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La cantante está compaginando este trabajo con su gira "Madame Noir" con la que sigue llenando teatros por toda España. Además de estos dos proyectos, Naranjo también ha querido dar su opinión sobre otros programas televisivos en los que la música es la protagonista como 'Operación Triunfo' o 'Eurovisión'.
¿Cómo te ha dado por dar este salto y ponerte como jurado en 'Tu cara me suena'?No es la primera vez que lo hago. En México, ya lo hacía, pero hace bastante tiempo. Es un mundo que me fascina y me divierte mucho.
De 'Tu cara me suena' me llamó la atención el contenido. Se me estaba brindando la oportunidad de poder colaborar con un programa familiar, entrañable y con el que sabes que tienes la risa asegurada. Me gusta que las ondas que entran a través de la televisión sean positivas. Lo único que no me gustó fue que Tinet Rubira me hiciera imitar a María Callas [risas].
¿Va a servir 'Tu cara me suena' para que los fans conozcan mejor a Mónica Naranjo?
Cada vez que una artista hace algo distinto a lo que el público está acostumbrado, se notan cosas distintas. Son caminos diferentes, pero van cogidos de la mano.
¿Cuál es tu función en 'Tu cara me suena'?
Soy parte del jurado. Soy cantante y valoro mucho la interpretación y la puesta en escena. Carolina es actriz, y mira desde otro punto de vista las actuaciones. Cada uno tiene un cometido según su profesión.
Compartes protagonismo con Ángel Llácer, Carolina Cerezuela y Carlos Latre. ¿Qué aportáis cada uno al jurado?
Somos bastante justos todos. En el caso de Ángel, es su profesor. Pasa una semana con los concursantes, hace de coach. Reúne las piezas y forma el personaje en cuestión. Depende mucho de los artistas si se hacen bien los deberes o no, no todo es su responsabilidad. Es el encargado de valorar el resultado final de la semana.
Carlos, por su parte, es una balsa de aceite. En momentos en que pueda haber mucha tensión, despierta una sonrisa. Siempre tiene una palabra amigable y te "tronchas" porque es un grandísimo showman. Carolina y yo somos las más polvorillas. El primero y segundo programa han sido de toma de contacto, pero para el tercero he pedido un poco más. Y en las grabaciones ya hubo problemas [risas].
Tu relación con el resto del jurado habrá sido sensacional...
En general, todos nos conocíamos. Ha habido a algunos que no tenía el placer, pero la mayoría era así. El trato está siendo muy bueno, pero conforme vamos avanzando un poco más, nos vamos distanciando [risas]. Me han escogido para ser justa y para decir las cosas de la manera en que las veo. El primer día no vale, es un poco el ensayo; el segundo va encaminando; el tercero es donde apretamos la cuchilla, con mucho cariño, pero viene el hachazo.
Francisco, uno de los concursantes de 'Tu cara me suena', es un artista consagrado y se ha atrevido a concursar. ¿No se te pasó por la cabeza coger ese rol en vez de el de jurado?
No, yo soy muy vergonzosa. No tengo la cara que hay que tener. Para hacer de María Callas, lo pasé fatal, pero entendí porque Tinet me lo pidió. Tenía que saber a qué sabe esa puesta en escena y poder ser mejor jurado y más justo. Entiendo así mejor las dificultades de encarnar un personaje que no es el tuyo.
Cuando hablamos de Francisco, hablamos de un artista muy genuino, inimitable. Tiene una voz bonita e impresionante. Que interprete a otros cantantes es de ser un fuera de serie.
Entonces, ¿no te veremos imitar a más cantantes en futuros programas?
Seguro que no [risas]. Ya lo pasé mal una vez, para eso no sirvo. Ya tengo bastante con encarnar a personajes inexistentes y darles un poco de vida.
¿Y ocurrirá al revés? ¿Algún concursante cantará alguno de tus temas?
Espero y deseo que no sea así. Cada programa, invitan a un artista que es imitado. Veo a Massiel, que es una fuera de serie y un animal escénico y televisivo y no se calla una. A la pobre Karina, que va en el tercer programa, todo le parecía bien. Carolina Ferre lo hizo impresionante, pero la ves con una sensación de que son compañeros. Tengo bastante con ser jurado, no me gustaría juzgarme a mí misma.
¿Qué te parece que se retome la música en televisión con programas como este? ¿Es una buena línea a seguir?
No es una cuestión musical, sino el enredo en general. Es todo lo que entra por la televisión, que percibas buen rollo. Es necesario que cuando termines un día pesado puedas evadirte y olvidar. La música siempre marcará la banda sonora de nuestra vidas, unas canciones más que otras. Es como el amor, mueve montañas.
Ha habido muchos formatos en España de búsqueda de talento. ¿Te hubieras presentado a programas como 'Operación Triunfo' si hubieses tenido ocasión cuando comenzaste?
Cualquiera de los caminos en el mundo te conduce a Roma. Si esa es una de tus bazas y es tu oportunidad, ¿por qué no lo vas a hacer?. Desde luego es menos duro que como yo empecé [risas]. Es un camino "más cómodo", con menos incertidumbres.
¿Será esta participación en televisión la primera de muchas o prefieres continuar centrada en los escenarios como hasta ahora?
Voy a estar siempre centrada en todo lo que venga, siempre y cuando sienta que debo estar y que debo hacerlo. En este caso, sentía que debía estar y me apetecía. Por eso lo he hecho, sobre todo porque tiene buen rollo. Si hay más veces, Dios dirá. Pero seguiré en el escenario porque es algo que me apasiona.
Otro formato de música en televisión con el que se te ha relacionado ha sido con Eurovisión. Mucha gente ha querido verte allí. ¿Te ves como la representante que salve a España?
No. Agradezco muchísimo ser recordada para poder representar a mi país en Eurovisión, pero es un concurso en el que últimamente los artistas que han ido no han acabado muy bien. Tiene doble cara profesionalmente. Está un poco abandonado de la mano de Dios y no es el mejor aliado para un artista.
2011 ha sido un año muy bueno para ti. Además de con 'Tu cara me suena', llevas todo el año con tu gira "Madame Noir". ¿De qué trata?
Sí, seguimos recorriendo toda España con esta gira. "Madame Noir" es teatro musical, aunque ante todo es un concierto. Todo acontece en el backstage de un rodaje. Hay personajes como un director inexperto, una asistente de vestuario incompleta, un peluquero harto y una actriz venida a menos e insoportable hasta un punto cómico. Es todo muy divertido, hay que reír porque es la mejor medicina que hay.