Julio Muñoz: "No hay un formato que cubra mejor que 'España Directo' sucesos como el terremoto de Lorca"

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A las 19:00 horas, en pleno directo del programa, un nuevo seísmo sacudió la zona y la torre de un campanario se cayó delante de ellos sin causarles ningún daño. El vídeo, que ya ha recorrido el país, ha sido solo parte de la gran cobertura de 'España Directo' del terremoto de Lorca, de la cual Muñoz se siente muy orgulloso y ha defendido su programa por la importancia que tiene en la cobertura de sucesos de este tipo.

¿Se te ha pasado ya el susto?

Sí, aunque no me asusté mucho porque no me di cuenta de lo que pasaba. Estás con la tensión y no te das cuenta en el momento de lo que ocurre. Es después cuando he visto el revuelo que se ha armado cuando me he dado cuenta de la gravedad de lo que pasó.

¿Cómo has vivido este suceso en primera persona?

Como estaba de espaldas, no veo que se viene encima de mí el campanario, que es lo más aterrador. Mis tres compañeros sí lo vieron, y yo menos mal que no me fijé en sus caras porque si no me muero. La sensación fue como que una ola atravesaba el suelo. Me imaginaba que se movería todo de lado a lado pero parecía un plano grabado desde un barco. Lo que te asusta es ver que está todo el mundo desencajado y gritando. En ese momento, te preguntas qué está pasando y te da tiempo a apartarte y poco más. Afortunadamente, tuvimos la rapidez de contar lo que estaba pasando y seguir grabando el directo.

Siempre nos da mucha rabia cuando llegamos a un sitio y ya ha pasado el suceso. Nos da pena no estar en el momento del vendabal que ha tirado un árbol, cuando el agua entra en una casa. Con estas imágenes, no solo conseguimos las imágenes sino que las transmitimos en directo.

Sería todo muy caótico..

Sí, claro. Imagínate a la gente gritando, llorando... Los niños, que son un poco más incoscientes y no están tan en relación con lo que está pasando, estaban asustadísimos. Se masticaba que estaba pasando algo grave.

¿Sentiste que tu vida podía llegar a correr peligro?

No, ni creo ahora que hayamos estado tan en peligro. Después de hacer dos horas de directo, nos quedamos grabando la noche de la gente. Hubo un momento en que nos metimos en una bocacalle que estaba muy dañada. Estábamos grabando una tienda que estaba destrozada y sentimos otra réplica. Allí, todos dijimos que habíamos pasado más miedo que en la primera réplica. Salimos corriendo y afortunadamente se quedó en nada.

¿Cómo estás viendo a la gente de Lorca? ¿Están intranquilos y con miedo a otra réplica?

La sensación es la que tenemos todos. Cuando llegamos, teníamos el pálpito de que no iba a pasar nada más, pero de repente sucedió. Tenemos esa incertidumbre.

¿Cuál es el reto profesional de contar este tipo de noticias?

Todas estas cosas quedan muy espectaculares, pero no tienen mérito porque se cuentan solas. Donde enchufes el plano, vas a conseguir imágenes que abrirían los informativos de casi cualquier país. El mérito, si tienemos alguno, fue encontrar la voz y el punto medio entre ser informativo y humano. No caímos en la espectacularización. Es muy importante para nosotros, en una televisión pública, tener un compromiso ético con la información que damos. Es inevitable que a veces se te vaya el tono y tiendas a espectacularizarlo, pero creo que el trabajo que hicimos fue nuestro logro.

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Habrá sido una de tus reportajes más duros...

Sí, osbre todo porque después nos quedamos toda la noche. Yo salí de Madrid a las 5:30 de la mañana. Cogí el AVE a las 7 de la mañana porque íbamos a preparar un directo en Alcantarilla, a sesenta kilómetros. No llegamos al hotel hasta las 4 de la mañana, hicimos casi 24 horas seguidas. Te da el bajón cuando llegas y ves que no has parado ni has comido. Nos hemos levantado todo el equipo con cara de haber pasado muy mala noche, pero tenemos muchas ganas de seguir contando lo que está pasando. Te das cuenta de que estás haciendo un servicio público. Fuimos la voz para mucha gente para saber si sus familiares habían muerto o no. Limpiamos el nombre de la televisión.

