ESTRENO, DOMINGO 13

Conoce a los protagonistas de 'Operación Momotombo'

El espacio reunirá a un grupo de cinco jóvenes con problemas en una aldea de Nicaragua, con el objetivo de construir un comedor para una escuela.

Por Redacción El 11 de Junio 2010 | 00:01

Antena 3 y Plural Entertainment ponen en marcha el próximo domingo, después de 'El club del chiste' el docu-reality, 'Operación Momotombo'. Se trata de una adaptación del formato francés 'The Missionairies' (Los Misioneros), emitido con éxito en el canal TF1.

El espacio contará con un coacher u orientador de excepción, el ex futbolista Julio Salinas, que llevará a cabo su labor en una de las zonas más pobres de Nicaragua, donde el mayor reto diario es subsistir.

Los participantes de este espacio son jóvenes con problemas, procedentes de distintos puntos de España y de distintas clases sociales, que necesitan reconducir sus vidas y que se desplazarán a Estelí, al norte de Nicaragua, con un objetivo solidario concreto: construir un comedor en la escuela de la aldea.

Además, la experiencia les servirá como auto-motivación, en algunos casos sintiéndose útiles por primera vez, además de afianzar su auto-conocimiento y crecimiento personal.

Para cumplir con su misión, los participantes deberán respetar unas normas de convivencia, a lo largo de los 15 días que durará su estancia en Nicaragua, sin las comodidades a las que están acostumbrados, mientras desarrollan su tarea en unas condiciones muy difíciles.

Un grupo de jóvenes fuera de su entorno

Estos son los jóvenes que participarán de esta experiencia única en televisión (de izq. a dcha y de arriba abajo): Ricard (20 años), Josewi (19 años), Irina (18 años), Mayka (22 años) y Nuria (18 años).

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Irina, 18 años

Presumida, con actitud desafiante y afán de protagonismo, se aprovecha de su belleza para conseguir lo que quiere. Cada día piensa en marcharse de casa, donde vive en permanente discusión con su madre. Ni ayuda, ni busca trabajo, sólo le gusta arreglarse y salir con sus amigas. Las conversaciones con su madre siempre acaban a gritos mientras que con sus amigas es feliz, sin obligaciones y con toda la noche por delante.

Ricard, 20 años

Tiene una auténtica obsesión por su físico. Con un cuerpo modelado en el gimnasio y mucho tiempo de preparación diaria ante el espejo, sólo le preocupa salir de fiesta. Dejó de estudiar a los 16 años y se puso a trabajar con su padre en la construcción pero lleva dos años en paro y no hace nada por buscar una nueva ocupación. Aunque sus padres le recriminan cada día lo vago que es, ni se le ocurre irse de casa, allí le hacen todo...

Mayka, 22 años

Josewi, 19 años

Es tranquilo, vago y está totalmente enganchado a Internet. No ha tocado un libro desde los 14 años, abandonó el ejército porque no lo soportaba y sólo ha trabajado un fin de semana en su vida como montador de conciertos. Discute con sus padres, grita mucho y acaba dando un portazo y aislándose en su cuarto. Allí tiene su refugio... su ordenador.

Tiene una hermana melliza con la que discute permanentemente y es habitual que se peguen, se arañen, se empujen y se tiren de los pelos. La casa es un auténtico campo de batalla pero a quien tiene especial rencor es a su madre... no le perdona que la mandara a un internado para malos estudiantes mientras su hermana se quedaba tranquilamente en su casa. Desde entonces, la convivencia ha sido imposible.

Un entorno completamente desconocido, diferentes costumbres, la precariedad de medios y una disciplina, que no siempre están dispuestos a asumir pero sin embargo indispensable para llevar a cabo el objetivo de construir un comedor para los niños del colegio, llevarán al límite a estos jóvenes.

Un conductor de primera división

Julio Salinas (Bilbao, 1962) fue jugador de la Liga española entre 1982 y 2000. Debutó en el Athletic de Bilbao y después jugó doce años en el F.C. Barcelona, a las órdenes de Johan Cruyff y con Pep Guardiola como compañero. También ha jugado en el Deportivo de La Coruña y en el Yokohama Marinos de Japón.

La mecánica del programa

Con la llegada del grupo de jóvenes a Nicaragua comienza la verdadera actividad, enfocada fundamentalmente a cumplir con la misión solidaria con la que se han comprometido: construir un comedor en la escuela de la comunidad de "El Quebracho" (Estelí).

Para conseguirlo:

- El coach (Julio Salinas) será el vínculo entre el grupo y la comunidad local y el encargado de asignar las tareas a los jóvenes.

- El objetivo solidario final, dejar construido el comedor en la escuela de "El Quebracho", se complementará con otras actividades diarias de ayuda a la comunidad local como, organizar juegos para los niños, ayudar a dar la comida en el albergue, hacer papel reciclado, etc...

- Además, el grupo deberá realizar todo tipo de tareas cotidianas como: pescar, hacer la compra en el mercado local, preparar galletas con las mujeres de la comunidad, ayudar a realizar la limpieza de los cerdos de la finca y cocinar su propia comida, entre otras

- Cada programa, uno de los jóvenes será el responsable del grupo. Al final de cada jornada se valorará, con Julio Salinas, la labor del grupo.

- Las recompensas serán fundamentalmente momentos de ocio y deporte, así como excursiones por el entorno de Momotombo.

- Los padres de los jóvenes serán testigos de su vida en Nicaragua, de sus reflexiones, conflictos, enfrentamientos y emociones.

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Objetivo solidario: construir un comedor

La comunidad de "El Quebracho" se encuentra a 145 kilómetros al norte de Managua, la capital nicaragüense. Está formada por unas 45 viviendas en las que viven 250 personas, de las cuales un 30 % son menores de 15 años. Se dedica a la agricultura y el ingreso medio por familia no llega ni para cubrir la cesta de la compra básica.

El centro escolar carece de comedor y a los niños se les facilita su ración diaria de alimento (repartida en desayuno y comida) desde un mostrador ante el que hacen cola. Esta situación dificulta enormemente el control de unos niños que ya presentan habitualmente problemas de salud derivados de una dieta poco equilibrada e insuficiente. Además, el hecho de contar con un comedor en buenas condiciones es una de las mejores garantías para que los padres envíen a los niños a clase.

La construcción de este comedor forma parte de un plan de desarrollo que incluye también la concesión de créditos agropecuarios, la puesta en marcha de brigadas médicas, la construcción de un pozo de agua potable y la dotación de material escolar para el centro.