El documental es un género que ha incrementado el número de sus seguidores y su presencia en cines y televisiones. La nota negativa es la escasez de financiación pública. Éstas son algunas de las conclusiones a las que llegaron ayer en Madrid los participantes de la mesa redonda con la que el canal de documentales Odisea inauguró su Semana Documental, que rinde homenaje al género y celebra sus 15 años de emisión.
Roberto Blatt, director de Odisea y de Contenidos de Chello Multicanal, puso énfasis en el éxito de Odisea, como la mejor prueba de que los documentales siguen apasionado al público. "Hace 15 años, se decía que en España los documentales no interesaban, pero nosotros asumimos el riesgo de lanzar un canal documental español, y la audiencia nos ha dado la razón. Es una pena que el gran talento y los múltiples temas de interés que hay en nuestro país, no cuenten con el apoyo que existe en otros países europeos y en otros países emergentes".
Para Carles Bosch, ganador del Goya 2011 por el documental Bicicleta, cuchara, manzana, "hay una cierta idea de que el documental no es entretenido, pero en realidad sí lo es". A su juicio, "estamos haciendo películas documentales que merecen mucho más público del que va". A Bosch, que dirigió también Balseros, nominado a los Oscar en 2003, "el documental como formato es maravilloso porque permite explicar la realidad, seguir siendo periodista y usar la creatividad del cine para llegar al público".
Loris Omedes, productor, entre otros, de Balseros y del documental nominado a los Goya Maria y yo, señaló que hoy en día, gracias a la tecnología, es posible hacer un buen documental con mucho menos dinero que hace unos años. En su opinión, "el documental se ve, está más vivo que nunca". "Mi última película –afirmó-- tuvo medio millón de descargas ilegales en Internet". "Larga vida al documental", pronosticó Omedes que, sin embargo reconoció que el género está todavía muy lejos de ser tan rentable económicamente como otros formatos. "Estoy forrado de prestigio", bromeó.
Esther van Messel, creadora de First Hand Films, una de las principales distribuidoras de documentales del mundo, opinó que "la clave del éxito de los documentales es la pasión". "El documental es lo mejor que hemos podido inventar en este negocio. Es capaz de hacerte reír, llorar, emocionarte...".Para Messel, la parte de realidad que conllevan los documentales es uno de sus mayores atractivos. "Hay un mayor compromiso de ser auténticos–explicó-. Las mejores obras de ficción son aquellas que sentimos más cercanas, las que van precedidas de la frase basado en hechos reales".