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Posan como modelos profesionales, ensayan en casa sus movimientos sobre la pasarela y utilizan maquillaje y costosos vestidos para convencer al jurado que merecen lucir la corona de reinas de la belleza. Actúan como adultas sobre el escenario o en una sesión de fotos, pero la mayoría de ellas juegan con muñecas y van la escuela. Son niñas en un mundo de mayores y Samanta Villar les acompañará los días previos y durante la celebración de un certamen internacional de belleza que sueñan con ganar en "Pequeña princesa", reportaje que inaugurará la tercera temporada de 'Conexión Samanta'.
Para inaugurar esta nueva etapa del programa de reportajes, FórmulaTV.com ha tenido la oportunidad de hablar con la periodista, que habla de cómo serán las nuevas entregas, de su experiencia como reportera y de la visión que tiene de la televisión actual.¿Qué significa para ti llevar tres temporadas en antena con un programa que lleva tu nombre?
A mi lo de que el programa lleve mi nombre me sigue dando mucho pudor. Al mismo tiempo también me he acostumbrado. Al principio pensé que era un nombre muy extraño y no era de mis favoritos, pero tengo que reconocer que funciona. La gente se acuerda y, sobre todo, identifica perfectamente el leitmotiv del programa, que soy yo.
Respecto al estreno de la tercera temporada, la verdad es que estoy muy satisfecha porque ahora es un momento de madurez. Hemos conseguido darle forma al formato, diferenciarnos de '21 días' y, al mismo tiempos, encontrar esa línea, convertirnos en primos hermanos. Estoy contenta. El equipo ya trabaja con mucha tranquilidad, ya sabe qué es lo que tenemos que hacer y cómo. El trabajo fluye.
¿Qué novedades tendremos en esta tercera temporada?
Seguimos en la temática social. Seguimos buscando historias extraordinarias. No vamos a dejar de lado a las celebrities, pero si hemos ampliado el abanico hacia esas historias poco corrientes que protagoniza gente no conocida, no popular.
Vamos a encontrar temas como con el que abrimos, "Pequeñas princesas", la historia de concursos de belleza infantil. También nos hemos metido en el mundo de las maras de El Salvador, una historia extraordinaria que protagoniza un sacerdote de allí con mareros que quieren cambiar de vida. También nos acercamos al mundo de la fuerza bruta en España, los hombres más fuertes. Haremos con ellos una competición y al mismo tiempo reflexionamos sobre los excesos.
¿Qué caso de los que has vivido hasta ahora te ha impactado más en esta nueva temporada?
A mi me ha impactado mucho el tema de las pandillas en El Salvador. Sin duda ha sido uno de los más arriesgados que hemos hecho, con peligro real para la vida de cualquiera que esté allí. Hemos sido muy prudentes, intentando que ninguno viese la cámara como una agresión. Hemos ido con pies de plomo.
Dentro de toda esa peligrosidad, lo que más me ha llamado la atención es la historia de superación que hay detrás: niños que son abandonados por los padres, que viven en la miseria, que entran en contacto con la droga a los nueve o diez años, que la mara les ampara como una familia y por eso se acaban convirtiendo en asesinos. Estos niños crecen y creen que nunca van a superar los 20 años de edad porque todos sus amigos mueren antes, a tiros. Sin embargo, hay algunos que pasan esa edad y se dan cuenta de que eso no es vida y quieren reconducirla. Cuando ellos quieren tener hijos quieren romper ese círculo vicioso. Esas historias son las que merecen protagonismo de 50 minutos, cosa que me hace súper feliz.
Los que ya lo han visto lo describen como impactante. ¿Qué vamos a ver en ese primer programa en el que se habla certámenes de belleza de niñas pequeñas?
Son niñas de cinco a diez años que desfilan por la pasarela. Es un mundo muy competitivo porque es un concurso. Dentro del mundo de la belleza empiezan a adquirir hábitos y posturas muy sexualizadas: los tacones, maquillajes potentes, uñas acrílicas y las poses de modelos que muchas veces te asombran.
Aportamos un reflexión crítica hablando con la madre y los representantes alrededor de esos peligros que acechan a estas niñas, por la exposición pública, la sexualización de la infancia o la pérdida de la inocencia a edades demasiados tempranas.
¿Hacer un programa como 'Conexión Samanta' es el sueño de todo periodista o siempre se aspira a algo más?
Yo no creo que todo el mundo sueñe con esto, cada uno soñará con sus cosas. Si que es verdad que hay gente a la que le gusta mucho el programa y jóvenes periodistas a los que les encantaría trabajar aquí, pero también estoy segura de que hay mucha gente a la que le gustaría trabajar en 'Informe semanal', que es una cosa muy distinta. No creo que sea el sueño de todo el mundo, este es mi sueño.
Sin embargo, ¿crees que debería haber más programas como este en televisión o tiene que haber de todo?
