Carolina Cerezuela, integrante del jurado de uno de los programas revelación y de más éxito de la temporada en Antena 3, 'Tu cara me suena', será la encargada de dar las campanadas de la cadena este año junto a Carlos Sobera, que atraviesa un gran momento gracias al concurso 'Atrapa un millón'.
Como ya adelantó en exclusiva FórmulaTV.com, Antena 3 ha decidido confiar los últimos minutos del año a esta pareja de éxito. Un hombre y una mujer que en sus respectivos programas gozan del respaldo de la audiencia, y que han sido los elegidos por la cadena de Planeta para dar las Campanadas desde la Puerta del Sol de Madrid este próximo 31 de diciembre.¿Qué supone para ti presentar las Campanadas 2011 en Antena 3?
Es un orgullo y un placer, pero sobre todo fue una sorpresa cuando me lo propusieron porque que la cadena cuente conmigo, que estoy recién aterrizada en ella y en 'Tu cara me suena' significa que me están valorando muy positivamente. Me llena de orgullo y satisfacción [risas]. Es algo súper importante.
¿Cómo se lleva explicarle a toda España como funciona un reloj?
No me había planteado que tengo que explicar a toda España como funciona un reloj, la verdad. Es un mecanismo que todos conocemos y es verdad que siempre hay lío con los cuartos, pero estoy muy tranquila porque tengo un gran profesional a mi lado como es Carlos Sobera, que ya ha dado las campanadas en otra ocasión. Lo de los cuartos se lo voy a dejar a él, que seguro que lo hace a las mil maravillas. No creo que la liemos, y si lo hacemos, pues saldremos en todos los programas de zapping [risas].
¿Qué te parece tu compañero, Carlos Sobera?
Divino, ya lo conocía y habíamos trabajado varias veces juntos, nos conocemos desde hace años. Me parece un gran profesional, me encanta su manera de trabajar porque lo hace desde el buen humor, el buen rollo y cuando afrontas las situaciones de esa manera, creo que no pueden salir mal, además te transmite mucha seguridad y te permite ciertas licencias y seguridad.
¿Ya sabes qué ropa te vas a poner?
¡Ya lo tengo! Espero no pasarme con el turrón y entrar en el vestido [risas]. Es un diseño muy bonito de Ana Torres, que además le ha dedicado tiempo, lo ha hecho a medida según mis peticiones. Estaré como una princesa.
¿Cómo sueles recibir el nuevo año?
Suelo recibir el año nuevo con otro Carlos, Moyá [risas] y en familia. En fin de año organizamos algo íntimo en casa, con amigos y la familia, pero no somos de ir a discotecas y salir de fiesta.
¿Alguna superstición como llevar algo rojo o el oro en la copa?
Llevaré algo rojo por llevarlo y empezaré el año con el pie derecho. Lo que no voy a hacer es meter el anillo en la copa.
Normalmente me las tomaba tal cual, pero creo que este año las voy a buscar peladas, pequeñas y sin pipos porque todos los años mientras das los besos al final de las uvas todavía estás tragando, pero este año tengo que hablar.
¿La cena de Nochevieja es como una carrera contra reloj para terminar antes de las doce?
Un poco, es más, creo que hay gente que deja de cenar, se toma las uvas y luego continúa, aunque a mí no me ha pasado nunca. En mi casa siempre hemos sido muy organizados, empezamos sobre las diez y a las doce estamos todos preparados con las uvas. Lo que sí sucede todos los años son los gritos de mi madre de "faltan dos minutos", es su grito de guerra y este año lo echaré de menos porque no estaré con ellos, pero creo que la ocasión merece la pena.
¿Impresiona estar en el balcón de la Puerta del Sol con toda la gente abajo?
Creo que sí, ahora lo pienso y no estoy nerviosa. Si me pongo nerviosa en casa, no quiero imaginar cuando esté allí. Creo que es un momento de tensión, de nostalgia y de emoción, se hace un arco iris de emociones mezcladas y si eso te pasa en el salón de tu casa, imagínate en un balcón con el reloj de Sol en frente, que se termina un año y que empieza otro que seguro que va a ser divino.
Otros años ¿eres de ver las uvas en la tele o escucharlas por la radio?
Normalmente las hemos visto en la tele, pero hubo un año que Carlos y yo tuvimos que inventarnos las campanadas porque estábamos en la India y allí no había ni campanadas, ni uvas ni nada. Cuando llegaron las doce, cogimos un plato y dimos las campanadas, pero no nos comimos las uvas. Fue un año particular.
¿En qué país o en que lugar te gustaría recibir el año nuevo?
Las uvas me las he tomado en España, Punta Cana, la India... pero me gustaría tomármelas un año en Bali, sería muy exótico. Lo que no me gusta mucho es el follón que se organiza en la calle en fin de año, y prefiero celebrarlo de forma más íntima y que mejor que en Bali, en una isla y con calor me parece una idea genial.
Independientemente de lo que suceda este año ¿te gustaría repetir?
Imagino que sí, es una cosa muy bonita, pero creo que hay que ir dejando paso a otras personas porque esto es algo especial y que cuanto más gente lo pueda disfrutar dentro de la profesión, mejor. Si me lo ofrecieran otra vez, me lo pensaría, depende de la experiencia de este año [risas].
Una nochevieja que recuerdes especialmente...
Siempre recuerdo a mi madre en fin de año gritando "faltan dos minutos". Lo recuerdo con mucha emoción porque desde pequeña nos ponía delante de la tele con el cucurucho de uvas y no ha cambiado. Mi madre es la que anima ese momento, "¡que se acaba el año!", siempre lo recordaré.