Este fin de semana los medios nos hacíamos eco de una denuncia interpuesta por la escritora asturiana Susana Pérez-Alonso ante la Fiscalía Superior del Principado de Asturias. Según esta denuncia existen "evidentes coincidencias" entre la serie 'La Señora' y su obra "Melania Jacoby", registrada el 16 de enero de 2006. La ficción de La 1, producida por Diagonal TV, fue emitida entre el 6 de marzo de 2008 y el 18 de enero de 2010.
A fin de evitar malentendidos y aclarar algunos de los puntos de su denuncia, la escritora ha hecho público un comunicado "en relación al tema de las posibles coincidencias entre una de mis obras (no publicada) y la serie de RTVE 'La Señora'. Susana Pérez-Alonso manifiesta lo siguiente, dejando que la justicia siga su curso en la confianza de que actuará con la diligencia y el rigor preciso que requieren estos casos.1º.- Yo no acuso de plagio a nadie, otra cosa es lo que opine, pero de nada ha de servir mi opinión ni la de otra parte, y por ello han de ser la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción quienes determinen si existe algún ilícito penal o no en base a los numerosos documentos presentados, efectuando las investigaciones oportunas, y acordando la práctica de las pruebas pertinentes, de las que se obtendrán las oportunas conclusiones.
2º.- De existir algún acto delictivo contemplado en el vigente Código Penal español, es evidente que la autoría de la serie es pública y notoria. No es mi intención ni mi interés causar quebranto económico alguno a RTVE, que desgraciadamente jamás me devolvió las llamadas que efectué a sus servicios jurídicos ni a su Corporación. De igual forma no lo es causarlo a Diagonal TV. Ni por supuesto a Virginia Yagüe Romo, que, públicamente, dice ser la autora de la idea original y responsable de guiones, según consta en todos los soportes de 'La Señora'. Por ello, y para que desde el primer momento quede claro que no me guía un interés crematístico, cosa que puede a algunas personas les cause asombro, mi única petición en dinero presentada ante la Fiscalía ha sido la cantidad de un euro. Y ahí se mantendrá en cualquier marco judicial en el que esta causa pueda verse.
3º.- Cualquier comentario maledicente, que roce mi honor, cualquier comentario que pueda considerarse injurioso, será de inmediato denunciado ante los juzgados por el equipo de abogados que encabeza don Ricardo Alvarez Buylla: que me den la razón no se va a tratar de lograr con insinuaciones, frases de doble sentido ni con el intento de desprestigio de cualquiera de las partes involucradas. Es evidente que los que podría denominar como parte contraria son más numerosos, tienen más medios que yo, pero espero de ellos el mismo comportamiento observado por mi desde el mes de julio del año 2009 que es cuando me entero de todo lo que puede estar sucediendo.
De igual forma -prosigue el comunicado- deseo manifestar que ninguna declaración que no esté firmada por mi ha de tomarse por válida. Mi pensamiento en este tema no es únicamente egoísta, pienso que los derechos de autor son un bien que ha de protegerse, pienso que un escritor no es menos que una multinacional del cine o la televisión e intentando poner un poco de humor a una situación verdaderamente angustiosa y desagradable para mi, un libro, una creación literaria, no merce menos trato que Piolín. Dura lex, sed lex.
Que la justicia no se lave las manos pensando que robar una idea, transformarla o lo que pueda hacerse con la obra original de un autor, es menos que robar un deportivo. Personalmente, me cansa ver o vivir en esta sensación de impunidad permanente de que en este país, cuando se habla de un trabajador de la escritura, parezcamos estar abandonados de la mano de esa justicia que tanto se mueve cuando se trata de una canción o de un pollo estampado en una camiseta. Mis libros, los de todos los escritores, son un bien susceptible de protección y amparo judicial, ya va siendo hora de que alguien lo diga alto y claro.