No me atrevería a decir que hacen falta más programas como este. Lo que si diría es que hemos descubierto es que hay herramientas para trabajar la información desde otro enfoque, con otros tratamientos que nos han enseñado que son útiles para hacer llegar la información a la gente.
Nosotros hacemos un híbrido entre la información y el entretenimiento y con eso conseguimos un reportaje que, por el tema, mucha gente no se sentaría a ver porque le parece denso, pero que de repente se sienta a verlo porque le resulta entretenido. Se lo está pasando bien y, al mismo tiempo, está aprendiendo algo, puede reflexionar alrededor de algo. Esta es una buena herramienta que se va a seguir explorando sin duda.
¿Qué te ofrece Cuatro, como cadena, que hace que este programa encaje tan bien en su programación
Lo que creo es que Cuatro ha hecho algo muy bueno, convertir determinadas franjas de su parrilla que están muy bien identificadas. El viernes por la noches, la gente desde hace años ya sabe que poniendo Cuatro encuentra una oferta informativa con un tratamiento diferente. Primero está 'Callejeros' y luego está '21 días' o está Samanta Villar con 'Conexión Samanta'. Saben que tienen esa oferta el viernes por la noche en la que ven la realidad tratada de otra manera. La cadena lo que ha hecho muy bien es identificar sus franjas y el público al que va dirigido. La gente, después de años de emisión, lo sabe identificar.
¿A qué nuevos desafíos te gustaría enfrentarte en 'Conexión Samanta' que ves casi imposible de conseguir?
Siempre hay nuevos temas. La actualidad te sigue dando material. Siempre hay historias que no te las puedes creer. La realidad es asombrosa y los que tenemos un poco de curiosidad podemos estar tranquilos porque siempre hay temas en los que indagar, nuevos enfoques con los que tratarlos y es imposible aburrirse si estás pendiente de la realidad.
¿A qué personaje no estarías dispuesta a darle un minuto en televisión
Me extrañaría que hubiera alguien a quien no le diera ni un solo minuto. Seguramente, cualquier persona tiene algo que contar o, por lo menos, es interesante oírlo para reflexionar. Probablemente, aunque fuese el peor de los asesinos, habría un tema que tratar con él. A los demás nos enseñaría cosas aunque no se mereciese esa publicidad.
¿Qué facilidades ofrece llevar el nombre de Samanta Villar a la hora de conseguir un entrevista o colarse en un pase exclusivo?
Si que es verdad que hay mucha gente que ya nos conoce y eso nos está abriendo puertas. Han visto el trabajo, les ha gustado lo que hemos hecho en '21 días' y en 'Conexión Samanta', y es más fácil acudir a la gente. Ellos saber perfectamente qué es lo que queremos hacer cuando les decimos que queremos ir a sus casa, pasar muchas horas e incluso convivir con ellos. Si que es verdad que cada vez se nos hace más fácil trabajar.
En la temporada anterior te vimos compartir experiencias con Belén Esteban. ¿Qué piensas de esa vida a la que puede llevar este tipo de fama?
En ese reportaje en el que estuve con Belén Esteban también estuve con otros personajes como David Bisbal. Lo que si me llama la atención es que, a pesar de que había cuatro celebrities en ese reportaje, todos los medios destacaron que yo estuve cinco minutos hablando con Belén Esteban, lo cual demuestra algo. Belén Esteban es un personaje que, sin duda, tiene magnetismo, que funciona mediaticamente y todo el mundo, todos los medios de comunicación, aprovechan ese tirón. Creo que eso es un hecho del que ella es muy consciente. Me dio la sensación de que ella también es consciente de que eso también podía acabar.
Independientemente de que su estilo me guste o no, no me gustaría que ella acabase como un juguete roto. Si ella es lo bastante inteligente como para darse cuenta de que eso puede tener un final y aprovechar el tiempo que le dure, me parece bastante inteligente por su parte. Por otro lado, puedo no compartir su estilo, pero si que creo que ella es de verdad, todo el tiempo. Creo que eso es lo que le engancha a la gente. Ella no defrauda nunca, ella siempre dice la verdad. Siempre la dice con mucha intensidad y al espectador le genera confianza. Creo que esa es la clave de su éxito, sin lugar a dudas. Es el alter ego de millones de personas de este país, esa persona de mi barrio que ha llegado donde yo querría llegar.
¿Crees que ese es el secreto del éxito de ese tipo programas, ya no sólo de ella a nivel personal?
Todos estos programas de cotilleo o reality se basa en uno de los instintos más antiguos del hombre, meter las narices en la vida del otro. Cuando no había televisión, la gente sacaba la silla al fresco y empezaba a criticar a todo hijo de vecino. Ahora que hay televisión, la gente ya no saca la silla y lo que hace es lo mismo pero por televisión. No me parece que la televisión haya empeorado nada, es la misma situación de siempre.
