El 27 de julio de 1951 nacía Eduardo Gómez, actor que ha desarrollado su carrera principalmente en el ámbito televisivo. Alcanzó la fama a una edad tardía gracias a su participación en 'Aquí no hay quien viva' dando vida a Mariano Delgado, el padre de Emilio (Fernando Tejero). No obstante, antes de formar parte del elenco de la comedia creada por los hermanos Caballero, comenzó en el mundo de la interpretación con pequeñas participaciones como figurante, siendo la ficción '¡Ay, señor, señor!' la primera serie en la que pudo dar vida a un personaje relevante, aunque no dejó de ser una colaboración episódica. A partir de ese momento ha participado en ficción como 'Los Serrano', 'Periodistas' o 'La casa de los líos', y ha formado parte del elenco principal de series como 'La que se avecina' o 'Gym Tony'. En la gran pantalla le hemos podido ver en películas como "La gran aventura de Mortadelo y Filemón", "Spanish Movie" o "Anacleto: Agente secreto".
Aunque su incursión en la interpretación quizá se produjo más tarde de lo habitual, Gómez se convirtió en uno de los secundarios de moda pero, sin duda alguna, su gran oportunidad vino de la mano de uno de los personajes más queridos por el público, el de Mariano Delgado. El desparpajo del padre de Emilio conquistó rápidamente a los espectadores, pasando de ser un personaje recurrente a parte del elenco regular de la serie. Sus razonamientos, sus consejos, sus ocurrencias y la peculiar relación que mantenía con Emilio nos dejaron grandes y divertidos momentos, por lo que desde FormulaTV queremos rendir nuestro particular homenaje a Eduardo Gómez recordando algunas de las muchas frases que nos regaló con su papel de Mariano Delgado en 'Aquí no hay quien viva'.
1 "Ignorante de la vida"
Mariano firmando su libro con Mauri en 'Aquí no hay quien viva'
La tónica habitual en 'Aquí no hay quien viva' era que cada uno de sus protagonistas tuviese una o varias frases que decía de forma habitual. En en caso de Mariano, "Ignorante de la vida" eran sus palabras fetiche, esa frase que usaba siempre que tenía la ocasión para recalcar que no tenían ni idea del asunto en cuestión del que estuviesen hablando o debatiendo. Así pues, Mariano se consideraba un hombre inteligente y con mucha sabiduría adquirida gracias a diferentes vivencias que le han hecho aprender mucho. Quien más escuchaba esta frase era Emilio, que tenía que soportar cómo su padre intentaba darle lecciones de aprendizaje que, en el fondo, solo denotaban que ninguno tenía mucha idea de lo que hablaba, sobre todo porque los consejos de Mariano nunca terminaban de ser del todo acertados por mucho que se las diera del que más sabe en la vida.
2 "Soy Mariano Delgado, metrosexual y pensador"
Mariano con Menchu luciendo cuerpo en 'Aquí no hay quien viva'
La primera vez que Mariano Delgado hizo acto de presencia en Desengaño 21 era un hombre casado, vendedor de libros y con un vestuario chapado a la antigua. Pero cuando regresó para quedarse a vivir con su hijo en la portería decidió que tenía que hacer un cambio radical en su vida, comenzando por su aspecto y por su estilismo. De este modo fue como se convirtió en metrosexual, todo un hombre a la moda y preocupado por su imagen hasta tal punto de llegar a darse rayos uva, aunque no siempre acertaba ni con la ropa que vestía ni con la cantidad de rayos que tenía que darse para broncear correctamente todo su cuerpo. No obstante, Mariano tenía tan claro quién era y como se definía que incluso se hizo las típicas tarjetitas para entregar a la gente y que todo el mundo sepa su nombre y cualidades.
3 "¿Te saco unas cervecitas para equilibrar el PH?"
Eduardo Gómez como Mariano en 'Aquí no hay quien viva'
Superar una resaca no es una tarea fácil cuando la noche anterior te dieron garrafón y, además, te bebiste hasta el agua de los floreros. Belén supo muy bien cuáles son las consecuencias de pasarse más de la cuenta tomando alcohol, motivo por el que le pidió a Mariano que bajara la música que estaba escuchando de buena mañana mientras se preparaba el desayuno alegremente. Su por entonces suegro se percató del problemilla que tenía y, después de recordarle que hay que saber beber con cabeza para evitar el malestar al día siguiente, le ofreció una cervecita para equilibrar el PH de su cuerpo e intentar paliar su dolor de cabeza. La propuesta puede parecer un tanto descabellada, pero todo el mundo sabe que nada mejor que una cerveza mañanera para hacer frente a la temible resaca.
4 "¡Somos rumanos peligrosos! ¡Dimitri, pásame el kalashnikov!"
Mariano y Paco en 'Aquí no hay quien viva'
Lucía ha pasado por varios trabajos desde que la conocimos, en uno de ellos aceptó vender aspiradoras a domicilio, una labor compleja que requería de mucha paciencia y muchos paseos. Para facilitar su trabajo, Carlos optó por regalarle un coche, un vehículo con el que Lucía podía desplazarse por toda la ciudad sin realizar tanto esfuerzo. Roberto decidió cogerle el coche para dar clases de conducir a Natalia y así poder conseguir dinero y ayudar también a Lucía como había hecho Carlos. El problema vino cuando tuvieron un accidente, pero Lucía no podía enterarse de que le había robado el coche. Con la ayuda de Mariano, Paquito y Josemi intentó arreglarlo y encontrar el chip localizador, pero la policía les descubrió en el taller mecánico por mucho que Mariano intentase disimular haciéndose pasar por rumanos peligrosos.
