ENTREVISTA FORMULATV.COM

Paqui Peña: "Mi próximo reto será el doblaje de películas y series"

La conocida periodista ha recordado sus inicios junto a Teresa Viejo y Ramón García y ha querido comentar algunos de los polémicos temas que la hicieron conocida.

Por Redacción El 16 de Septiembre 2010 | 00:00

Tras muchos años en el anonimato, Paqui Peña se dio a conocer a nivel nacional en el programa 'El buscador' de Telecinco, sin embargo, fue posteriormente en 'Está pasando' donde logró una gran popularidad. Comenzó trabajando en una televisión local y asegura, sin dudar, que fue para ella la mejor enseñanza que pudo recibir. "Le echábamos muchas horas y no ganábamos casi nada", no obstante, recomienda los medios locales para comenzar a desenvolverse en este complicado mundo de la comunicación.

Dice que arrepentirse en la vida no es bueno, por ello prefiere mirar hacia adelante y no pensar en el pasado ni en las decisiones tomadas. No obstante, no puede dejar de sorprenderse de la repercusión que hoy día siguen teniendo algunos de los reportajes realizados hace ya dos años. "No vale de nada darle más vueltas", afirma.

Paqui Peña ha hecho un hueco a FórmulaTV.com para repasar su trayectoria profesional y charlar de sobre su futuro más inmediato. La reportera nos adelanta su intención de hacerse un hueco en el complicado mundo del doblaje.

Empezaste tu carrera en una televisión local, en Telesur. ¿Cómo recuerdas aquellos inicios?

Fue lo primero que hice. Creo que es la mejor enseñanza para dedicarse al periodismo o la comunicación. Fueron dos años haciendo de todo: desde presentar los informativos a ser la operadora de VTR para la siguiente edición. Era muy curioso ese cambio. Hice magacín, informativos, fui operadora, técnico... Le echábamos muchas horas y no ganábamos casi nada, pero fue una gran enseñanza. Acababa de terminar la carrera y fui directa a trabajar ahí. Hacíamos jornadas de 12 y 14 horas.

Creo que es muy bueno no estar siempre en lo más alto. Hay que estar también en lo bajo para aprender. Luego ya se sabe, las televisiones locales muchas veces fracasan por la publicidad. Se mantienen muy poco tiempo. Nosotros arrancamos con esta televisión y había mucha ilusión puesta. Le recomiendo a todo el mundo que salga de la facultad que comience en un sitio local.

Ahora con la fragmentación las cadenas locales están perdiendo su hueco...

Sí. En Catalunya funcionan muy bien, sin embargo, en Madrid la situación es muy diferente... surgen nuevas cadenas y acaban cerrando. Hace años hubo un boom en la capital, pero lo cierto es que no acaban de cuajar. No conozco cuál es la política empresarial que persiguen, pero puede que el problema esté ahí.

Tu primera incursión a nivel autonómico fue en Castilla La Mancha TV.

Después de pasar por Telesur estuve trabajando en radio. Pasé por varias emisoras, primero locales y luego nacionales (Radio España). Tras eso estuve en Zeta Radio (Grupo Zeta), que se mantuvo durante 3 años. Trabajé con Teresa Viejo y también con Consuelo Berlanga. A Teresa la sustituía por la mañana. Yo hacía entonces un programa por la tarde. Cuando se fue a Castilla La Mancha TV me convenció para un casting de reportera.

Me recorrí toda Castilla La Mancha en un programa similar a 'España directo'. Viajaba mucho, hacía conexiones, reportajes, etc. De ahí salté a Televisión Española, donde estuve con Ramón García, primero en 'Grand Prix' y luego en 'Un domingo cualquiera'.

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No era para nada conocida aún. En 'Grand Prix' tenía labores de redactora. Viajábamos por todos los pueblos que iban a ir al programa. Era muy curioso porque te recibían como en "Bienvenido Mr. Marshall". Tenían que ser pueblos de menos de 10.000 habitantes para que existiera esa unión que buscábamos. Pasábamos días allí en el pueblo y nos acogían de una manera excepcional.

