De Estados Unidos nos llegan grandes series e interesantes formatos, pero eso no debe hacer olvidar que en todas partes cuecen habas y que allí tampoco se libran de los presentadores insoportables, los programas de telerrealidad bochornosos y las series prometedoras que resultan ser un desastre.
Para demostrarlo, hacemos un repaso a lo que deseamos que nunca tengamos que aguantar.
El peor reality-show: 'Extreme Makeover' (ABC)
El éxito de este programa fue tal que hasta inspiró un imitador ('The Swan', emitido en Fox) y uno de los mejores capítulos de la serie policíaca 'Sin rastro'. El planeamiento es sencillo: elegir a un grupo de hombres y mujeres con fuertes traumas debido a su físico y someterlos a multitud de operaciones de cirugía estética hasta convertirlos en émulos de Barbie y Ken. La idea original del programa no estaba mal, ya que en muchos casos los participantes tenían graves defectos físicos que por problemas económicos no podían resolver. Pero el desarrollo era, como dice el título, extremo, alterando completamente la apariencia con procedimientos que no se necesitaban y explotando los problemas de autoestima. 'Extreme Makeover' lleva hasta el límite y ayuda a perpetuar la obsesión por la belleza y la perfección en la sociedad occidental que tan bien es diseccionada en 'Nip/tuck, a golpe de bisturí'. Lo más interesante de 'Extreme Makeover' es que inspiró un spin-off bastante mejor, 'Extreme Makeover: Home Edition', en el que un equipo de albañiles construyen o reforman una casa para una familia con apuros económicos mientras ésta disfruta de unas vacaciones pagadas.
La presentadora del infierno: Star Jones (ABC)
No tenía mala pinta al principio. Una prometedora fiscal afroamericana que salta a la televisión como comentarista legal en el canal Court TV, especializado en satisfacer el morbo que sienten los norteamericanos por los juicios a psicópatas, pedófilos, famosos o una combinación de los anteriores. En apenas unos años Jones se convirtió en una presencia habitual y saltó a la fama gracias a 'The View', un talk-show protagonizado por un grupo de mujeres de diversos caracteres y procedencias. Con la fama llegaron las declaraciones extravagantes y los libros de auto-ayuda con una espiritualidad de saldo, uno de ellos dedicado a su misterioso y dramático adelgazamiento. Después se descolgó con una boda extravagante que se convirtió en el centro de su programa y que muchos creen que fue un engaño publicitario (se rumorea que el novio era abiertamente homosexual antes de conocerla). Jones se dedicó a realizar promociones gratuitas en su programa de todo tipo de productos y servicios para que le salieran gratis. En unos de sus grandes momentos, fue fotografiada en una playa leyendo uno de sus propios libros. Aunque aspira a convertirse algún día en la nueva Oprah Winfrey, es una de las presentadoras más odiadas de los Estados Unidos.
'Emily's Reasons Why Not'
El desastre del año: 'Emily's Reasons Why Not' (ABC)
Una comedia romántica con un planteamiento atractivo: una mujer joven y emprendedora descubre que las reglas que le han permitido lograr el éxito profesional no son tan sencillas de aplicar cuando se trata de su vida amorosa. Una estrella cinematográfica con belleza, carisma y un futuro prometedor: Heather Graham. Y una cadena que no duda en poner en marcha una cara campaña promocional que incluye anuncios en todas partes y portadas de revistas como 'Life. Pero el resultado final, 'Emily's Reasons Why Not', duró exactamente una semana en antena, convirtiéndose en el batacazo más sonado de la temporada. Y es que cuando falta el talento y los chistes son malos, no hay ni dinero ni estrella del cine que lo arregle. Pero todo tiene su lado positivo. Como sólo se produjeron seis capítulos, las ventas internacionales serán imposibles. Pensar que Cuatro podría comprarla para que le hiciera compañía a la cochambrosa 'Joey' pone los pelos de punta.
El proyecto más temible: 'Special Unit' (Comedy Central)
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Comedy Central es la casa de la irreverente 'South Park', pero en este caso es posible que se les haya ido la mano. Aún está en fase de desarrollo, pero lo que se cuenta de 'Special Unit', un vehículo de lucimiento para el cómico Christopher Titus ('Titus'), da un poco de vergüenza ajena: un policía rebelde que siempre se está metiendo en líos acaba en una unidad compuesta por agentes física y mentalmente discapacitados. Entre ellos se encuentra un émulo de Sherlock Holmes que habla de forma incomprensible debido a una parálisis cerebral, un enano con una puntería fabulosa, un autista experto en artes marciales pero al que no le gusta que le toquen y un veterano de la Guerra del Golfo experto en tecnología. Una cosa es no dejarse llevar por el fundamentalismo de la corrección política y otra muy diferente convertir la discapacidad en objeto de risa.