Entre estrategias de promoción, programaciones y contraprogramaciones, el público es el que termina eligiendo lo que va a ver en cada momento. La éxito, al final, se encuentra en la variedad según los datos arrojados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el último informe trimestral de la Defensora del Espectador, Oyente e Internauta de RTVE. Esta variedad que tanto se echa de menos a veces en televisión es la característica más valorada por la audiencia de televisión, seguida de sus contenidos de entretenimiento.
Según el estudio del CIS, el 43,3% dice que la televisión en abierto de los españoles tiene poca (52,3%) o ninguna (16,6%) calidad. La imagen de la televisión en España queda un poco tocada.
La televisión, que tantas opiniones suscita, es hoy unos de los medios más importantes. Según los espectadores, el 43,6% dice que la programación "es variada y se puede elegir", el 17,2% afirma que "proporciona entretenimiento" y el 9,1% que "proporciona información". A un lado se queda el valor formativo (1,1%) y la ausencia de publicidad (0,6%).
Las televisiones privadas se quedan a un lado en cuando a lo que se les debe exigir en su parrilla. El espectador, según el estudio del CIS, opina que una televisión pública debe garantizar contenidos de calidad (23,9%) y difundir la cultura (21,1%).
Los gustos se distancian de los resultados
Cuando se entra a hablar de programación, los gustos de los españoles entran en una tónica diferente. Los españoles dicen que los programas que más gustan son los telediarios e informativos (38,5%), por delante de las películas (14,2%), los culturales y documentales (9,5%) y las series y comedias (8,3%). Los programas y retransmisiones de fútbol (6,1%) y las tertulias (5,6%) aparecen a continuación.
Estos datos, sin embargo, no tienen nada que ver con la realidad que se ve en el día a día de las audiencias. Aunque en las encuestas el espectador anuncie que su programa favorito es un espacio cultural, la audiencia de La 2 se mueve este mes en torno al 2,6% de share de media. Sin embargo, el resto de cadenas privadas, con ficciones o programas de espectáculo en su programación, consiguen superar en algunas ocasiones el 20%.