Además, la voz que presentaba a los pueblos y a Ramón García era yo. Me ponía con el micro entre las cámaras e interactuaba con Ramón. Era como una voz de ultratumba (risas). Estar allí fue como irme en verano de monitora de campamento... había que lidiar con toda la gente que venía de los pueblos. Fue fantástico.

Yo creo que todo va evolucionando. La demanda del público va cambiando. Hubo un momento en que programas como 'Grand Prix', 'Todo en familia' o 'El gran juego de la Oca' parece que unían a las familias y lo veían. Hoy día, la oferta es distinta y la demanda también. Todo ha cambiado y parece que este tipo de programas han quedado obsoletos en la televisión actual.

Te vimos la cara en 'Un domingo cualquiera', donde además eras redactora.

Con Ramón García rechazaste seguir a diario en la radio. ¿Qué motivo te llevó a ello?

¿No te arrepientes de esa decisión?

En la vida no es bueno arrepentirse de nada, a no ser que sea algo que hayas hecho a lo loco. Yo lo pensé mucho hasta que tomé la decisión, y no me arrepiento. Sí es cierto que en alguna ocasión me pregunto lo que hubiera sido de mí de haber seguido ligada a la radio. En estos momentos, no vale de nada darle más vueltas.

Cuando estoy en la tele y se enciende el piloto de la cámara es algo mágico. Puedes estar bien o mal, pero para mí resulta una terapia. Cambio completamente mi estado de ánimo. Se me olvida cualquier problema que pueda tener. En cambio la radio tiene algo muy especial... es mucho más rápida, no necesitas imágenes, así que rápidamente puedes conseguir una entrevista por teléfono. La radio tiene un punto romántico que no tiene la televisión.

¿Qué ha sido o es para ti lo negativo de la televisión?

También están los programas de zapping y retroalimentación, algo que parece no existir en la radio.

En los últimos años suele darse mucho dentro de las propias cadenas. Unos espacios se nutren de los contenidos que producen otros. Hay televisiones que lo hacen más, otras menos. Sin embargo, la radio parece que es mucho más pasajera. También está el tema de internet. Se pueden colgar fragmentos de radio, pero la televisión siempre estará más ahí porque jugamos tanto con vista como con audio. Hay que tener más cuidado.

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De 'El buscador' pasaste directamente a 'Está pasando'.

Una cosa llevó a la otra. Ambos programas eran de la misma productora y con el mismo director. Eduardo Blanco, el director, confiaba mucho en mí, además llevábamos casi dos años trabajando para 'El buscador'. De repente, surgió 'Está pasando', se fue Emilio Pineda y nos fuimos tres reporteros con él. También parte del equipo de redacción y de realización. Era un programa diario y querían hacer muchos directos... Yo amo los directos. En 'El buscador' teníamos toda la semana para editar los videos, sin embargo, al ser un programa de fin de semana estábamos muy sujetos a cambios de última hora.

Sin embargo, en 'Está pasando' grabábamos todo por la mañana para que saliera por la tarde. La propuesta para mí era maravillosa. Era un magacín con corazón, pero yo estaba más centrada en la parte de actualidad y en los temas costumbristas. Me gustó mucho la propuesta y me metí de cabeza. No me lo pensé.

¿Te molesta que para mucha gente hayas nacido profesionalmente a partir de estos programas de Telecinco?

No me molesta, pero es cierto que hay muchos años anteriores, sobre todo, en la radio. Me parece curioso. He estado mucho tiempo trabajando y haciendo todo tipo de programas que no tenían nada que ver con los que me dieron a conocer. Si hubiera seguido en la radio, seguiría siendo desconocida. Todo cambió, en el momento en que salí en la tele en un programa que tuvo muchísima audiencia. Yo no era consciente, estaba más pendiente de otras cosas.

Al tema de las críticas no le prestas mucha atención. ¿Tampoco cuando vienen de otros programas como 'Sé lo que hicisteis...'?

