El Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC), tiene entre sus funciones impulsar la autorregulación en los medios audiovisuales, ha elaborado un decálogo para un tratamiento informativo adecuado de las personas jóvenes. El código de autoregulación, dirigido a los prestadores de servicios de comunicación, incluye diez puntos, entre los que se invita a no tratar a las personas jóvenes como un colectivo homogéneo sino teniendo en cuenta la diversidad.
El documento se incluye en el proyecto Jóvenes y medios de comunicación, impulsado por la Secretaria de Juventud, el Consejo nacional de la Juventud de Cataluña, el Colegio de Periodistas de Cataluña y el CAC, y tiene como objetivo el fomento del papel de las personas jóvenes como productoras de información sobre ellas mismas, entre otros.El decálogo es fruto de las conclusiones del estudio "El tratamiento informativo de las personas jóvenes en los medios de comunicación", elaborado por el CAC, y de un proceso participativo con periodistas, profesionales de juventud y entidades juveniles.
En concreto, el estudio sobre el tratamiento informativo de los jóvenes muestra que las personas jóvenes, definidas como personas de 15 a 29 años, suelen aparecer en los informativos de televisión en roles residuales, lo que refuerza el estereotipo sobre la juventud. El informe del CAC señala que los jóvenes tienen presencia en tres ámbitos principales: el social (como la inmigración o los accidentes de tráfico), el policial-judicial y el educativo. En todos los casos predomina una visión especialmente problematizada.
Las recomendaciones proponen a los medios evitar las simplificaciones y el uso de los estereotipos cuando se informa de las personas jóvenes y no tratarlas como un colectivo homogéneo sino teniendo en cuenta la diversidad, con especial cuidado de la cobertura informativa de las personas jóvenes recién llegadas y de los colectivos en riesgo de exclusión social, además de fomentar la visibilidad de las mujeres jóvenes.
El decálogo señala la conveniencia de no culpar a las personas jóvenes de los problemas o de las conductas sociales de las que no son directamente responsables, y tratar con rigor y responsabilidad las noticias en casos de violencia, drogas, acoso o cualquier otro acto delictivo para no criminalizar a las personas jóvenes, en general.
Los medios deben dar voz y acceso a los colectivos juveniles implicados socialmente, y utilizar a las personas jóvenes también como creadoras de opinión tanto cuando se habla de cuestiones juveniles como de temas que afectan a toda la sociedad.
Los 10 puntos
- Evitar las simplificaciones y los estereotipos cuando se informa de las personas jóvenes.
- No tratar a las personas jóvenes como un colectivo homogéneo, sino teniendo en cuenta la diversidad.
- Valorar en cada caso si es relevante informar sobre la condición de joven del protagonista de la noticia, sobre todo, cuando el hecho connota negatividad.
- Evitar culpar a las personas jóvenes de los poblemas o de las conductas sociales de las cuales no son directamente o únicamente responsables.
- Documentar las fuentes de información sobre las personas jóvenes, contextualizando los problemas y las realidades específicas.
- Prestar especial atención a los problemas estructurales que afecten a las personas jóvenes.
- Respetar el derecho a la intimidad, a la imagen y a la dignidad de las personas jóvenes.
- Dar voz y acceso a los medios de comunicación a los colectivos juveniles implicados socialmente.
- Utilizar las personas jóvenes como fuente informativa en las noticias en las que son protagonistas, pero también en otras de interés general.
- Potenciar los productos y los espacios informativos creados y realizados por personas jóvenes.