ENTREVISTA 'PUENTE VIEJO'

Alex Gadea: "Cuando voy por la calle me dicen que me escape de casa y me vaya con la partera"

Alex Gadea, Tristán, en 'El secreto de Puente Viejo', habla sobre sus experiencias con la serie tras un año en antena.

Por Redacción El 23 de Febrero 2012 | 14:39

El joven actor, Alex Gadea, dio sus primeros pasos en el mundo de la televisión en series como 'Hospital Central' o 'El Comisario'. Sus apariciones por estas series fueron fugaces. En el 2011 trabajaría en un capítulo de 'Los Protegidos', serie que es emitida en Antena 3. Pero donde Gadea dio el salto definitivo fue en la conocida serie 'El secreto de Puente Viejo' también emitida por Antena 3.

El actor interpreta a Tristán Montenegro, un militar retirado que ha regresado a casa tras años de batalla y que se ha cruzado en el camino de Pepa, la partera, interpretada por Megan Montaner. Los dos personajes vivirán una difícil y peligrosa relación de amor.

Gadea ha hablado en la siguiente entrevista sobre la serie, su personaje y sobre sus experiencias vividas en rodaje. Además comentará sus mejores y sus peores recuerdos de la serie.

¿Qué balance haces del año de emisión de 'El secreto de Puente Viejo'?

Sería un balance muy bueno, muy positivo y con unas expectativas por encima quizás de lo que uno se podía esperar cuando arrancó la serie. Primero por que vamos a hacer un año de emisión, sin parar, y me estoy estudiando ahora mismo el capítulo 283; y luego, la acogida del público, lo que están dando de sí los personajes... 'El secreto de Puente Viejo' está siendo un fenómeno.

Alex Gadea

¿Te imaginabas que podría tener tanto éxito?

Siempre intuí que había muy buenos ingredientes para el éxito, la intuición siempre me llevaba a que podía funcionar, por muchas cosas: el guion, cuando leí la primera vez la biblia de los personajes y el primer capítulo pensé que había un gran punto de partida, había muy buen material en bruto, lo que no me imaginaba es que se consolidara de tal manera, no pensaba a largo plazo. Cunado arrancas no te planteas que vas a grabar 500 capítulos, siempre trabajamos a corto plazo, pero ha pasado un año, casi 300 episodios y lo que ha sucedido ha sido una maravilla.

Aparte del guion, cuando pisamos los decorados ratificamos que las cosas podían ir muy bien, en buen camino. El elenco de actores, a medida que hacíamos los primeros ensayos, sabía que había buen material. Todo parecía encajar.

¿Qué te dicen por la calle cuando te reconocen?

Claro que me reconocen. Esta mañana, en el mercado por ejemplo, me han parado para decirme "me encanta 'El secreto de Puente Viejo', os sigo todas las tardes", y en cuanto a Tristán me dicen: "¿Cómo aguantas a tu madre?", "escápate de casa y vete con la partera" o "¿Cuándo va aparecer Martín?" (risas). Noto mucho cariño, ahora mucho más que cuando arrancamos, vas por la calle, en la cafetería, en los comercios, en el fútbol... empieza ser una rutina de la que estoy encantado porque eso significa que la gente ve la serie y las cosas van bien.

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este año de rodaje?

Lo mejor es que 'El secreto de Puente Viejo' y Tristán Castro me han dado la oportunidad de que mi trabajo se vea a nivel nacional, ya que en mi caso era más conocido a nivel autonómico. Lo mejor es estar en un proyecto en el que me gustaba la historia, el personaje que tenía, me ilusionaba lo que estábamos contando. Lo mejor ha sido trabajar día a día con el grupo de personas con el que estoy, elenco de actores, directores, técnicos... Lo mejor es todo lo que estoy aprendiendo. 'El secreto de Puente Viejo' sólo me ha traído cosas positivas.

Lo menos bueno, que el formato diario es una producción muy dura, y más para papeles como el de Tristán, Pepa, Francisca, Emilia... que son personajes que tienen mucha presencia en muchas escenas. Con ese ritmo de grabación, durante año pasas por diferentes fases, arrastras cansancio acumulado y a veces te entran unos bajoncillos físicos y mentales, pero son cosas momentáneas y esporádicas. Pero luego te das cuenta, valoras la situación en la que estas y vuelves a sentirte un privilegiado, y más en los tiempos que corren.

¿Qué escenas recuerdas especialmente de estos casi 300 episodios?

Recuerdo con mucho cariño la trama que tuve en la cárcel, cuando el capitán Prieto, compañero de Tristán en la guerra de Cuba, vuelve a España para chantajear a mi personaje, creo que son los capítulos del 98 al 102, más o menos. Prieto no tiene una familia rica como Tristán y quiere chantajearle para sacarle dinero, al final le culpa de unos asesinatos que mi personaje había ocultado ya que mató a dos altos mandos por defender una causa justa, y lo condenan por eso. Esa trama la disfruté mucho, sobre todo en la cárcel esperando el juicio militar. Y cuando Tristán vuelve a casa hay una secuencia con Francisca, otra con Rosario en la cocina y el reencuentro con Pepa, son muy bonitas. Tras verla en televisión, me sentí muy orgulloso de cómo había quedado.

También recuerdo el primer capítulo, en una escena con Pepa en la taberna, donde llego con mis compañeros soldados. Fue nuestro primer encuentro cara a cara y le tengo mucho cariño porque era una de las secuencias que teníamos en las pruebas de acceso en el casting. Con María Bouzas (doña Francisca) también he tenido escenas muy bonitas.

Alex Gadea

¿En qué ha cambiado Tristán desde el primer capítulo de la serie hasta el 283 que te estás estudiando? ¿Y tú?

Los dos hemos cambiado y vamos a la par. Los dos crecemos y estamos recorriendo el mismo camino.

'El secreto de Puente Viejo' es una serie en la que la vida pega fuerte a los personajes, no paran de ocurrirles cosas y en el caso de Tristán y otros tantos no paran de ocurrirles desgracias. Creo que ha cambiado su mirada, se nota un poso de más peso, de trabajo a la espalda y de contar muertes cercanas, amores imposibles... y eso, quieras o no, se nota. Ha pasado de ser más impulsivo, nervioso, arrebatador al principio y ahora digiere las cosas de otra manera.

Yo noto que me he hecho mayor (risas), ¡pero Tristán también! Hemos madurado juntos. Ha sido un año muy intenso y me han pasado muchas cosas, he aprendido mucho y he sido consciente de las limitaciones que tenía como actor, pero cuando uno está trabajando a estos niveles se toma consciencia de uno mismo y del oficio en general. Me han salido más arrugas en los ojos y las patas de gallo las tengo más pronunciadas (risas) Considero que ha sido un año bastante curtido para mí.

¿Conseguiremos ver a Tristán reírse de felicidad?

Tengo la esperanza y también intuyo que en un futuro no muy lejano Tristán pasará por una época de felicidad absoluta. Toda la penitencia que están pasando los personajes en un futuro pasarán tiempos de vino y rosas. Pero no se cuanto durará porque ya sabemos lo que pasa en Puente Viejo, basta que uno levante un poco la cabeza para que se la vuelvan a agachar, pero ese tiempo es demandado y será oxígeno para ellos.