El canal de televisión BIO se ha acercado al día a día de Cayetano Martínez de Irujo para trazar su auténtico perfil en un documental en el que el quinto hijo de la Duquesa de Alba se muestra, por primera vez en público, a corazón abierto. Coproducido por Phileas Productions ('Involución', 'Decora'), y dirigido por Eva Armenteros, se estrenará el 24 de julio a las 21:00 horas.
"He accedido a realizar este documental porque estaba hecho por una productora seria y en el canal de televisión adecuado", ha asegurado Cayetano. "Esto supone una reconciliación con la prensa. Quiero que mis hijos la vean como hay que verla: como una parte muy importante de la sociedad. Ahora tengo una relación respetuosa, cordial y amistosa con los medios".Según ha afirmado el hijo de La Duquesa, "he tenido mis desavenencias porque no me gusta que me persigan. Igual que te ponen la etiqueta de Palacio, te ponen la de que eres terrible".
Para este documental, las cámaras han convivido con Cayetano durante dos meses y medio y le han acompañado en sus actividades diarias con sus caballos, en su gimnasio y en sus paseos en coche, y han conocido sus aficiones, entre ellas, su pasión futbolística por el Atlético de Madrid.
El documental cuenta con la participación y los testimonios del propio Cayetano, de su madre, la Duquesa de Alba, de su hermana Eugenia y de buenos amigos suyos, como Fran Rivera, Emilio Butragueño, Luis Mª Ansón, Emilio Ramírez, o su preparador de boxeo, Manel Berdoncé. También han participado en la producción Margarita Cayarga (Nana), a quien considera su segunda madre, o la cocinera y el mayordomo del Palacio de Liria, Casimira Arroyo y Ángel Esteso.
Cayetano Martínez de Irujo permite además a los espectadores adentrarse en los rincones menos conocidos del Palacio de Liria, residencia de la Duquesa de Alba y hogar actual de Cayetano, y conocer imágenes y anécdotas que forman parte de la intimidad familiar.
Cayetano Martínez de Irujo no ha tenido una vida tan sencilla como podía suponérsele a alguien de su origen. La muerte de su padre cuando sólo contaba 9 años le sumió en un estado de confusión y soledad del que le costó años salir. Desde entonces, no ha dejado de luchar para reconstruir su vida y su personalidad.
El éxito que ha tenido con las mujeres y su afán por preservar su parcela de intimidad han impedido con frecuencia conocer al hombre que se oculta tras el Cayetano mediático: un padre y amigo cariñoso, con sentido del humor, gran deportista y muy respetado por sus compañeros de competición, que se lamenta del fracaso de su matrimonio y es tajante al explicar las razones por las que su madre no debe volver a casarse.
Pasión por los caballos
Cayetano Martínez de Irujo comenzó la carrera de Ingeniero Agrónomo, pero la decisión de su madre de no permitirle trabajar en las fincas familiares, le hizo cambiar de opinión y dedicarse a la hípica, otra de sus grandes vocaciones.
"Hijo mío –explica que le dijo su madre- te he dado hasta aquí como a todos, ahora es tu problema". A partir de ese momento, el frustrado estudiante estuvo 11 años fuera de España, en Holanda, Francia y Bélgica, aprendiendo todo sobre la hípica y luchando a la vez con la incomprensión familiar: "Que no crea en ti nadie es lo normal –se lamenta- pero que no crea en ti ni tu familia, es muy duro".
"La gente nace donde nace, y tiene que subir; yo he nacido arriba, he tenido que bajar hasta abajo del todo, y volver a subir. Ahora estoy llegando a ser yo: limpio, comprendido, un deportista capaz de desarrollar sus capacidades sin ninguna tara por las circunstancias".
Cayetano es hoy día un deportista de reconocido prestigio internacional. Campeón de España de Saltos en 2006 y jinete olímpico en los Juegos de 1992, acumula un largo palmarés de trofeos. Para Alejandro Blanco, Presidente del Comité Olímpico Español, "es uno de los grandes deportistas que tiene España, un deportista extraordinario que ha dedicado su vida a un deporte duro y sacrificado, haciendo una forma de vida que la gente no conoce". Un hombre, además, con gran prestigio entre sus compañeros, que le eligieron representante de los jinetes en la Federación Hípica Internacional.
Su afición por el deporte no se limita sin embargo a la hípica. Es un gran forofo del Atlético de Madrid, "es una afición cojonuda", proclama. "Me cambié del Madrid al Atlético; Del Bosque se quedó alucinado cuando se lo dije", y practica asiduamente boxeo con un preparador, Manel Berdoncé, que es como su hermano. Cuando empezó en el gimnasio, Cayetano era consciente de que le tomaban por un "niño de palacio tonto", pero el tiempo ha puesto las cosas en su sitio. Berdoncé reconoce que, cuando empezó a entrenarle, "tenía menos flexibilidad que el muñeco de un futbolín", pero que "su evolución ha sido grandísima, y ahora es un hombre con mucha seguridad en sí mismo".
