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El juez ha levantado las medidas cautelares impuestas al programa nº4 de 'Diario de...', donde se muestra imágenes del maltrato al que sometían a los ancianos residentes los dueños de una residencia ilegal de ancianos en Las Palmas.
Tras visionar las imágenes, el juez ha procedido de levantar las medidas cautelares, que impuso tras la denuncia del dueño del geriátrico, que acusó a Mercedes Milá de incurrir en las instalaciones sin permiso. Mercedes Milá ya defendió que ella "llamó al timbre" y que incluso estuvo acompañada por el dueño durante la visita a la residencia.Por lo tanto, Cuatro emitirá este reportaje el próximo lunes 16 de mayo a las 00:30 horas. Los espectadores podrán ver, según la cadena, el cruel maltrato a los ancianos, la dejadez de los trabajadores y la situación insostenible en la que vivían los mayores en esta residencia.
Un geriátrico clandestino
'Diario de...' descubre una residencia de ancianos clandestina en Las Palmas de Gran Canaria. Gracias a la denuncia de un trabajador del geriátrico el programa consigue desvelar el maltrato diario al que son sometidos los casi 30 ancianos que viven en el centro.
Una reportera del programa se infiltra entre las trabajadoras y graba las continuas negligencias, los errores constantes, la permanente desatención que sufren los abuelos.
Durante una semana trabaja como una empleada más sin que el dueño le pida ni un solo dato identificativo. Realiza todo tipo de tareas ya que apenas hay personal para atender a los ancianos y algunos de ellos no tienen ninguna cualificación ni están dados de alta.
Diario de denuncia estos hechos ante la Consejería de bienestar social del Gobierno Canario que confirma que es una residencia que no está autorizada por tener varios expedientes abiertos.
Mercedes Milá acude al geriátrico para pedir explicaciones al dueño del centro y se encuentra con que una inspección enviada por el Gobierno Canario está realizando una valoración de las instalaciones. Estos le confirman que la residencia no tiene los permisos necesarios para estar abierta.
Mercedes Milá es testigo de cómo las trabajadoras son escondidas por el dueño para que la inspección no pueda pedirles su documentación. Varios trabajadores del centro han denunciado ante la Fiscalía al dueño de la residencia. Le acusan, entre otras cosas, de intrusismo y un posible delito contra la salud pública.