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La actriz Yolanda Ríos ha fallecido este jueves en Madrid a los 60 años de edad. Pertenecía a la Compañía Nacional Española de Teatro Clásico, pero lo que le dio la fama fue su papel de secretaria en el popular concurso 'Un, dos, tres... responda otra vez'.
Yolanda Ciscar Mateu, más conocida como Yolanda Ríos, nació en 1951 en Caracas, pero desarrolló su trayectoria artística en España. Debutó a los 19 años en la película de Javier Aguirre de 1970 "Pierna creciente, falda menguante", y a partir de ahí su carrera se desarrolló en cine, televisión y fundamentalmente en el teatro.Protagonizó la obra de Antonio Buero Vallejo "La llegada de los dioses", y saltó a la fama en 1972 en 'Un, dos, tres... responda otra vez' donde formó parte de uno de los primeros grupos de azafatas del formato ideado por Chicho Ibáñez Serrador.
La actriz contó con una amplia trayectoria en el teatro. Participó en obras como "Los peces rojos", "Lo que vio el mayordomo" o "La vieja señorita del paraíso". En la Compañía Nacional Española de Teatro Clásico de Adolfo Marsillach, trabajó en también en "El médico de su honra".
'Un, dos, tres... responda otra vez' ha cumplido 40 años
La muerte de Yolanda coincide con el 40 aniversario del popular concurso que le dio la popularidad y que marcó un antes y un después en la historia de la televisión en nuestro país. El pasado martes se cumplieron 40 años desde que el primer programa de 'Un, dos, tres...' viera la luz.
El 24 de abril de 1972 se estrenó en Televisión Española 'Un, dos, tres... responda otra vez', un novedoso formato ideado por el realizador Narciso Ibáñez Serrador, "Chicho". En aquella época, existían tres tipos de concursos en televisión: los de preguntas y respuestas, los de pruebas y hablidadades físicas y los de carácter psicológico. Y en lugar de apostar por uno de ellos, Chicho decidió mezclar todos sus ingredientes en un único espacio. Así nació 'Un, dos, tres...', un concurso con tres apartados bien diferenciados tal y como indicaba su propio título: la tanda de preguntas, la eliminatoria y la subasta.
El programa fue todo un bombazo y aunque por aquel entonces no había medición de audiencias el concurso fue seguido cada semana por millones y millones de espectadores. Sólo existía un canal, por lo que toda la familia se reunía frente al televisor para disfrutar de un concurso fresco, novedoso y atractivo. De hecho, cada programa era diferente al anterior. Cada entrega del 'Un, dos, tres...' tenía una temática diferente, por lo que todo el decorado variaba de una semana a otra. Por si fuera poco, actores y humoristas se alternaban en cada edición para poner el toque de humor al programa.
