¿Se imaginan al mismísimo Zapatero o a Rajoy llamando al teléfono de aludidos de un programa de televisión para defender su reputación? Algo similar ocurrió anoche en Italia con el primer ministro. Cansado de las constantes acusaciones y ataques hacia su persona, Silvio Berlusconi entró este lunes, vía teléfono, en el programa 'L'infedele' de La7, una de las pocas cadenas no controladas por primer ministro italiano.
El programa, conducido por Gad Lerner, abordaba el caso de Ruby R., la joven marroquí que era menor de edad cuando acudió a las fiestas del mandatario. Berlusconi está siendo investigado por un presunto delito de inducción a la prostitución.Por sorpresa, Silvio Berlusconi llamó al programa para responder a los comentarios que venían realizando los contertulios de 'L'infedele' (El infiel) y de paso meterse con el presentador. La de anoche fue la primera vez que Berlusconi entraba en directo en un programa de televisión para poner verde tanto al presentador, a los contertulios como al público presente.
"Me han llamado invitándome a sintonizar el programa. Estoy viendo un programa desagradable, con una conducción despreciable, infame, repugnante", afirmó el primer ministro con tono enfadado.
Lerner, el presentador de 'L'infedele' le instó a calmarse. "Ya ha insultado bastante, ¿por qué no va ante los jueces en vez de insultar? [...] Siendo usted también mi presidente del Gobierno, le invito a moderar los términos en los que habla". No obstante, Berlusconi en lugar de calmarse continúo en su particular ataque. Según "Il Cavaliere", el programa estaba dando tesis "falsas y distorsionadas, lejanas de la realidad".
En su intervención, Berlusconi aprovechó para defender a la consejera regional Nicole Minetti, que aparece en la investigación judicial como una de las organizadoras de las fiestas privadas del mandatario en las que participaron algunas prostitutas. "Nicole Minetti es una espléndida persona, inteligente, preparada y seria", apuntó anoche Berlusconi faltando el respeto a las invitadas del programa. En ese momento el presentador llamó "cafone" (grosero) a Silvio Berlusconi.
Al final de la intervención telefónica, Berlusconi invitó a la cantante Iva Zannicchi, presente en el plató, a abandonar lo que calificó de "increíble prostíbulo televisivo", levantando las protestas del público asistente al programa.
Según recoge el periódico Corriere della Sera, el pasado 18 de enero Berlusconi quiso intervenir en otro programa de televisión, 'Ballarò', en el que se analizaba también el caso Ruby, sin embargo, el presentador del programa prefirió invitar al primer ministro a que acudiera al plató en lugar de dejarle entrar vía teléfono.