Con Patricia Conde trabajé en 'Un domingo cualquiera'. Después, en 'Sé lo que hicisteis...' no me molestaba en absoluto. A mí no me llegaron ni a poner un mote. Siempre era "Paqui Peña". Siempre hablaban de la cadena o del programa, pero a nivel particular no me sentí ofendida en ningún momento. Conmigo no hubo críticas. Si yo le ponía el micrófono a un animal en un reportaje, es normal que hicieran mofa de ello (risas). Hablo a nivel particular, a mí no me molestaba en absoluto. Entraba dentro de lo normal y era hasta gracioso.

Debido a algunos reportajes te llegaron a poner el calificativo de patosa.

Sí, sí. Se dijo eso, pero cuando dices cómo fue todo no te ponen de patosa... ¡Te ponen peor! Para algunos eres patosa, para otros maravillosa... Lo curioso es que son cosas que tuvieron lugar hace dos años y la gente se sigue acordando.

¿Te sorprende todavía la trascendencia que llegan a tener las cosas?

En ningún momento pensé que iba a tener esa repercusión. Y más, estar ahí después de que pasen los años. Me parece tan curioso que creo sería digno de un análisis sociológico. Cuando haces un reportaje piensas que será uno más... Hice muchísimos reportajes en 'Está pasando' y que particularmente se comente uno... sorprende. No sé cómo se han podido crear debates de esa índole.

En su momento te negaste a hacer corazón...

Es lo que menos me gusta. Si podía hacer otro tipo de reportajes, lo agradecía. Evidentemente, a mí no me importaba hacer uno de corazón cada mucho tiempo porque era gratificante poder cambiar. Yo, sobre todo, hacía reportajes de rollo costumbrista. Iba por los pueblecitos para que me contaran cómo vivían sus gentes. Cuando caía una gran nevada, nos metíamos en los pueblos para ver cómo hacían su puchero las señoras. Esos eran los reportajes que a mí más me llenaban. Yo tenía mi propia balanza interior... no me importaba hacer uno de corazón si luego tenía veinte de otro tipo.

¿Prefieres el plató a la calle?

Hace años te diría que la calle, porque aunque resulte más duro, tú eres quién te organizas todo. En plató, en cambio, estás sujeta a un montón de personas, a que mires a un lado o a otro, que hagas lo que te digan... En la calle dices lo que tú crees que debes decir, te arreglas como tú quieres... Lo bueno del plató es que tiene un punto de adrenalina importante. Me gustan las dos cosas.

Tuviste una etapa muy fugaz por Antena 3. ¿Qué pasó?

Estuve un mes y poco. Empecé haciendo cosas curiosas en su programa de sobremesa. 'Tal cual lo contamos' no terminó de arrancar y era sometido a muchísimos cambios. También estuve con Torito presentando videos curiosos. Me dieron la oportunidad de continuar, pero como tenía mucha confianza con el director decidí marcharme. Preferí centrarme en otras cosas.

Recientemente, te hemos podido ver en LaSiete. ¿Hay proyectos nuevos sobre la mesa de cara a otoño?

He estado en LaSiete desde marzo y luego vino lo de Sudáfrica, que me vino muy bien (risas). De repente, me ofrecieron irme a Sudáfrica todo un mes para Telecinco. Llegué muy cansada, pero ha sido muy gratificante. Según llegué me tomé unas vacaciones y a no ser que me llamen para algo muy interesante me voy a tomar un descanso.

Mientras tanto también has estado haciendo doblaje.

Siempre ha estado ahí, pero sobre todo desde noviembre del año pasado. Me parece un mundo apasionante por descubrir. He hecho algunas cosas de narraciones, pero el tema del doblaje requiere su tiempo y constancia. Llevo unos 8 meses, salvo el tiempo que estuve en Sudáfrica, aprendiendo esa técnica con una de las mejores dobladoras de España, Lucía Esteban. Me está dando clases particulares. Mi próximo reto va a ser el doblaje de películas y de series. Es algo que no tiene nada que ver con la imagen. No está expuesta tu imagen, sólo tu voz. Es una alternativa. Antes de hacer periodismo, hice magisterio y arte dramático. Lo de arte dramático lo dejé aparcado hace mucho tiempo y el doblaje es una forma de retomarlo, pero con la voz. Me parece muy interesante.