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Cada domingo, los concursantes de 'Gran Hermano' celebran una fiesta en un entorno específico creado para el momento de mayor ocio de la semana en la casa de Guadalix de la Sierra. Las fiestas tienen lugar en el bar eco-solidario, que los espectadores del reality conocen perfectamente y han visto en la emisión desde el estreno de la presente edición, el pasado mes de septiembre.
Ahora estos bares eco-solidarios GH podrán salir de Guadalix de la Sierra y extenderse por cualquier ciudad de España gracias a la franquicia creada por Zeppelin TV, productora de 'Gran Hermano', y Retromanía, empresa creadora de la escenografía.
Hasta un centenar de emprendedores se han interesado ya por esta franquicia, que permitirá a los espectadores y seguidores del programa sentir que, a su modo, entran en su programa favorito.
Locales sostenibles...
Se trata de locales sostenibles donde absolutamente todo está pensado para la protección del medio ambiente. Por ejemplo, las lámparas se hacen con círculos de botellas recicladas y con vasos de café, así como con bombillas LED. Los servilleteros son contenedores de reciclaje de papel en miniatura, pero también hay mini-contenedores para reciclar vidrio. Por su parte, entre el mobiliario destacan los taburetes de madera reciclada, con generación de luz por peso. O las mesas, que incorporan una placa solar con capacidad para que -con la energía sobrante de las lámparas- se puedan cargar móviles e incluso ordenadores portátiles.
Además, en distintas pantallas y marcadores colocados en cada local, se facilitará constantemente información de árboles talados, hielo derretido, animales en peligro de extinción o daños al medio ambiente.
...y solidarios
Desde la óptica de la solidaridad, un porcentaje de cada consumición se destinará a proyectos de distintas ONG's, que además podrán convertirse en proveedores de cada bar eco-solidario de GH con sus propios productos (servilleteros, menús, decoración...). En el caso del bar de GH 11, por ejemplo, los peces de cristal son obra de la Fundación ARED, que trabaja en Cataluña por la reinserción de reclusas.
Para que los clientes de cada local conozcan dónde se destinará ese porcentaje de su consumición, un monitor explicará al detalle el proyecto de cada ONG y cómo el importe sumado ayudará a un colegio para niños con discapacidad infantil o a abrir un pozo de agua potable en una comunidad de un país en vías de desarrollo.
Retromanía, además, donará su parte de beneficio a los distintos proyectos solidarios en marcha. Así, se calcula entre 9.000 y 12.000 € por bar y año destinados a cada proyecto de una ONG, a lo que habría que añadir el beneficio proporcionado en el suministro de artículos fabricados por cada organización, si fuera el caso.
