Nacida en Buenos Aires en 1931, hija de padre alemán y madre argentina, Hilda Breer, fue una de las figuras más importantes de la televisión latinoamericana en las décadas de los 50, 60 y 70, además de ser una conocida soprano en su país, ahora vuelve a estar en el candelero mediático al haber reconocido que ha tenido que dedicarse a la prostitución para poder sobrevivir.
Durante más de 30 años trabajó en telenovelas de gran éxito en Latinoamérica, como 'La señorita Elena', 'Lucecita', 'Esmeralda' o 'La loba' entre otras muchas, de las que se han podido ver nuevas reediciones en la actualidad, además de participar en destacadas actuaciones de ópera y zarzuelas.
Ahora la actriz y cantante es noticia porque según recoge el diario alemán 'Bild' en una entrevista, Breer reconoce que se prostituye para poder sobrevivir, ya que solo obtiene una pequeña renta de 225 euros como pensión.
Hilda Breer reconoció al diario que empezó a trabajar en un prostíbulo en la ciudad de Colonia, tras ver un anuncio en el que el club buscaba "damas", asegurando además que consiguió tener éxito con sus clientes desde el comienzo.
La actriz es ahora conocida en Alemania por su participación en el programa de RTL 'Das Supertalent', talent show similar al 'Tú sí que vales' que en España emite Telecinco, con el que se ganó a la audiencia con su simpatía, y se metió al público en el bolsillo con su prodigiosa voz y desparpajo.
Un final desgraciado para una mujer que lo tuvo todo
En las páginas del diario Bild, Breer explica que en su vida en Venezuela había ganado mucho dinero, y que incluso contaba con tres casas y hasta siete parcelas. Pero por una mala decisión según ella, se trasladó a Alemania a vivir por cuestiones familiares, dando poderes a un familiar que lo vendió todo y la dejó en la ruina.
Además, una empresa que había sido fundada por su hija y de la que era socia quebró en el país teutón, por lo que tuvo que asumir las deudas y quedarse con la pensión mínima que actualmente obtiene, de tan solo 225 euros, por lo que tuvo que empezar a trabajar en el mundo de la prostitución hace dos años para poder subsistir.
Hilda Breer ha reconocido que su trabajo en el lupanar era demasiado exigente físicamente por lo que tuvo que dejarlo después de 15 meses, en el que ganaba 140 euros a la hora, de los cuales 60 eran para ella.
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Ahora, y después de haber probado suerte en una línea de telefonía erótica, espera que su éxito en el talent de la cadena alemana RTL le abra las puertas de vuelta en Latinoamérica, para poder retomar su carrera artística tras una vida de éxitos como soprano, actriz, locutora de radio y dobladora de televisión.