Cuatro años en televisión y dice sentirse todavía como "el becario del mediodía". Licenciado en Periodismo y diplomado en Derecho, el periodista Javier Ruiz es desde octubre de 2004 subdirector de 'Noticias Cuatro 1', informativo que copilota junto Mónica Sanz. Diariamente en torno a un millón de personas han seguido la pasada temporada la primera edición informativa de Cuatro.
Preocupado pero no obsesionado por las audiencias, el presentador se muestra totalmente contrario a alterar el orden de lo que debiera ser relevante en la actualidad por el simple hecho de lograr una mayor audiencia. "Sacrificar la información por la audiencia es una estrategia equivocada. La audiencia en los informativos de TV se construye a largo plazo", asegura Ruiz. Buscar la rentabilidad a corto plazo significa perder credibilidad a largo plazo, según el periodista.
¿Qué balance realizas de la temporada 2008/09?
'Noticias Cuatro 1' ha cerrado un buen verano, aunque retrocede respecto a meses anteriores. ¿A qué es debido?
Por lo general, nosotros hacemos un buen puente con el producto que nos precede que es la tertulia política de Concha García Campoy. Sin ese trampolín el informativo comienza desde más abajo en términos de audiencia. Además, nosotros hacemos un informativo de actualidad bastante dura, y cuando en verano se frenan ciertas noticias eso tiene luego su reflejo en las audiencias. Cuando las vacaciones llegan a la política llegan también a las audiencias.
La verdad es que he estado viviendo una verdadera locura. He compaginado la subdirección del informativo de mediodía de Cuatro con 'Hora 25 de los negocios', un programa diario de economía de la Cadena SER. Lo he dejado porque ha acabado este año. No hay lazos físicos con la SER, pero sí emocionales, yo a esa radio la sigo queriendo muchísimo.
¿Cómo compagina uno trabajar en televisión y a su vez en la radio?
¿Cómo recuerdas tu primer informativo frente a las cámaras?
Lo guardo con muchísimo cariño y muchísimo miedo. Respeto a un medio nuevo en el que tú no estás situado, en el que te sientes becario ante gente que lleva mucho tiempo haciendo este trabajo y en el que todos saben mucho más que tú. Si te digo la verdad, del informativo de mediodía, sigo sintiéndome el becario porque soy el que menos años lleva con este trabajo. Agradezco muchísimo el papel que tiene Mónica Sanz. Ella lleva muchos años en la tele y es la que me da toda la tranquilidad del mundo. Es curioso, los dos empezamos de becarios en la SER hace demasiados años (risas).
¿Mejor solo que acompañado al frente de un informativo?
¿En qué dirías que han cambiado los informativos de Cuatro desde su nacimiento?
Evidentemente ha habido un cambio estético en cuanto a decorado, plató, apuesta de visualización, rótulos, grafismo... pero no tengo tan claro que haya cambiado la filosofía de fondo de los informativos. Creo que nuestra filosofía sigue siendo la misma desde el primer momento y es la de una apuesta de largo plazo, de información seria, de rigor y en ocasiones con sacrificios a la audiencia. Todos sabemos qué da audiencia y qué es importante, y las dos cosas no siempre van de la mano. Nosotros tendemos a sacrificar la audiencia por la importancia es decir, a veces damos más valor a la relevancia de los temas que a la propia audiencia. Yo no veo un giro en este aspecto.
Creo que cada cosa tiene su momento y seguramente cuando se lanzó 'Noticias Cuatro matinal' no era el momento más idóneo. Creo que la cadena simplemente va a esperar hasta que ese momento llegue. Tarde o temprano estamos en un grupo que cree mucho en la información. No obstante, 'Noticias Cuatro 1' no empieza de cero. La información no es sólo un formato. Concha García Campoy hace información en otro formato, hace tertulia, entrevistas... Hubo un matinal que desapareció, pero la información sigue estando en la mañana de Cuatro. Lo único que ha cambiado ha sido la fórmula, el formato.
Uno vive diferentes etapas. Reconozco que a veces echo de menos la calle. Yo he estado muchos años fuera de plató: estuve cubriendo el 11-S, luego el huracán Katrina... Se echa de menos la excitación y el nervio que produce la cobertura a pie de calle. Sin embargo, la tribuna que te ofrece el estar sentado en un plató de televisión es todo un privilegio. Se echan de menos muchas cosas, pero se agradece tener un sillón de primera fila poder ir contando en directo los grandes acontecimientos.
¿Ahora no lo cambiarías?
En alguna entrevista has llegado a decir que la lucha por la audiencia está llevando a algunos medios a perder el respeto, la verdad. ¿Hablamos específicamente de informativos?
Creo que hay grados de culpa en todo. Hay programas y formatos que todos tenemos en mente que hace mucho tiempo que perdieron el "sentido del respeto". A veces también los informativos se contagian.
¿Dirías que la lucha por la audiencia también se vive en los informativos?
Existe una competencia por las audiencias, eso es innegable. Todos los periodistas de televisión, antes de ponerse a llamar a sus fuentes, lo primero que hacen por la mañana es consultaros para ver cómo ha ido el informativo y qué dato ha sacado. Efectivamente, hay una preocupación por la audiencia. Lo que realmente me preocupa es que haya una obsesión por la audiencia, que nos lleve a pensar que la audiencia lo justifica todo. No se puede alterar el orden de lo que debiera ser relevante en la actualidad simplemente por buscar una mayor audiencia. Todos sabemos que mostrar ciertas cosas te van a dar más audiencia, lo que me preocupa es que incurramos en ello. Sacrificar la información por la audiencia es una estrategia equivocada. La audiencia en los informativos de TV se construye a largo plazo. Buscar la rentabilidad a corto plazo sacrificando noticias y tirando de informaciones más escandalosas resulta negativo a largo plazo. Lo más grave es que esa tenencia al final te hace perder credibilidad y audiencia.
