LUNES 30, ESTRENO

'¿Quién quiere casarse con mi hijo?': 40 chicas y 10 chicos lo intentarán

Cinco madres harán todo lo posible para que sus hijos encuentren el amor.

Por Redacción El 27 de Enero 2012 | 11:25

Primera criba: de 10 elegirán a 6

En el primer programa de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', los solteros, acompañados por sus madres, tendrán cinco minutos para conocer a cada una de las 10 chicas (chicos en el caso de Luis Ángel). En estos encuentros, las madres deberán permanecer en silencio y sólo se les permitirá hacer fotos a las candidatas sin formular ningún tipo de comentario. Eso sí, cuando finalicen su cita, las madres no dudarán en aconsejar y expresar lo que opinan de cada una de ellas. Al final, sólo seis empezarán a trazar el camino para la conquista de los solteros y de sus futuras suegras.

Segunda criba: de 6 pasarán 4

Los solteros y sus madres contarán con varios días para conocer un poco más a las seis candidatas. Una vez transcurrido el tiempo estipulado, los solteros tendrán más claro quiénes no están a la altura de sus expectativas. Por su parte, las madres habrán tenido tiempo de pasar un rato a solas con ellas y decidir a quienes no les gustaría ver como novia oficial de su hijo. Tras una difícil decisión, cada soltero eliminará a dos candidatas y se quedará con cuatro.

Es la hora de la convivencia real en casa de las madres, en territorio completamente hostil: las cuatro elegidas tendrán que hacer sus maletas para vivir unas semanas con los solteros y sus madres.

Tercera criba: solo 2 pasarán un fin de semana romántico

Días después, dos de ellas serán eliminadas. Las dos finalistas pasarán un intenso fin de semana en una romántica ciudad del extranjero junto a los chicos que pretenden conquistar. Eso sí, ni siquiera en esta escapada podrán disfrutar enteramente de tiempo únicamente para ellas: las madres, durante el viaje, también tendrán mucho que decir. Al final de la aventura, tendrán que

tomar la decisión final.

Los perfiles de los solteros (y sus madres)

David y Julia

David y Julia

David Olid. Químico e investigador que también trabaja como stripper por las noches David, catalán de 27 años, es inteligente, extrovertido y todo un seductor. De día, es investigador, trabaja como químico en un laboratorio y pronto se irá al extranjero a realizar un doctorado en su especialidad. De noche trabaja como stripper. Tiene la autoestima muy alta, ya que siempre ha destacado en todo lo que se ha propuesto tanto en materia profesional como en sus conquistas amorosas. Admite que es muy promiscuo. Es precisamente su tendencia a mantener relaciones esporádicas lo que más problemas le acarrea con su madre, a la que le gustaría que encontrara pronto a la mujer de su vida. A David le encantan las mujeres de físico imponente. Galán nato, es detallista y cariñoso con las chicas.

Madre de tres hijos, Julia es una mujer positiva, sociable y muy espontánea. Su don de gentes se lo debe, en cierta medida, a los 15 años que trabajó como comercial de joyas. Dicharachera y algo gritona, Julia admite vivir el momento y ser feliz con lo que tiene, aunque confiesa que cuando se enfada o algo no le agrada, puede convertirse en la "mala" de la familia. Julia tolera el trabajo de stripper de su hijo, pero no siempre fue así. Cuando se enteró del segundo trabajo de David se enfrentó duramente a él para hacerle desistir, pero poco a poco fue aceptándolo y ahora admira que su hijo gane tanto dinero por sí mismo y disfrute de lo que hace. Julia cree que su hijo es la estrella de la familia aunque el único aspecto que le preocupa es el de las mujeres: está cansada de que cada día esté con una chica distinta y quiere ya encontrar a la mujer ideal para David. Además, le gustaría tener la casa llena de nietos y, sin la nuera adecuada, no será fácil.

José Luis y Toya

José Luis y Toya

José Luis de la Guardia. Abogado. Un hombre de éxito rodeado de exclusividad. Hijo de diplomático y abogado de éxito, José Luis es un hombre cultivado, dinámico y deportista. Este madrileño habla cuatro idiomas, siente pasión por el arte y canta lírico. Divorciado hace más de 10 años y con un hijo al que adora, José Luis es un hombre exigente en el amor al que le gustaría sentir de nuevo la fascinante sensación de estar enamorado. A sus 45 años, el listón está bastante alto, aunque no tanto como el de su madre. De hecho, admite que la mujer que conquiste su corazón tiene que tener cierta clase. Con su madre mantiene una relación muy especial que sólo se tambalea cuando hablan de temas amorosos, ya que cada uno tiene una visión diferente del tipo de mujer ideal para José Luis. Y lo que no acepta de las féminas es, sin dudarlo, la frialdad y el interés. Prefiere a la gente natural y sin dobleces porque no puede soportar a quienes se acercan a él sólo por la posición social que ostenta.

