"Hola familia, con todo el dolor de mi corazón debo comunicaros que mi hermano Gonzalo, una de las personas mas maravillosas del mundo, después de una larga lucha contra el cáncer que padecía, nos ha dejado, para vivir en un mundo mejor, donde nos esperara a todos con esa sonrisa y alegría que desprendía por cada poro de su piel. ¡Que sepáis que os quería muchísimo! ¡Hasta pronto hermano. ¡Te quiero!". Con este mensaje ha anunciado el cantante Alejandro Parreño la muerte de su hermano Gonzalo.
Pocos seguidores de la escena musical valenciana no conocerían a Gonzalo Parreño. Comenzó como bajista en los legendarios Mafarka, sin embargo, la entrada de su hermano en el primer 'Operación triunfo' (La 1) lo acercó a la esfera del pop junto a su hermano Alejandro.
Gonzalo Parreño llevaba años luchando contra un cáncer de pulmón. Incluso en mayo de 2010, los grupos Uzzuhaïa, Mainground y los Mafarka con los que debutó en el mundo de la música, se subieron al escenario para realizar un concierto cuya recaudación íntegra fue destinada a sufragar una terapia alternativa para el músico y productor valenciano.
Alejandro Parreño y en el centro su hermano Gonzalo
Hoy más que nunca toman un sentido muy especial las declaraciones que el propio Gonzalo realizó hace casi dos años al diario digital L'Informatiu: "Cuando Mafarka me comentaron que habían organizado esta historia para recaudar fondos para mis tratamientos alternativos me quedé a cuadros. Ya una semana antes otros amigos habían hecho algo parecido. Fue una muestra tal de amor que me pasé una noche entera sin poder dormir a pesar de los tranquilizantes, llorando de emoción. Y cuando por la mañana me desperté, cuando fui a sentarme en una silla del hospital mirando al vacío, sentí como si alguien me abrazara, pusiera delante de mí los rostros de la gente que me quiere, y me dijera que me viera a través de sus ojos. Y lo que sentí fue amor puro". (Foto: Alejandro Parreño y en el centro su hermano Gonzalo)
"Estuve como hora y media sin parar de llorar por la emoción, por el regalo que me ofrecía la vida, porque si no hubiera estado enfermo, esto no lo sentiría así. Por la suerte de haber visto a la cantidad de gente a la que importo de verdad. El cáncer me ha cambiado y me ayudado a ser consciente de lo que es la vida. Y tengo pánico a morirme y perderme todo esto, pero al tiempo, después de haber pasado por aquello, si hoy mismo me muriera, sería el tipo más feliz del mundo".
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