Los periodistas enviados a Egipto para cubrir la revuelta que está teniendo lugar para llegar a una transición democrática también están sufriendo las consecuencias de la violencia. Joan Roura, corresponsal de TV3 en la zona, ha sido uno de los que más ha sonado por haber sido agredido mientras realizaba una conexión con el canal 3/24.
El enviado especial, acompañado de su cámara Robert González, tuvo que interrumpir la información que estaba dando después de que un grupo de manifestantes le agrediera y robara parte de sus pertenencias. El periodista explicó posteriormente que se trataba de unos seguidores del mandatario Hosni Mubarak y que tanto él como su compañero se encontraban sanos y salvos.
Según afirma Roura, cuando un extranjero utiliza su teléfono móvil, como sucedía en aquella conexión, es habitual que sea objeto de miradas intimidatorias y que quieran robarle el equipo técnico. Además, ha añadido que su agresor iba armado con una pistola, pero no sabe si se trataba o no de un policía.
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Además de Joan Roura, ha habido otros casos de periodistas agredidos en la zona. La corresponsal de TVE Rosa María Molló vivió una situación similar, lo mismo que el periodista Sal Emergui de RAC1, que colabora con laSexta y El Mundo; el fotógrafo Guillem Cervera de "La Vanguardia" Anderson Cooper de CNN u otros profesionales de medios como Al Yazira o BBC.