A la hora de animar a las personas, Mariano es único en su especie. Emilio ha confesado en más de una ocasión que nunca ha sentido que tuviese una figura paternal en la que buscar apoyo o consuelo por mucho que su padre viviese con él. Esta afirmación no es de extrañar si analizamos cómo se ha comportado Mariano desde que lo conocemos. Cada vez que su hijo tenía un problema, ya fuese laboral o amoroso, las palabras o los consejos de Mariano no eran para nada acertados. De hecho, en más de una ocasión, en lugar de conseguir que Emilio levantarse el ánimo, lograba el efecto contrario y conseguía hundirle más en la miseria.
Tras mirarse al espejo y afirmar que necesitaba un cambio en su estilo de vida, Mariano optó por hacerse metrosexual, la moda que seguían muchos hombres para estar atractivos. Mariano quería potenciar su figura, pero lo único que logró fue hacer el ridículo con su nuevo peinado y forma de vestir. Los comentarios jocosos de los vecinos y las continuas burlas al verle con su nuevo estilo no mermaron sus ganas de convertirse en metrosexual y también empezó a cuidar su cuerpo. Según Mariano exfoliarse era una parte importante, tanto que lo consideraba el primer mandamiento metrosexual. Aunque una de esas veces que quiso cuidar su piel casi tiene un disgusto por no quitarse la mascarilla a tiempo.
8 "Los sentimientos, la asignatura pendiente del ser humano"
Mariano, Emilio, Juan y Mauri en 'Aquí no hay quien viva'
9 "Las construcciones tardan en asentarse cinco años, de toda la vida de Dios"
Paco y Mariano construyen una habitación en 'Aquí no hay quien viva'
10 "Le miro poco para no cogerle cariño, como a tu madre"
Mariano con un pavo en 'Aquí no hay quien viva'
Una de las características de Mariano cuando se divorció de la madre de Emilio era el odio que desarrolló hacia su persona. Cuando salía el tema de conversación siempre hablaba mal de ella o señalaba aspectos negativos, prueba de que su separación no fue fácil, pero sobre todo del rencor que guardaba dentro. Ese desprecio hacia su mujer lo pudimos comprobar hasta cuando en una de sus ocurrencias se hizo con un pavo para la cena de Nochebuena, animal al que, según él, no quería mirarle para no cogerle cariño, tal y como hacía con la madre de Emilio. Pero todavía fue cuando se reencontraron para la boda de su hijo y Mariano comprobó que la mujer había cambiado físicamente y nada tenía que ver con la mujer de la que se separó.
11 "No pienses, que es una trampa. Te dan vacaciones para pensar y te hacen polvo"
Mariano, Paco, Josemi y Pablo en 'Aquí no hay quien viva'
Emilio pasó mucho tiempo trabajando sin contrato para la comunidad, sin cobrar las pagas extra que merecía y sin las pertinentes vacaciones correspondientes. Finalmente, aunque le costó algún que otro disgusto con los vecinos, consiguió tener unos cuantos días de descanso. Sin embargo, en lugar de disfrutar del tiempo libre, Emilio se dio cuenta de que no tenía nada que hacer y que el aburrimiento se apoderaba de él. Esta vez su padre intentó animarle, pero ya sabemos todos cómo es Mariano con su especial filosofía de vida. Según él, lo que tenía que hacer su hijo era evitar a toda costa pensar, puesto que darle vueltas a la cabeza es la lacra del verano. Quizá un poco de razón lleve porque en cuanto nos vemos parados no podemos dejar de pensar en todo aquello que no nos da tiempo cuando tenemos mil cosas que hacer.
12 "Bastante perjudicado está el perjudicado como para perjudicarle más"
Mariano finge ser perito en 'Aquí no hay quien viva'
Las mentiras y las ilegalidades para ahorrarse unos euros o salir de un apuro eran una constante entre los vecinos de Desengaño 21. En muchas ocasiones ni se cortaban a la hora de engañarse entre ellos, como aquella vez que Mauri se cayó por las escaleras y el resto de los vecinos pensó que estaba fingiendo para poder ser indemnizado. Con la intención de demostrar que todo era una farsa consiguieron que Mauri volviese a caer por las escaleras, por lo que no tuvieron más remedio que fingir ellos para no ser denunciados. Así pues, Mariano ejerció de falso perito porque la comunidad carecía de seguro para casos de accidentes, pero la actuación del padre de Emilio no fue nada convincente, sobre todo porque sus trabalenguas y mal uso de los tecnicismos propios del gremio no ayudaban para nada a hacer creíble la situación.
13 "A mí me encanta el rey, le voto en todas las elecciones"
Mariano, Emilio y Josemi en 'Aquí no hay quien viva'
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Cuando Emilio decidió que había llegado el momento de dar un paso más en su relación con Rocío, se percató de que eso del matrimonio era mucho más caro de lo que podía imaginar. Para empezar, junto con su padre y José Miguel, acudió a una joyería en busca de un anillo, llevándose una desagradable sorpresa al comprobar los elevados precios. Sin embargo, Josemi le ayudó apropiándose de uno de los anillos, con la mala fortuna de que eran las alianzas del Príncipe Felipe y doña Letizia, por lo que fueron descubiertos y arrestados por la policía. Evidentemente ellos no eran terroristas ni nada por el estilo, pero tuvieron que hacer lo imposible para demostrar que no querían perjudicar el enlace real e incluso Mariano confesó ser fan del rey y alegó que lo votaba en todas las elecciones.