Desde el pasado 26 de agosto, 'El hormiguero' de Cuatro continúa su exitosa andadura en el access prime time de la cadena. El programa de 7 y Acción regresó con las pilas cargadas y desde entonces sus audiencias se mantienen muy por encima de la media de la cadena.
Con tan sólo unos retoques estéticos, nuevas secciones y algún que otro colaborador nuevo, 'El hormiguero vuelve a seducir cada día a un gran número de los espectadores. No obstante, tal y como afirma Pablo Motos lo importante es acabar la temporada y sobrevivir a los cambios y a la fortaleza de los programas de la competencia.
FórmulaTV.com ha charlado con el conductor de 'El hormiguero' para hablar de la nueva temporada y de cómo ve la televisión en estos momentos.
Habéis tenido invitados muy importantes en el programa y se entregan mucho cuando vienen.
Tenemos gente que nos da muy buena prensa y con la que tenemos contacto. Huge Jackman le dijo a Adam Sandler cuando vino a España que no se perdiera 'El hormiguero'. Es una ayuda enorme porque a veces vienen sabiendo la experiencia que otros han tenido en el programa. Muchas veces, estás con ellos y realmente no terminas de creértelo. Acabas teniendo experiencias muy chulas y sabes que eres un privilegiado.
¿Te han llegado a invitar ellos también a sus casas?
Todo son amabilidades. Cuando vino Will Smith, quisieron cenar con nosotros y me llamó personalmente para decirme que lo iba a hacer muy bien en español. Siempre te dicen que, cuando vayas allí, no dudes en visitarles, pero es por amabilidad (risas). Si voy un día a casa de Will Smith, creo que los de seguridad me matarían a 3 kilómetros.
En otra entrevista, dijiste que querías que viniera Rafa Nadal y por el momento ya has traído a Fernando Alonso. Estáis muy interesados en los deportistas...
Sí, por ahí van a ir muchos de los tiros en esta temporada. Rafa Nadal es un tío encantador y amabilísimo, pero de momento no hemos conseguido que venga a 'El hormiguero'.
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Este año, habéis pasado a denominar el programa con el subtítulo de "2.0". ¿Vais a estar más pegados a las nuevas tecnologías?
Tenemos un proyecto muy ambicioso con la gente de Idealista. La idea es crear una herramienta que permita estar conectado en directo con todas las redes sociales comentando el programa, y que luego podamos ver también desde aquí parte de lo que ocurra allí. Queremos que se puedan hacer preguntas desde internet en directo. Es algo muy complejo porque hay que poner de acuerdo a muchas empresas.
El mundo, y la televisión en concreto, ya no es cómo era. Antes, una inmobiliaria te decía que no había pisos en una zona y te lo tenías que creer. Ahora, en quince segundos puedes saber si te miente gracias a internet. La televisión, que es muy pretenciosa, se tiene que adaptar. La tele es muy antigua y tiene que modernizarse para ser hermana de internet. Este es el futuro claramente y nosotros estamos apostando por ello desde todos los sitios. Tenemos secciones que enteramente son fruto de paridas de internet...
¿Habéis intentado también traer políticos de renombre?
Sí, pero los políticos se protegen mucho porque tienen miedo de meter la pata ante una pregunta imprevista. Las conversaciones no se pueden planear. Les decimos los temas que vamos a tratar y preguntamos si hay algo que le incomode. Intentamos hacer una entrevista amable, pero eso con este tipo de personajes es imposible, hay que apretarles... Preguntas como cuánto vale un café es un horror para ellos. Encorsetan tanto las entrevistas que a veces dudas de si realmente puede ser interesante ese personaje para el programa. Este año, hay promesas de políticos de muy alto nivel, pero si vienen tienen que aceptar que esto es 'El hormiguero'.
Parte de vuestro público son niños. ¿Ha influido eso para que algunas secciones sean divulgativas?
