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'Ángel o demonio' ya ha sido renovada por una segunda temporada como informó en primicia FormulaTV.com y Mar Saura ha comentado el momento en que se encuentran de las grabaciones. Asegura que es una serie en la que se tienen varios capítulos abiertos y que los espectadores podrán comprobar cómo continúa mejorando según avanzan los episodios.
Acabas de estrenar 'Ángel o demonio' con muy buenas críticas en Telecinco. ¿Esperabais esta aceptación?Cuando comienza una serie, nunca sabes lo que va a ocurrir. Siempre tienes la esperanza de que a la gente le guste y lo vea, pero la realidad es que no se sabe. Ha sido una sorpresa para todos y estamos muy contentos.
Además, habéis renovado por una segunda temporada y ya estáis inmersos en ella...
Estamos rodándola ya. Grabamos la primera, se estrenó y tuvimos como dos semanas de descanso nada más. Estamos con los primeros episodios, vamos por el cuarto, aunque en 'Ángel o demonio' se tienen varios capítulos abiertos.
¿Siguen manteniendo el nivel las tramas?
Sí, por supuesto. Cuando comenzamos a leer los capítulos, todos los actores y el equipo técnico nos preguntábamos entre nosotros si habíamos leido el siguiente. Lo han hecho fenomenal y tiene un planteamiento porque, además de la línea argumental principal, cada capítulo es autoconclusivo. Tiene una historia que nace y muere, lo que hace que te mantenga muy vivo. Sigue siendo así en la segunda temporada, aunque la diferencia será que estas tramas autoconclusivas serán más largas.
Aunque lo mejor de la primera temporada está por llegar. Los primeros capítulos son un poco de presentación, para que el espectador conozca la serie. Ahora, la cosa se va liando mucho más. Lo que falta está muy bien.
Interpretas a Alexia, uno de los demonios.
Alexia es un demonio, como su propia naturaleza indica. Es cruel, violento y maligno. Tiene mucho odio y rencor. Fue un ángel en su pasado, como Valeria. Por una serie de circunstancias que el espectador irá descubriendo, se cambia al lado oscuro. Empieza a quedar muy claro lo que le pasó y por qué cambió el blanco por el negro, le pasó algo muy fuerte en su vida. Aunque de esa época, sigue arrastrando mucho amor. Es un demonio muy complejo. Hay momentos en su propia historia en que Alexia no lo va a tener del todo claro.
¿Qué está siendo lo más divertido de interpretar a un demonio?
La maldad que tiene te da mucha libertad. Alexia no es un ser terrenal, con lo cual la malicia te puede llevar a límites insospechados.
¿Hay mucho de demonio en Mar Saura?
Antes de conocer a Alexia, piensas que puede haber algo de demonio. Pero cuando conoces a estos personajes te das cuenta de que no. Estos son demonios de verdad, lo otro es jugar a muñecas. Soy poco demonio, y si tuviera algo... ¡mal iríamos! [risas]. Lo único que tengo de demonio es lo más cercano de Alexia.
En jerarquía, estás por debajo de Duna. ¿Qué supone que tu personaje reciba órdenes de un demonio en forma de niña?
Tiene forma de niña pero tiene mucha maldad porque es el demonio más mayor de los cuatro. Duna tendría unos 500 años y Alexia, 400. Los demonios respetan mucho las jerarquias, y Alexia lo lleva bien. No tiene ningún problema con eso y respeta a Duna, aunque juega también un poco por libre. Tiene una trama con Natael que está fuera de su control.
¿Qué ha ocurrido entre Natael y Alexia?
Se va a ir descubriendo poco a poco. Van quedando cosas muy claras a partir de la mitad de la temporada. Está claro que ha pasado algo muy fuerte entre ellos, pero de momento no se puede contar más.
En la serie, está el bando de los ángeles y el de los demonios. ¿Atrae más hacer el bien o es mejor ser un demonio para interpretarlos?
Puede que no sea objetiva porque yo interpreto a Alexia, pero me divierte más el lado de los malos. Puede que, si me hubiera tocado un ángel, defendería más ese lado. Son más divertidos porque te permiten más libertad. Son capaces de cualquier cosa increíble. Te sorprende lo que hacen para captar a alguien.
Lo que pretenden no es matar a gente, sería muy fácil. Su objetivo es ponerse medallitas, convencer a la gente y manipularla para que sean sus siervos.
'Ángel o demonio' dio la sorpresa como una de las series que dio el salto a Telecinco tras la compra de Cuatro. ¿Esperabais este cambio cuando se hablaba de las negociaciones?
Es un tema más de los de arriba. Al principio, me dijeron que iría para Cuatro y de un día para otro nos comentaron el cambio a Telecinco. Hasta ahí puedo leer, los actores no nos metemos en las razones de por qué se hizo. Nos pareció estupendo.
¿Crees que ha ayudado este cambio o hubiera estado mejor en Cuatro?
No lo sé, la verdad. Los responsables de Telecinco, al ser propietarios de las dos cadenas, pensarían que el producto estaría mejor destinado en Telecinco. No sé por qué llegaron a esa conclusión, pero es así.
Las presentadoras soléis correr el riesgo de no convencer cuando dais el salto al mundo de la interpretación. Con Alexia, ¿has conseguido que la gente se olvide de esa faceta y te vean como actriz?
Me estoy llevando sorpresas muy positivas por mi personaje de Alexia. Todo el mundo me dice que le gusta mucho, pero no sé si es así porque imagino que no me pararían por la calle para decirme que no les gusto [risas]. La acogida ha sido muy positiva, incluso por las críticas que se han hecho.
¿Vas a continuar centrada en esta faceta de actriz o podremos verte en algún momento otra vez como presentadora?
Vivo el momento. Pasé al mundo de la interpretación porque lo buscaba, lo quería. Parte de la decisión de marcharme fuera de España fue por eso. Me apetecía hacer algo diferente y personajes diferentes. Me propusieron un personaje muy diferente y se produjo una simbiosis porque ellos querían a una española con mis características. Me atraía y lo quería hacer.
Los próximos meses de mi vida los pasaré metida en un plató interpretando a Alexia. A partir de ahí, no sé que va a suceder. Ojalá pueda volver a presentar porque guardo muy buenos recuerdos de aquello y no lo tengo muy lejano.
En el extranjero, has trabajado en la serie 'Capadocia' para HBO. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Muy buena. Trabajar para un canal americano como HBO es genial. 'Capadocia' tenía un plató de 9.000 metros cuadrados para recrear la cárcel. Es una serie de cárceles de mujeres mexicanas. La experiencia ha sido muy positiva y creo que me ha enriquecido tanto personal como profesionalmente. He trabajado con actores de fuera y aprender de ellos. La serie ha tenido varios directores y a mí me tocó rodar con Carlos Carrera, que ha estado nominado varias veces a los Oscar. Fue muy positivo.
También tuve la suerte de que HBO me eligiera para ser la imagen de la cadena en los Emmy y entregué un premio. Todo lo que pueda contar sobre esta experiencia es poco.
En España, se está apostando mucho por un tipo de series muy diferente al que se hacía antes. ¿Cómo estás viendo el estado de la ficción en este país respecto a otros países?
En España, hoy en día, la acogida de las series españolas es impresionante. Las audiencias se las están llevando las series. En los últimos años, el nível ha crecido mucho y no tenemos nada que envidiar al resto de países. Hay muchas series que, de hecho, se están vendiendo al extranjero. En México, se siguen muchas series españolas.
