El pasado domingo Antena 3 estrenó 'Invisibles', la adaptación española del programa de la BBC 'Famous, rich and homeless'. El objetivo de este nuevo formato es el de retratar el grave problema de la mendicidad, una realidad cercana a todos nosotros pero muchas veces oculta para gran parte de la sociedad.
Blanca Fernández Ochoa, Sofía Mazagatos, Álvaro de Marichalar, Miguel Temprano y Yeyo Llagostera son, como ya ocurrió en el programa de la BBC1, los catalizadores para reflejar esa realidad en televisión. Jorge Fernández actua como hilo conductor de las historias que se abordan en 'Invisibles'.
'Invisibles' ha sido grabado durante 10 días, en pleno invierno y a temperaturas bajo cero, en dos grandes ciudades como son Madrid y Málaga. El dinero que, en cada caso, consiguieron ejerciendo la mendicidad fue entregado a los indigentes con los que convivieron.
¿Por qué te decidiste a participar en 'Invisibles'?
Lo hice por echar una mano a muchas personas con las que ya llevo muchos años colaborando porque ya llevo treinta años involucrado en organizaciones no gubernamentales y asociaciones que ayudan a personas desfavorecidas. Es algo que me viene de lejos. Mi antepasado, el Conde de Ripalda, fue quien trajo la Cruz Roja a España y más lejos, otro antepasado mío del que estoy muy orgulloso es Francisco Javier, el patrón de mi tierra, Navarra, que fue un gran misionero. Él ha marcado mi vida. Dar voz a las personas que no tienen voz ha sido el motivo más importante por el que he aceptado esta actuación voluntaria aquí, en Antena 3.
Éste es el primer programa que he hecho en mi vida, pues no es lo mío, pero aquí he visto muchos elementos constructivos y me ha encantado la experiencia. Antes de empezar, tuve un poco el sentimiento de que podría pasar lo que ha pasado, que esto sería muy positivo. Todos tenemos la posibilidad de ser un mendigo. Ser un mendigo es tan fácil como coger una pulmonía o una enfermedad grave, como tener la desgracia de tener un accidente de tráfico o de aviación o tener la desgracia de sufrir la traición de alguien a quien queremos... es algo que nos puede pasar a todos.
De hecho, a mí me ha pasado el quedarme de repente sin un duro, porque ha sido así, he perdido una parte muy importante de mi patrimonio, un patrimonio que he hecho desde los 18 años, que es cuando empecé a trabajar. Es muy duro, pero he invertido todo en los abogados para defenderme del estado, de la administración.
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¿Qué has aprendido en la calle?
En la calle se aprende mucho. Yo he tenido la suerte de conocer este compromiso con las personas menos desfavorecidas desde joven, y ya conocía esa realidad desde hace mucho tiempo. Ahora la he conocido todavía más cercana, porque no es ir a ver dos o tres horas a esas personas, se trata de vivir con ellos en sus mismas circunstancias.
¿Participar en 'Invisibles' te ha humanizado?
¿Lo has pasado mal?
¿Qué más has echado de menos esos días?
Entre sin techos hay ciertos celos, pero la calle te enseña a que todo vale, mientras que en la sociedad en general hay mucho derroche. La sociedad no puede seguir en esta vorágine de consumo. Los de fuera viven ajenos a esa realidad y da la espalda conscientemente. Espero que con este programa la sociedad se ponga más de frente a estos problemas, que mire a la sociedad que sufre con más cariño, con más compromiso, con más amor y con más vocación.
Tengo más de veinte amigos a los que he intentado sacar de allí buscándoles trabajos, pero en algunos de ellos, el escollo ha sido el tema fiscal.
Sí, e invertí casi todo mi patrimonio en evitarlo. Ha sido una lucha desigual de cuatro años de toda la familia, no sólo yo. Mi hermano Mario y yo hemos llevado la dirección de todo el tema y ha sido una lucha sin cuartel, desigual, brutal y absolutamente injusta, de una administración pública, la Junta de Castilla y León, del PP, con el Ayuntamiento de Soria, PSOE, unidos para robar y para expoliar a una familia, a nuestra familia. Nosotros nos hemos levantado contra ellos cuatro años y la justicia nos ha dado la razón en cinco ocasiones. No pueden expropiarnos, hemos ganado los contenciosos, pero nos ha costado mucho sudor, esfuerzo y, sobre todo, dinero. Y ese dinero que yo tenía ahorrado a lo mejor para hacerme una casa o para salir adelante, lo he perdido. He estado al borde de la ruina.
¿Ahora como te encuentras?
Ahora gracias a Dios no, pero tengo unas grandes pérdidas por todo este asunto, todo lo que yo había ahorrado desde que monté mi empresa de parabólicas con 22 años. Ahora no estoy arruinado pero estoy desesperado. Quiero recuperar lo que me he gastado en abogados. Y quiero pedir responsabilidades políticas y judiciales a los que han intentado robarnos.
¿Por qué han hecho eso?
A nosotros nos quisieron expropiar recalificando el terreno a industrial. Un terreno que vale 5 iba a pasar a 500, y no se esperaba que la actitud nuestra sería pedirle al juez que retrotrayeran la calificación industrial a terreno rústico. Es una actitud que se ha calificado de Quijotesca, es romántica al cien por cien, porque son terrenos que están en la familia hace siglos, los hemos heredado de padres a hijos. Los Marichalar estamos luchando en las causas justas.
¿Cuál crees que fue la razón para hacer eso?
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Nuestro terreno está en Numancia, y Numancia es un paraje importante en la historia de España, es el origen de España. Es un paraje y un paisaje de un valor histórico brutal. Han visto en nosotros una presa fácil, pero se han metido un tortazo.