Es más bien al contrario. El hecho de que haya unas hormigas, hace que estemos en un mundo más imaginativo, y es lo que explotamos con secciones como la "Neurociencia". En ningún caso, nos fijamos en que el programa vaya a estar dirigido a niños. Es cierto que no hacemos nada que les vaya a echar, por eso no vamos a hacer una sección de sexo, pero no estamos dirigidos especialmente a ese público.
¿A qué audiencia aspirais este año?
Para que nos deje en paz todo el mundo, tenemos que estar entre 1.600.000 y 1.800.000. Las guerras que hacéis los medios en las audiencias no son tales dentro de los programas. La tele no es quién gana o quién pierde, sino quién sobrevive. Si 'El intermedio' va bien y yo también, será fantástico porque los dos sobreviviremos. Realmente dentro de la tele no se vive esa tensión de lucha diaria. Yo sólo quiero acabar la temporada y poco más... Estamos por encima de la media de la cadena y eso nos tranquiliza.
¿Qué tal con Enrique San Francisco?
Todo lo que se ve de él es cierto, es muy difícil de controlar. Una vez, estábamos en el teatro y empezábamos la función a las 20:00. Él apareció a las 20:25 y todo el mundo estaba ya gritando. Empezábamos en un coche y yo le estaba esperando. Cuando vio cómo le miraba me dijo: "no me mires con esa cara que me estresas" (risas). Con Enrique vas siempre al límite es así.
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¿Tenéis más nuevos proyectos para 7 y acción?
Sí, pero no puedo hablar de ello. 'Tonterías las justas' llegó tras proponérnoslo la cadena. Somos una productora muy humilde que se ha hecho grande, pero no queremos que se nos vaya de las manos. Hay dos o tres proyectos que estamos haciendo que pueden salir.
Lo que sí ha salido es 'El hormiguero' en Brasil, el cuarto en total ya. El plató es igual que el nuestro pero mucho más grande, los presentadores son geniales y tienen mucho ritmo. Estamos muy felices con eso.
¿Echas de menos la radio?
No sabes cuánto... Echo mucho de menos la radio, y muchos taxistas me echan también a mí de menos (risas). Me riñen durante el trayecto entero. Mi novia favorita siempre será la radio porque es donde estoy más a gusto y bien. La adaptación a hacer televisión es difícil porque yo no tengo la habilidad social que pueden tener otros presentadores más guapos. Tengo muchos problemas para no gesticular, mientras que la radio es más cómoda. Me apetece hacer un programa de radio, pero también vivir en Nueva York (risas). Cada vez, me apetece algo distinto y no sé lo que va a pasar.
Las cadenas se han multiplicado en el último año. ¿Te parece algo positivo?
Estamos temblando. La competencia es gente que te quita trozo de pastel. 'Bob esponja' me quita niños (risas). Es muy duro decir que casi me gana una esponja. La verdad es que no me hace ninguna ilusión, además la TDT se ve muy mal. De repente se ve un "chisporroteo" o se va todo. Cuando llueve, en Valencia te quedas sin televisión. Hay que ser elegante y aceptar la nueva competencia, pero la verdad es que los jefes quieren ganar el mismo dinero que el año pasado, algo imposible y que hará que se pongan nerviosos.
A pesar de todo, podremos hacer más la tele que nos gusta y menos el programa que quieres que le guste a la mayoría. Esperemos que no sea con menos dinero, aunque es falso lo que se dice de que 'El hormiguero' es caro. Tenemos el mismo presupuesto que hace cuatro años. Se puso el precio dentro de un pack de otros programas, y desde entonces no se ha subido ni un céntimo. Vamos muy ajustados y ganamos menos. No tenemos grandes presupuestos.
¿Se te han quitado los complejos a la hora de estar delante de una cámara?
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Uno tiene complejos, lo que ocurre es que la televisión los amplifica. Al final acaban convirtiéndose en una broma y es a partir de ese momento cuando se te pasan. Yo nunca seré alto (risas)... y la gente se rie. La tele es una buena terapia. Al estar expuesto se meten contigo muchas veces. El golpe nº3 te duele, pero el nº3000 te da totalmente igual.