes es muy difícil (risas), pero bueno, intentamos escaparnos y ya veremos que pasa en verano. No sabemos que va a pasar la próxima temporada, pero tenemos algunas teorías y una que nos gustaba mucho es que cada uno empezara de cero por separado porque nos escapamos en tres grupos y nos vamos donde podemos. Creo que debería comenzar la próxima temporada con las diferentes historias que le han ocurrido a los personajes.
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¿Qué es lo que más te ha sorprendido de esta temporada?
La cantidad de muertes que ha habido y las que habrá... Lo que me gusta mucho es que todos estamos siempre a punto de morir, pero no lo hacemos, y la sala de calderas, que ha dado mucho juego esta temporada.
¿Por qué llega a La Laguna Negra tanta gente con poderes como Julia, Rebeca o Lucas?
Es que ninguno estamos allí por casualidad. Lo que no se es si Julia está allí por casualidad o no, pero yo creo que no porque ya se ha visto que su padre tiene que ver con la trama, el padrastro también... Marcos y Paula tampoco han llegado allí por casualidad, los otros (Vicky, Carol, Roque, Iván...) a lo mejor sí, que se han encontrado con todo lo de los nazis. Pero los profesores, ninguno está allí por que sí. A Rebeca la mandan al internado porque tiene esos poderes y tiene que descubrir cosas, Fermín lo mismo, Maria va allí para encontrarse con su hijo. Casi todos están allí por algo.
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¿En qué crees que ha cambiado Julia en estas temporadas?
Bueno, lo primero es que ya tiene amiguitos (risas) porque al llegar no conocía a nadie. La ayudan y la quieren, pero es que ella se ha metido de lleno en la trama de los nazis, ya tienen a Julia como una más y valoran sus opiniones. Eso sí, sigue teniendo ese carácter tan fuerte como cuando llegó, lo que pasa es que ya tiene amigos y lo tiene un poco guardado, pero lo saca a veces con Iván.
¿Cómo fue tu papel en "Fuga de cerebros" y qué te parece el éxito que ha tenido la película?
Sabía que una comedia gamberra le iba a gustar a la gente y el reparto que tenía mucho tirón. Amaia Salamanca y Mario Casas atraen a las masas y luego desde Antonio Resines a David Fernández ha sido un reparto de lujo, me ha hecho mucha ilusión trabajar con ellos y el éxito que ha tenido. Nos lo pasamos genial rodando, pasamos un verano increíble rodando y ha sido una recompensa muy buena la acogida del público.
¿Cómo te preparaste el papel de Angelical?
Alberto Amarilla y yo fuimos a la ONCE y estuvimos un par de semanas con ellos para que nos enseñaran a desenvolvernos como una persona invidente. Salimos a la calle con antifaces y bastones para practicar, fue complicado pero nos lo curramos bastante los dos. Eso sí, yo tuve que hacer menos porque al principio no se sabe que Angelical es ciega.
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¿Alguien te ha dicho algo sobre tu voz como le pasa a tu personaje en "Fuga de cerebros"?
No, lo único que me han preguntado varias veces que si soy bilingüe, como mi personaje habla en inglés... pero no, no lo soy. Tengo buen acento y parece que me manejo muy bien, pero nada más.
¿En qué ha cambiado tu vida desde que empezaste a trabajar en 'El internado'?
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Ha cambiado muchísimo, porque para empezar ya no hago lo que hacía antes en el sentido que ahora estoy trabajando y antes estaba estudiando, tienes más presión porque te ve mucha gente, te conocen muchas personas... Por ejemplo, estas cenando tranquilamente y ves que te están mirando, o vas a la playa y te miran... Pero ha cambiado solo la situación, mientras no cambie lo básico: tu familia, tus amigos y tú, todo está bien.