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Auda y José Manuel han formado una gran familia. Ivonne es una Barbie pija según su madre, Kevin es un deportista con novia formal, Erik un joven que aspira a ser portada de una revista de adolescentes y Carla, la pequeña, piensa más en el fútbol que en las muñecas. Antes de partir decían que la aventura no les da miedo...
En el último consejo final los Molina-Herrera vieron cumplido su máxima aspiración, ser reconocidos como auténticos miembros de la tribu bushman. La familia supo a lo largo de tres semanas hacer frente a las adversidades y trabajar todos unidos para llegar hasta el final. Los jóvenes Molina-Herrera dejaron más de un corazón roto al marcharse del poblado bushman.FórmulaTV.com ha recopilado las respuestas más significativas del encuentro digital que la familia ha mantenido con los internautas a través de la web de Cuatro.
¿Qué tenéis en común con las otras dos familias del programa?
Nos parecemos en el ansia de aventura, la necesidad de hacer algo diferente y además hacerlo en familia. Además todos repetiríamos la experiencia y también todos pagaremos más a hacienda el año que viene.
¿Cuál de sus costumbres os ha parecido la más extraña?
Hablamos de los bushman... tal vez su forma de hablar con el "Click", su forma de lavarse con "pipi"...
¿Con qué recuerdo de esta aventura os quedáis? ¿Y cuál es el peor momento que habéis pasado?
Sin duda el mejor recuerdo son los bushman. Hay tan buenos recuerdos... y en especial la luz de África que de retirada le da el protagonismo a la incombustible hoguera (siempre encendida). Luego está su pedazo de Luna que les anima a bailar al son de sus ritmos africanos. Si podéis imaginaros esa situación y como escenario el Kalahari, lo entenderéis. También recordaremos los paseos viendo jirafas, cebras, avestruces, orix.... El peor recuerdo, por decir algo, quizás sea la falta de agua para bañarnos.
¿Qué es lo que más vais a echar en falta tras la vuelta a la civilización?
Su alegría, sus fiestas, sus cantos, su felicidad, la tranquilidad del desierto...
¿Por qué os embarcáis en esta aventura tan complicada?
Tenemos trabajos normales y rutinarios, a los "niños" mayores cada vez les cuesta más venirse con nosotros de vacaciones, de fin de semana... Fue la oportunidad perfecta para salir de la rutina y además todos juntos. Fue un gran reto. Sólo se vive una vez, así que lo mejor es darle emociones al cuerpo.
¿Resulta especialmente duro vivir durante 3 semanas sin ninguna clase de comodidades?
No se pasa extremadamente mal... solo un poquito. Lo malo se compensa con los maravillosos momentos que hemos vivido. Sin duda, repetiríamos.
¿Cómo soportasteis la primera noche en la tribu?
La primera noche fue muy dura, y la cama también (risas), pero lo que más nos preocupaba eran los escorpiones y las serpientes (puedo asegurar que había multitud).
¿Cómo hacíais para poder entenderos?
No entrábamos en conversaciones profundas (risas), por lo demás nuestra tribu era la mas expresiva de las tres y realmente les entendíamos casi todo. En los Consejos nos traducían lo que nos decían, aunque era algo que más o menos ya intuíamos.
¿Es real el cariño que habéis cogido a los miembros de la tribu?
Por supuesto que se les coge cariño...
¿Es difícil conciliar el sueño sabiendo que hay serpientes y escorpiones en los alrededores?
Las primeras noches no dormíamos exactamente por ese motivo, con el paso del tiempo te ibas olvidando. Doy gracias que no pasara nada, por mucho antídoto que tuviéramos. Fue una de las peores cosas.
¿Os gustaría volver a visitarlos?
Nos gustaría volver a verlos, pero sin el apoyo de la cadena lo vemos muy complicado, ya veremos. Pienso que siempre los recordaremos pues vivimos momentos muy intensos sobre todo por la noche a la luz de la hoguera bajo un ambiente surrealista de luz y música.
¿Cómo ha influido en vuestras vidas 'Perdidos en la tribu'?
La experiencia no la olvidaremos jamás y será positiva para cada uno, pero poco a poco todo tiene que volver a la normalidad. Siempre nos quedará un momento... bushman.
¿Seguiréis practicando la caza en casa?
Sí, por supuesto, para eso está la nevera. Iremos sigilosamente, agachadas y arrastrándonos por el suelo (risas).
¿Por qué los chicos no queríais seguir los consejos de los bushman en lo que a vestimenta se refería?
Había que darle un poco de emoción al programa. Realmente es que tenemos el culo feo y muy blanco, si lo llegamos a saber hubiésemos tomado antes de ir el sol. Fue una tontería negarnos al principio, no sé que nos pasó.
¿Cómo os sentisteis cuando supisteis que ibais a vivir esta gran aventura?
Al principio nos vimos desamparados, con mucha incertidumbre. Luego nos hicieron un recibimiento genial. Era una tribu muy acogedora, los jóvenes empezaron a conectar muy pronto con risas y juegos ya desde la primera noche.
¿Ha mejorado la relación de los unos con los otros tras el programa?
Ahora somos más cómplices.