Su defensa de la intimidad
El supuesto mal carácter de Cayetano es un tema recurrente en los medios, y su propia madre, la Duquesa de Alba, reconoce que, efectivamente "tiene un carácter fuerte". Él se defiende explicando que es muy diferente a cómo le conoce la gente y a la imagen de "energúmeno" que le ha adjudicado un sector de la prensa.
"Hubo una época en la que probé a ver si funcionaba el que me dejaran vivir, -explica-, pero ya no; al final dices, ¿qué me importa a mí lo que piense la gente? A mí, que me dejen tranquilo. He rechazado dos veces fortunas y no he cobrado nunca, por eso tengo una fuerza moral para mi libertad, y quiero mi libertad", afirma rotundo, a la vez que se lamenta de que "se mienta como se miente en los medios de comunicación y tengas muy pocos recursos para defenderte".
Un padre para Eugenia
Su hermana Eugenia, entiende que tenga esa fama, "porque pierde enseguida los nervios", pero aclara que "es un tipo súper cariñoso". Cayetano, por su parte, confiesa que ha intentado ayudar en todo lo posible a su hermana. "No quería que pasara lo que yo estaba pasando; no sé cuánto conseguí", reconoce.
Ella misma lo corrobora al explicar entre risas que "él me controlaba las notas, y cuando traía cates, me faltaba palacio para esconderme porque tiene un carácter muy fuerte". "Me contaba todos sus ligues —explica la pequeña de los Alba—y por eso desconfío tanto de los hombres; desde pequeña decía, ¡qué horror, como sean todos así, pies para qué os quiero!".
Contrario a la boda de la duquesa de Alba
Cayetano siente verdadera devoción por su madre, según desvela a BIO su amigo Emilio Ramírez, y él mismo confiesa que entendió mal la relación de la duquesa con Jesús Aguirre. "Jesús era una persona solitaria –explica—y tardé años en encajar con él, la verdad". Eugenia cuenta cómo los dos hermanos se enteraron del próximo matrimonio de su madre con Aguirre y organizaron una pequeña expedición de espionaje en el Palacio de Liria para conocerle sin que les descubrieran.
Sobre la nueva relación sentimental de su madre, Cayetano no tiene dudas al respecto: "me parece muy bien, y estoy absolutamente de acuerdo –afirma--, pero no puede casarse porque no se puede hipotecar el futuro de la casa de Alba a estas alturas, con 85 años, y con una persona a la que le quedan muchísimos años de vida, cuando no hay, ni social, ni eclesiásticamente, ninguna obligación de casarse".
"No es una cuestión de que nosotros pensemos en el derecho de lo que nos corresponde –continúa-; es que estamos en una situación muy complicada de cambio generacional y estructural dentro de la casa de Alba para convertir esta casa en una empresa que pueda subsistir. Es una estructura de 500 años y estamos aquí, dejándonos la piel, para que siga en esta etapa tan difícil. Queremos que esta casa no se venga abajo, como todas las demás. Somos la única casa que mantiene un patrimonio de estas características, al servicio de los historiadores y de España y de los españoles. (...) Ahora es nuestra responsabilidad –subraya Cayetano a BIO-. Nuestra madre ya ha cumplido con creces; tiene que relajarse y disfrutar, su pareja, su compromiso, su historia, su vida. Queremos que sea feliz, y nosotros tenemos el compromiso de poner el siguiente eslabón, y a la cabeza mi hermano Carlos".
Un matrimonio fallido
En el documental producido por BIO, Cayetano se refiere igualmente a sus relaciones con las mujeres, en las que, según reconoce él mismo, ha confundido con frecuencia el cariño con el amor. No es ese el caso de su matrimonio, cuyo fracaso le ha producido una gran tristeza. "Mi separación, mi divorcio, el fracaso matrimonial ha sido muy difícil de encajar para mí—reconoce-. He cometido muchos errores; no estábamos preparados; es algo que todavía me tiene triste porque quiero mucho a la madre de mis hijos, la valoro mucho y no lo hemos sabido gestionar ninguno de los dos".
Su madre tiene muy claro lo que debería ocurrir: "Me gustaría que cuando dejase de montar volviese con Genoveva – afirma--, que se perdonasen y volvieran a ser una pareja feliz". Cayetano también es optimista. "Auguro un buen final de carrera deportiva si hago bien las cosas, y en lo personal..., no sé que puede venir, todavía no estoy preparado, cuando lo esté, algo pasará".