¿Cuál es la noticia que te encantaría poder dar?
Yo estoy esperando la noticia -que todos creemos que tarde o temprano vamos a dar- del fin de la actividad de ETA. Estoy absolutamente seguro de que esa será una noticia que demos, no sé si conmigo como presentador o no. Me encantaría darla y sé que lo haremos.
Has confesado que de pequeño eras un niño travieso y ahora una persona con mal genio. ¿Para tanto es?
Son vicios adquiridos de otros medios. Yo traigo la paciencia de la radio. Estoy acostumbrado a la instantaneidad del teléfono y eso en la tele no es así. Esto me provoca frustraciones y enfados. Yo tengo el carácter que tengo, algo fuerte a veces, pero no es un enfado hacia los demás, yo estoy encantado con el trabajo de mis compañeros.
¿No crees que cada vez más la televisión le está comiendo terreno a la radio en inmediatez, en rapidez?
Sí y nosotros aspiramos a eso. La vocación de Cuatro es una vocación informativa, entre otras cosas. Los servicios informativos de Cuatro aspiran a la inmediatez, a la última hora y a la instantaneidad. La actualidad es la que manda, por ello, constantemente se sacrifica la programación y se corta. No hay duda alguna. Este verano ha sucedido con los atentados de ETA. Me sorprendo porque cada vez más estamos donde ocurre la noticia con más medios, y con imágenes. Efectivamente empieza a haber una competencia por la instantaneidad, por la inmediatez.
¿De dónde te viene la vocación por el periodismo?
Es una vocación que me viene desde niño. Yo empecé a hacer un periódico cuando estaba en sexto de EGB y desde entonces hasta hoy no recuerdo haber querido ser otra cosa. Me fui a Estados Unidos con una beca, y estuve fuera de España durante cuatro años y medio trabajando en algo que no era periodismo. Fue un desliz en mi vida (risas). Ahora estoy en donde me gusta estar.
La información económica y financiera es una sección sin apenas espacio en los informativos. Como experto, ¿por qué se apuesta tan poco por esta área?
Tienes razón... pero en otras cadenas. En Cuatro, el informativo incluye el dato de la bolsa, todos los días. Hay mucha gente a la que le interesa saber la información de la Bolsa, le interesa saber cómo están sus ahorros. Nuestro informativo tiene un contenido económico muy importante. Lo que ha hecho la crisis ha sido despertar a mucha gente a ese ángulo de la actualidad que hasta hace muy poquito estaba muy olvidado. La crisis ha dado una clase de economía a muchos periodistas. Nosotros sí hacemos esa apuesta.
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Los deportes, sin embargo, gozan de todo el tiempo del mundo...El deporte tiene una entidad propia. En todos los informativos hay peleas entre las diferentes secciones. El tiempo que hay se reparte y se da importancia a unas secciones en detrimento de otras. La batalla por el tiempo es inherente al informativo. Los deportes funcionan muy bien y por tanto tienen más tiempo. Al final, ganamos todos.
Hay quién dice que un buen informativo no ha de tener limitación de tiempo.
Es una reflexión interesante. Es cierto que demasiadas cadenas tienden demasiado hacia el relleno, a la nevera. Se tira de noticias e informaciones que no tienen ninguna relevancia y el espectador nota que son un relleno. La audiencia no es tonta. El mercado acabará imponiendo su propio orden. La audiencia huye de quien rellena. Aunque es interesante, dudo que la televisión esté preparada para un formato tan abierto.
Las parrillas cambian y los formatos se modernizan, mientras que los espacios de noticias mantienen su conservadurismo. En EE.UU. parece que la situación es bien distinta como quedó patente durante las elecciones (hologramas). ¿Por qué se innova tan poco en informativos?
Hay dos factores a tener en cuenta. Por un lado, se ha impuesto cierta moderación o conservadurismo y, por otro lado, las televisiones han sentido el impacto de la crisis y eso pasa factura. A mi me gustan los informativos de "La guerra de las galaxias" (risas), me gustan los informativos con grafismos, con efectos... Visualmente es muy agradecido, aunque si no se hace bien se puede incurrir en el mal gusto y en la extravagancia. La crisis impide probar fórmulas como las de EE.UU. porque son muy caras. Es cierto que en los últimos años se ha innovado muy poco.
¿Qué es lo peor de trabajar en televisión?
Sinceramente creo que... tener que esperar 10 segundos o 10 minutos para poder entrar es un trama desde el punto de vista periodístico. Uno siente que 10 minutos después la noticia ha caducado. Esa espera es lo peor de trabajar en informativos, aunque cada vez ese tiempo se reduce más y más.
'Noticias Cuatro 1' se ha convertido en el informativo más visto de Cuatro, por encima del informativo de Iñaki Gabilondo. ¿Es eso una responsabilidad?
No, en absoluto. El dato de la audiencia preocupa más fuera de la casa de lo que preocupa dentro. En 'NC-2' me preocupan más las carreras de largo plazo. Ya quisiera yo mirar atrás en mi carrera y tener lo que tiene Iñaki en la suya. Seré un periodista realizado si me retiro con lo que ha hecho Gabilondo. No siento responsabilidad, siento admiración, respeto. De hecho, muchas veces el criterio de Iñaki me pesa más que el mío propio.
¿Podrías vivir sin móvil?
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No. ¿Hay alguien que se dedique al periodismo que pueda vivir sin móvil? Yo creo que no. Nadie.