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Cuatro ofrece este viernes, 5 de noviembre, una nueva entrega de '21 días' con la reportera Adela Úcar. El programa se ofrecerá a partir de las 23:15 horas bajo el título de '21 días bebiendo alcohol'.
Bajo supervisión médica, Adela Úcar experimentará el consumo de bebidas alcohólicas. Y lo hará poniéndose en la piel de las personas que ingieren alcohol a diario, ya sea para festejar, pasárselo bien o integrarse socialmente. A lo largo de este nuevo reportaje, el programa mostrará las consecuencias de consumir asiduamente y comportarse como una bebedora social. Además, conoceremos casos reales de personas que sufren esta adicción.A pesar de estar regulado por Ley, cada año se conocen nuevos datos acerca del consumo de alcohol indiscriminado en diferentes sectores de la sociedad, constituyendo cifras especialmente alarmantes entre los jóvenes.
Durante tres semanas, Adela convivirá con diferentes personajes que presentarán y ofrecerán una visión sincera y directa de esta problemática. Compartirá momentos y vivencias tanto con personas a las que el alcohol les ha arruinado la vida como con otras para quienes es la mejor manera de divertirse.
Uno de los mayores problemas es que el consumo de alcohol está tan permitido en el día a día de nuestras relaciones sociales, que por esa razón se detecta al adicto demasiado tarde.
Adela, supervisada por el Centro de Investigación y Tratamiento de las adicciones
Antes de emprender esta experiencia, Adela visitará al Doctor Josep Maria Fabregas, en el Centro de Investigación y Tratamiento de las adicciones. Este médico tiene una larga y reputada experiencia en este campo y su labor como especialista incluye, además, ayudar a sus pacientes a ser conscientes del problema que tienen para poder superarlo. Él será el encargado de supervisar a Adela en su experiencia durante estas tres semanas.
Las personas que conocerá Adela
A lo largo del reportaje, Adela acompañará a José, de 48 años, quien lo perdió todo por culpa de su adicción al alcohol. Hace un tiempo tuvo una mujer, una hija, una casa y un negocio en Madrid pero, desde hace dos años, duerme en la calle y se busca la vida como puede, aunque reconoce que nunca pide. Además, hace 10 años que no habla con su familia, pero es consciente de los problemas que le ha traído el alcohol. La periodista recorrerá con él las calles de Madrid en busca de dinero en cabinas, colillas en el suelo y el lugar más barato donde comprar el tetrabrik de vino.
Otro de los casos que se mostrarán en el reportaje está protagonizado por Emilio, un economista de 44 años. Lleva 7 meses y medio sin beber y también lo perdió todo por culpa del alcohol: trabajo, casa, mujer, y casi la custodia de su hijo. En este caso, la evasiva del estrés fue la que, a los 28 años, le incitó a beber a diario. Su madre, que lo ha pasado bastante mal, es quien más le ayuda a superarlo.
Además, Adela conocerá a Maria José de 48 años. Lleva dos años sin consumir y parece que, después de muchos intentos, ha conseguido dejar una adicción que la llevó a consumir hasta cuatro botellas de vodka al día. Según reconoce, empezó a beber con 11 años y el principal motivo para hacerlo era superar la timidez.
Adela también acompañará a Lucia, una joven de 18 años para la que el alcohol es un acompañante más cuando "va de marcha". Según afirma, lo hace por diversión, para pasarlo bien y la manera más económica que tiene de consumir la mayor cantidad posible de alcohol es el botellón, una costumbre bastante extendida entre los jóvenes hoy en día, que llega a congregar a miles de personas. Adela comprobará junto a Lucía cómo la bebida les ayuda a desinhibirse y cómo en una noche pueden llegar a tomar más de 20 copas.
Por último, Adela presentará a Nico, un hombre de 48 años que bebe a diario, aunque no se reconoce alcohólico. Nico está separado y vive en una habitación alquilada en Fuencarral (Madrid) por la que paga 300 euros y, aunque cobra 400 euros por el subsidio de desempleo, le queda muy poco dinero para vivir. Él asegura que su tolerancia al alcohol es muy alta, pudiendo beber cuatro whiskeys en una mañana y no ir ebrio.
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