Lo cubriste de casualidad...

Sí, estábamos en Alcantarilla para hacer un directo que no tenía que ver. De repente, a las 17:20 notamos que pasaba algo y nos llamaron para que canceláramos esa conexión y fuéramos a Lorca. Impresionaba nada más entrar que estaba todo el mundo fuera de sus casas con caras de incredulidad pensando que lo más grave había pasado ya.

¿Tuvisteis limitaciones por parte de la Policía?

Son momentos de mucha tensión para todos y nuestra responsabilidad está por encima de eso. Depende mucho del tono en que vayas. Nosotros, y me consta que cualquier miembro de Televisión Española, lo que menos vamos a hacer es entorpecer el trabajo de un miembro del cuerpo de Policía o de Bomberos. Cuando tienes clara esa filosofía y actúas de cara a ella, no hay problema. La relación tanto con Policía Local, Nacional, 061, Bomberos... ha sido muy buena. Les ayudamos, intentamos transmitir todos sus consejos para que no hubiera más víctimas. Fue una colaboración mutua.

En las últimas horas, te has convertido en uno de los rostros de referencia del terremoto...

Me da un poco de pena porque somos cuatro en el equipo, además de mi compañero Ginés que está en la unidad móvil. Si yo me juego la vida, ellos se la jugaron igual o más. Además, no me gusta que la noticia de que se nos caiga a nosotros en directo eclipse a que ha habido ocho muertos.

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Siempre he entendido que el periodista no es noticia. Entiendo que es llamativo y no tengo ningún problema, pero me gustaría que no se perdiera el foco porque la verdadera noticia es el terremoto. Una imagen tan potente como la que vimos, ayuda a que la gente se entere, pero no se debe perder la perspectiva. Ninguno de nosotros somos los protagonistas.

Continuaréis cubriendo el suceso a lo largo de esta semana.

Hoy, todo el equipo de 'España Directo' se traslada a Lorca. Vamos a emitir en directo todo desde aquí y llegará la presentadora y cuatro reporteros más para contar todo lo que ha pasado aquí con la misma voz de la que hacemos bandera y que queremos seguir teniendo. Nosotros estuvimos hasta las 4 de la mañana grabando lo que ocurría por la noche y, aunque nos han dicho que descansemos, queremos hacer un directo también.

La audiencia de 'España Directo' subió a un 14,6%. ¿Crees que hay interés o morbo por este tipo de noticias?

Siempre llaman la atención estas cosas, pero el que buscara morbo no se quedó viendo 'España Directo'. Lo que intentamos es que fuera muy pulcro éticamente. Otra cosa es que llame mucho la atención. No estamos acostumbrados y tenemos muy presente lo de Japón. Además, han muerto ocho personas. Esta noticia, bien contada, podía atraer sin la necesidad de recurrir al morbo.

Sí me importa que, ahora que 'España Directo' está en cuestión y no sabemos si renovaremos o no, se demuestra que una televisión pública debe tener un programa como este. Este tipo de cosas, no hay otro formato que lo pueda cubrir mejor que el nuestro.

¿Crees que en este caso la rentabilidad tiene que quedar en un segundo plano en favor del interés informativo del ciudadano?

Esta profesión, tiene muchas cosas malas pero también muchas buenas. En 'España Directo, le damos mucha cobertura a las denuncias ciudadanas y, para todos los miembros del equipo, la mayor satisfacción no es que nos suban el sueldo. Lo importante es que nos llame un vecino y le ayudemos. Estamos muy cerca de la cotidianidad de la gente, lo que de verdad les importa. Y eso es muy bonito. Hay cosas que tendrían más audiencia y por tanto más rentabilidad, pero nosotros somos una televisión pública y estamos muy orgullosos de tener ese otro tipo de responsabilidades.