Toya es una mujer muy especial. Viuda de diplomático y educada de forma exquisita, esta mujer es tremendamente exigente en todos los aspectos de su vida, desde su aspecto físico, su entorno y sus amistades hasta la vida privada de su hijo José Luis. Con él mantiene una estrechísima relación en la que el respeto y el cariño mutuo imperan por encima de todo, pero admite que su hijo es algo machista. Para Toya, lo más importante en una mujer es saber estar, la educación, la posición social y la sobriedad. Toda su familia se ha educado en un ambiente refinado y ella exige siempre un protocolo y unos mínimos de cultura y elegancia. Es consciente de que la elección de su futura nuera no es tarea fácil, porque está convencida de que su hijo lo que padece es amor de madre. Y lo tiene muy claro: lo que José Luis necesita es una mujer como ella.

Rubén y Rosi

Rubén y Rosi

Rubén Poveda. Estudiante de Periodismo y modelo profesional. Rubén es un joven coqueto, cariñoso con las mujeres y al que el aspecto físico le resulta imprescindible. Alicantino de 27 años, admite ser un chico pijo y tener muy claro que su mujer ideal tiene que ser guapa, apasionada y que, como a él, le guste mucho arreglarse y cuidar su cuerpo diariamente. Lo que no soporta es que nadie le diga lo que tiene que hacer. Su pasión es la moda: ir de tiendas es una de sus actividades favoritas y adora ir a la última. En el amor, Rubén es un chico de relaciones estables y sabe que será feliz teniendo a su lado a una mujer que quiera compartir con él el futuro. Romántico y muy cariñoso, no le importa ir despacio con una chica, porque si verdaderamente le gusta, sabe que tiene mucho que ganar si finalmente la cosa funciona.

Daniel y Pilar

Daniel y Pilar

Daniel del Río. Informático. Tímido, sin experiencia a nivel sentimental y con ganas de encontrar el amor. A sus 27 años, este madrileño de Torrejón de Ardoz todavía es virgen y nunca ha llevado a ninguna chica a casa. Hogareño, tímido y algo reservado, Daniel aún vive con sus padres y es un apasionado de la informática -su profesión- y de los videojuegos. Maniático de la puntualidad y con ciertos miedos heredados de la infancia, Daniel quiere encontrar a una mujer que le pueda dar todo el cariño que necesita, pero su relación con el género femenino siempre le ha resultado bastante complicada. Quienes más le conocen destacan de Daniel su buen corazón, pero él está convencido de que su aparente bondad no le ayuda con las mujeres. Además, casi todos sus mejores amigos tienen pareja, razón por la que a veces siente la frustración de quien aún no ha encontrado al amor de su vida.

Luis Ángel y Mari carmen

Luis Ángel y Mari Carmen

Luis Ángel Ares. Empresario. Romántico y familiar, sueña con encontrar al hombre de sus sueños. Atractivo, soñador, familiar y tremendamente romántico, Luis Ángel regenta su propia tienda de decoración y antigüedades en Bilbao. Admite ser algo excéntrico, muy metódico y con algunas manías como tenerlo todo limpio o no poder estar cerca de ningún foco de suciedad. A sus 32 años, tiene muy claro que quiere compartir su vida con alguien que le haga feliz y muestra sin tapujos su recurrente temor a quedarse solo. Su hombre ideal no es nada afeminado: ha de ser un tipo sencillo, fiel y muy cariñoso. Eso sí, tendrá que aceptar que Luis Ángel es algo caprichoso y a veces le pierden los antojos. Detallista y coqueto, mantiene desde hace años el ritual de ponerse cremas cada mañana durante seis minutos y acude habitualmente al gimnasio para estar en forma y sentirse bien. Luis Ángel se mueve por impulsos y, según su madre, su peor defecto es su imposibilidad de guardarse nada cuando está enamorado: lo cuenta todo y a veces eso le resulta contraproducente.