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Jaume García Arija es uno de los protagonistas de la quinta temporada de la exitosa 'Amar en tiempos revueltos'. Interpreta a Abel Zamora Huerga, un abogado honesto y muy enamorado de su mujer Cristina Barea, varios años más joven que él. Abel es primo hermano de Salvador Bellido, hijo de un hermano mayor de su madre. Lo que más admira de su personaje es la "personalidad que adopta dado que vive en una dictadura".
Abel es conservador pero entrará en conflicto dado que comprende y entiende a su primo, de ideas totalmente opuestas. Abel centrará todas sus fuerzas en conseguir que le sea conmutada la condena a muerte que pende sobre la cabeza de su primo. El actor asegura que lo que le emociona de Abel es su pasado y el peso que éste va a ejercer sobre sus relaciones.FórmulaTV.com ha entrevistado al actor Jaume García Arija con motivo de las 1.000 emisiones que ha alcanzado el serial de sobremesa 'Amar en tiempos revueltos' (La 1). El actor nos habla de su personaje y de lo que supone trabajar en un proyecto diario como éste.
Interpretas a un abogado, Abel Zamora Huerga, en la quinta temporada de 'Amar en tiempos revueltos'. Cuéntanos, ¿cómo es este abogado? ¿Cómo describirías a tu personaje?
Su ideología no es la de comulgar con el fanatismo del régimen. Es un tipo bastante correcto y discreto. Podríamos decir que pesa mucho sobre sus hombros el miedo cotidiano que se vive bajo el yugo de un régimen como el que se vivía en esa época. Abel es mucho de la política del callar por no pecar y de ser prudente para que no haya problemas.
La quinta temporada arranca en abril de 1952. ¿Cómo llevas interpretar a un abogado en una producción de época como ésta?
Precisamente el hecho de que sea una ficción de época es uno de los aspectos que más me interesa. Poder interpretar a un personaje en una historia de época con el rigor con el cual se hace 'Amar en tiempos revueltos' es una gran satisfacción. Todos los detalles están muy cuidados: decorados, vestuario, los textos... Los personajes hablan como lo hacían en aquel entonces con verbos y expresiones que ya prácticamente ni se utilizan. Recrear una realidad como la que refleja esta serie requiere un gran esfuerzo. 'Amar en tiempos revueltos' se está haciendo con un gran rigor, por eso triunfa tanto. Estoy seguro que si se hiciera más a la ligera, sin rigor alguno, no saldría tan bien y, por lo tanto, el resultado no sería tan bueno.
El rodaje no debe de ser nada sencillo...
Cualquier serie diaria conlleva un gran esfuerzo en todos los sentidos. Llegas a casa agotado y en lugar de descansar te tienes que poner a estudiar las secuencias del próximo día. En este caso, la cosa se complica un poco más porque tenemos que ir vestidos de época. Si te soy sincero, los primeros días me encontraba incomodísimo, como si llevara una coraza. Hay que acostumbrarse al doble puño, a los cuellos almidonados... Otros aspectos que complican la producción son el lenguaje y el rigor histórico de la serie. Lo que cuenta 'Amar en tiempos revueltos' es algo real, sucedió. Hay sectores ultras que están en contra de la serie por lo que se explica. A muchos les gustaría callar esta serie.
El pasado de Abel juega un papel muy importante en su vida, hasta tal punto que llega a afectarle en lo personal, tanto en su relación con su mujer como en la de su primo Salvador Bellido.
Abel es uno de los personajes más misteriosos de la serie. Su casa actual es la misma en la que vivió con su padre cuando era un niño, pero hay algo que no le hace sentirse nada bien. Por lo visto, en esa casa pasaron ciertas cosas y ahora se presentan como presencias o imágenes y recuerdos vagos. Son imágenes en su memoria aunque conscientemente Abel no lo recuerda. Todo eso le carcomerá por dentro y será algo que se alargará durante toda la temporada. Es imposible saber exactamente qué es lo que va a suceder más adelante, porque hay misterios y finales de trama que los guionistas ni siquiera nos avanzan.
¿Grabáis con mucho margen? ¿Pasa mucho tiempo entre el rodaje y la emisión de los capítulos?
Sí, hay bastante margen. Vamos a un ritmo muy bueno. 'Amar en tiempos revueltos' cuenta con un equipo técnico brutal. Grabamos la serie con 3 unidades: plató 1, plató 2 y unidad de exteriores. Hay un movimiento y una organización increíble, de lo contrario no podríamos sacar adelante los capítulos.
Grabar con tres unidades no es nada habitual...
Eso demuestra que la apuesta por la serie es muy grande. Se intenta ir con muchos capítulos de ventaja para que no haya problemas de emisión. Es la única serie, a nivel nacional, que no se toma vacaciones en todo el año.
Te hemos escuchado decir que te encanta interpretar antihéroes, malos, antivillanos...
Me encanta (risas), me lo paso muy bien. Yo tengo la virtud o la suerte de haber interpretado a todo tipo de personajes durante mi carrera, pero sí es cierto que disfruto o me divierto más con papeles de malo. Me encanta dar vida a ese tipo de personajes porque te permiten hacer cosas que socialmente no están bien vistas si las hicieras como persona. A través de estos "malvados" puedes sacarte cualquier espinita que lleves dentro.
Se respira cierta tranquilidad relativa. Gracias a la calidad de la historia tenemos un público muy fiel, pero no por ello el equipo se columpia o se apalanca. El nivel de 'Amar en tiempos revueltos' es bueno pero siempre intentamos ir a más. La gente curra a saco. Somos lo más visto de la sobremesa, pero no veo ningún tipo de relajación negativa.
