Un Tribunal de Nueva York ha tomado la decisión de anular la prohibición que existía en la radio y televisión americana de emitir cualquier lenguaje que hiciera referencia al sexo, órganos sexuales y excreciones. La norma estaba en vigor desde 2004 con George Bush en el poder, por lo que esto supone un duro varapalo para los antiguos administradores, pero un triunfo para las cadenas americanas.
El órgano judicial cree que es anticonstitucional porque las cadenas no tienen ninguna manera de conocer lo que se considera ofensivo o no al no tener una guía que se lo aclare. "Las emisoras no tienen manera de saber lo que la Federal Comunication Commission (FCC) puede encontrar ofensivo", avisa el fallo del Tribunal, refiriéndose a la comisión que controla este tipo de contenidos.
Vigente desde 2004
La norma comenzó a forjarse cuando algunos artistas pronunciaron palabras malsonantes durante diferentes entregas de premios emitidas por FOX y NBC en 2002 y 2003. Bono, el cantante de U2, por ejemplo, dijo durante la entrega de los Globos de Oro de 2003: "This is really, really fucking brilliant". Cher declaró en los Premios Billboard: "People have been telling me I'm on the way out every year, right? So fuck 'em". Nicole Richie también fue parte de la polémica cuando dijo en la siguiente entrega de premios del mismo evento: "Have you ever tried to get cow shit out of a Prada purse? It's not so fucking simple".
Además, en otros programas como 'The Early Show' se usaron palabras como "bullshitter" para describir a un participante del 'Supervivientes' americano o en series como 'NYPD Blue' se decía en varios episodios "bullshit". Aún así, no fue hasta 2004 cuando el organismo controlador tomó medidas con las televisiones generalistas.
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Desde ese momento, las multas se sucedieron, creándose un gran debate tras lo sucedido durante la final de la Super Bowl de 2004 cuando Justin Timberlake destapó un pecho de la cantante Janet Jackson. A pesar de no pronunciarse ninguna palabra malsonante, parte de la sociedad americana se escandalizó por este hecho y terminó multándose con más fuerza a las cadenas y radios que infringieran la norma. Ante esto, las cadenas prefieron ser ellas mismas quienes controlaran sus contenidos y los censuraran por temor a la reacción de los anunciantes.Lo más leído
El fallo del Tribunal de Nueva York también añade en sus líneas que la FCC podría tener que hacer una nueva norma que regulara los contenidos y que, esta vez sí, fuera constitucional. A pesar de este fallo, aún no es segura la victoria de las cadenas porque es posible que el caso sea llevado al Tribunal Supremo.