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A tan sólo siete capítulos de su final definitivo, 'El Internado' alcanzó este miércoles uno de los puntos más álgidos de su historia. Fue un episodio trepidante y con enormes dosis de tensión y misterio en el que nos pudimos dar cuenta de que, aunque queda poco tiempo para saber cómo termina la historia, aún son muchos los interrogantes y misterios que quedan por resolver.
En el capítulo "El último deseo", vimos como María consiguió sobrevivir al golpe que le dio Rubén y huir antes de que Hugo y él pudiesen asesinarla. Otros que consiguen escapar, en este caso de Roque, son el grupo formado por Marcos, Julia, Iván y Vicky. El asesino de Carolina apuntó a sus amigos a punta de pistola con tal de retenerlos en los pasadizos y tener tiempo para huir del internado, algo que finalmente no sucedió. Justo cuando Roque estaba a punto de escapar, Marcos le encontró y corrió tras él hasta la azotea donde Carol cayó por accidente. En el momento en que Marcos abrió la ventana con la intención de tirar por ella al que hasta ese momento había sido su amigo, apareció Amaia para disuadirle de que no lo hiciera.Uno de los momentos más emblemáticos del último capítulo fue el protagonizado por Iván y Julia. La pareja estaba a punto de reconciliarse cuando ella recuerda que fue en ese mismo lugar, uno de los baños del internado, donde ambos se besaron por primera vez. Iván, que debido a la medicación está perdiendo la memoria, había olvidado ese detalle, decidió dar marcha atrás y decir a Julia que debía olvidarse de él y que tampoco podrían, ni siquiera, ser amigos. Iván quiere demasiado a Julia y no puede consentir que ella sufra por su culpa.
Por su parte, el grupo de los infectados protagonizó otro de los momentos más tensos del capítulo. Curro, que adoptó el rol del líder, puso un ultimátum a Elsa: o les llevaban las medicinas en menos de una hora o tirarían abajo la puerta que separa la sala de los infectados del resto del internado. No obstante, la directora del centro recibió una llamada del exterior, en la que le comunicaban que iban enviarles una maquina capaz de curar los efectos del virus. Curro, que no terminaba de creerse esa historia, siguió amanzanando con salir de su encierro. Fermín, atado y moribundo en el baño, pidió al polémico personaje que convenza a María para que le traigan la medicina. A los profesores les extraña esta petición del cocinero, ya que él sabía perfectamente que no quedaban más. Entonces, María, Lucía y Elsa caen en la cuenta de que Fermín quiere tender un trampa a Curro. Él jamás le daría la medicina, sino que se la tomaría él. Lucía decide poner un somnífero en el frasco, pero el plan no sale según lo previsto, y no es Curro, sino otro de los enfermos, quién lo tomó. Los infectados consiguieron escapar de la sala, donde un Fermín cada vez más débil y prácticamente ciego, se debatía entre la vida y la muerte en brazos de María.
Así, pues, aunque son muy pocos los capítulos que quedan para el final definitivo, aún son muchos los misterios y problemas que rodean el internado, y cualquier cosa es posible. Además, quedan muchos interrogantes en el aire: ¿quién es el viejo misterioso que tiene tanto miedo de ser descubierto?, ¿dónde está escondido Héctor?, ¿qué ocurrió realmente con él cuando todos le habían dado por muerto?, ¿qué fue de la madre de Marcos y Paula?, ¿dónde está encerrada?
Tendremos que esperar hasta septiembre para resolver todas estas dudas. Los actores de la serie se encuentran grabando en estos días los últimos episodios bajo unas estrictas medidas de seguridad, con el fin de evitar filtraciones, como ya ocurrió con algún capítulo hace unos meses. Será entonces a mediados de otoño cuando conozcamos el final definitivo de una serie que, desde sus inicios, ha tenido altibajos y momentos mejores y peores, pero que, en estos últimos capítulos emitidos, no ha podido estar más emocionante.