Nos dicen que te cuesta acostumbrarte a la popularidad. ¿Cómo llevas que te reconozcan?
Lo cierto es que soy bastante tímido. He hecho cine, televisión y, en Catalunya, sobre todo, teatro pero nunca he dado vida a un personaje fijo en una producción que tuviese tanta repercusión. Siempre he hecho personajes muy dispares porque me gusta cambiar mucho de físico. Me gusta ser un actor camaleónico. Hasta ahora nunca me habían reconocido, esa es la verdad, pero ahora con un bigote tan característico de época canto como una almeja. Ahora se me acercan mucho las señoras para darme su opinión... Es muy positivo, aunque me da corte (risas).
Llevas desde 1992 actuando, ¿cómo lograste meterte en el mundo de la interpretación? ¿Qué te llevó a ser actor?
La afición me viene de pequeño. Un buen día viendo el Tricicle me entusiasmó lo que hacían. La gente se reía mientras ellos se divertían, así que quise intentarlo. Empecé a tomármelo en serio... comencé haciendo talleres, luego cursillos y más tarde me inscribí en el Instituto de Teatro de Tarrasa. Cuando salí empecé a hacer teatro, aunque últimamente parece que sólo hago cine y televisión. En estos momentos tengo un par de películas pendientes de estreno: "La balada del estrecho", de Jaime Botella; y "Suspicious mind", de Carlos Martín Ferrera.
Ahora eres Abel Zamora en 'Amar en tiempos revueltos', sin embargo, el casting que hiciste fue para otro personaje de la serie.
Así es, me presenté al casting para interpretar a Salvador. Hice el casting y pasó mucho tiempo sin recibir noticia alguna. Me habían advertido que el casting sería largo y que tardarían en responder, pero la verdad es que llegué a pensar que no les interesaba. De repente, un buen día me llamó Eduardo, el director, y me dijo que no iba a ser Salvador, pero que tenían a otro personaje fijo para mí, Abel Zamora.
Cada temporada hay actores que salen y otros que entran de la serie. ¿Durante cuánto tiempo veremos a Abel en 'Amar en tiempos revueltos'?
En principio, la trama del personaje se alargará toda la temporada. Otra cosa es que la trama se acabe y mi personaje desaparezca. No sabemos lo que puede pasar en un futuro, todo está en manos de los guionistas. Hay personajes de la cuarta temporada que se han mantenido... quién sabe.
No tengo ni idea. Las cosas de producción hasta que no están totalmente atadas no nos las cuentan. Nadie nos ha dicho nada al respecto.
Guardas un recuerdo muy especial de la película "El Zulo", de hecho recibiste el premio al Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Oporto (Fantasporto 06).
Ese premio es un reconocimiento a tu trabajo y también al de todos. Lo más curioso fue embarcarnos en una historia muy personal que nos permitió contar lo que queríamos explicar. No era una película sobre ETA, ni sobre un secuestro exprés. Era un autosecuestro, era la metáfora de un sentimiento. La verdad es que quedamos bastante satisfechos interpretando, produciendo y dirigiendo una película tan personal y tan fiel a lo que queríamos hacer. La hicimos con cuatro duros, no había ánimo de lucro alguno. Tener ese resultado tan bueno fue una satisfacción brutal.
En televisión te hemos podido ver en números series nacionales...
He estado en 'Hospital central', 'MIR', 'RIS', 'El comisario', 'Acusados'... En todas he ido picoteando personajes. He tenido desde pequeñas secuencias a apariciones en 3 ó 4 capítulos, pero siempre han sido participaciones episódicas.
También has participado en la serie 'Hay alguien ahí'. ¿Qué nos puedes contar de tu participación en esta serie de Cuatro?
Intervine con un personaje fijo en la serie, aunque secundario. Curiosamente doy vida también a un abogado, aunque no tiene nada qué ver con mi personaje de 'Amar en tiempos revueltos'. La mentalidad entre ambos personajes es muy diferente. Si Cuatro decide estrenarla en enero estaré en dos producciones a la vez... son cosas que suelen pasar.
¿Estarás en toda la temporada de 'Hay alguien ahí?
Prácticamente. En los últimos capítulos tuve que dejarla porque comenzó el rodaje de la quinta temporada de 'Amar en tiempos revueltos'.
¿Crees que es bueno para una serie como ésta que pase tanto tiempo entre una y otra temporada?
Lo ideal sería emitirlas lo más seguidas posible pero si Cuatro lo ha hecho así será porque ha considerado que es lo mejor. Puede que los espectadores se hayan "desligado" de la serie, pero estoy seguro que una vez se estrene la gente entrará de nuevo a la serie.
Volviendo a 'Amar en tiempos revueltos', ¿crees que tu primo acabará libre?
Yo creo que eso es algo que no se puede decir, pero hay que perder la esperanza.
'Amar en tiempos revueltos' es una ficción que cada temporada renueva sus tramas, decorados y personajes. ¿Es esa la fórmula para seguir contando con el respaldo de la audiencia sin llegar a cansarla?
Creo que es una apuesta perfecta. A lo largo de la temporada, los espectadores se hacen a las historias, se encariñan con los personajes, sufren con ellos, pero no se llega al punto de quemar a los actores. Con una serie diaria y con un trabajo tan intenso es fácil cansarse y si uno se queda acaba perdiendo todo interés. Creo que para el público también es muy positivo que cada temporada la serie se renueve y presente nuevas tramas, de este modo se mantiene un buen nivel de expectación.