Canal+ estrena este jueves, 18 de noviembre, a las 22:00 horas, 'The Cove', la cinta ganadora del Oscar al mejor documental en 2010. Una cruda denuncia a lo que se esconde cerca de la población japonesa de Taiji: la captura y matanza salvaje de delfines.
La producción está dirigida por Louie Psihoyos, antiguo fotógrafo de National Geographic y creador de la Oceanic Preservation Society y está construido con la estructura narrativa de un thriller. La cinta estará disponible en alta definición en Canal+ HD (dial 111 de Digital+). Los próximos pases tendrán lugar los días 22 (22:00, Canal+ Dos) y 23 (17:40, Canal+).'The Cove' revela la matanza anual de delfines que se realiza en la costa de Taiji, en Japón, donde miles de animales mueren lejos de la vista del público en una cala recóndita que está defendida con uñas y dientes por las mafias. La mayoría de los delfines acaban en el plato de los niños japoneses –pese a los niveles de mercurio ultra tóxicos que contiene la carne de delfín–. Sin embargo la matanza está dirigida por otra industria que genera millones de dólares: los mejores ejemplares son capturados vivos para venderse en acuarios de todo el mundo.
Uno de los personajes claves del documental es Richard O´Barry, antiguo adiestrador de delfines conocido en los años 60 por amaestrar a cinco delfines para la famosa serie de televisión Flipper. Tras un traumático suceso en el que uno de sus delfines murió en sus brazos, O´Barry se convirtió en un defensor acérrimo de la libertad de los delfines convencido de su sufrimiento en cautividad.
El director y su equipo consiguieron filmar estas matanzas utilizando estrategias casi de comando militar. Lograron despistar a las autoridades, a las mafias y a los lugareños llevando la grabación en absoluto secreto y utilizando las técnicas más modernas de cámara oculta.
Su objetivo último era, por un lado, concienciar al planeta sobre la necesidad de preservar los océanos y sus habitantes, porque de ellos también depende nuestra salud, y por otro, obviamente, conseguir que se prohíba la caza de delfines, aunque Japón no parece estar dispuesto a transigir.