"Algunas le pusieron cuñas en las uñas; a mi cuñada corrientes en los dedos y en los pezones; a algunas las han violado"; "como primero pegan y después preguntan, me pegaron". "Peque, nos han puesto pena de muerte. Yo le dije: pero, Virtudes, ¡te conmutarán!".
Estos son algunos de los testimonios de diez mujeres republicanas en las cárceles de Franco que Tomasa Cuevas, una ex militante del Partido Comunista que pasó más de 6 años de su juventud en prisión, recogió en una vieja grabadora escondida en su bolso para que no se perdieran en el olvido.
Ahora, 65 años después, la productora Lua Multimedia ha reconstruido para laSexta los testimonios de 10 mujeres que sufrieron aquel calvario, algunas durante más de 20 años entre rejas, en el documental "Del olvido a la memoria. Presas de Franco", de cincuenta minutos de duración, que la cadena emitirá el miércoles, 19 de julio, a las 23:15 horas.
Bajo la dirección histórica de Jorge Montes Salguero, subdirector de la Biblioteca Nacional, y la producción ejecutiva de Manuel Campo Vidal y Agustina Sangüesa, el documental recoge los recuerdos en prisión, tras la Guerra Civil, de Tomasa Cuevas, Trinidad Gallego, María Salvo, Concha Carretero, Nieves Torres, Soledad Díaz, Angustias Martínez, Julia Manzanal, Carmen Rodríguez y Maria Cuesta, ancianas que actualmente rondan los 90 años y otras los superan.
En el documental participa también la escritora Teresa Pàmies quien, en el exilio, ayudó a Tomasa Cuevas a recopilar y editar, en la trilogía "Testimonio de mujeres en las cárceles franquistas" las experiencias de mujeres que sufrieron la represión franquista.
La escritora catalana destaca, en el documental, la importancia de la labor de Tomasa, una mujer sin estudios, nacida Brihuega (Guadalajara) que como consecuencia de las torturas que padeció durante los más de seis años que estuvo en prisión, hoy es una anciana de 89 años, con lesiones medulares que le obligan a estar en una silla de ruedas, hospitalizada en una residencia.
Ahora, la productora Lua Multimedia ha trasladado a imágenes esos testimonios en un documental en el que estas diez mujeres, que dejaron en las galerías su juventud, reflejan su lucha contra el olvido por aquellas otras mujeres que nunca volverán a ver porque fueron fusiladas y piden que se escuche su voz para que no vuelva a suceder lo que ellas padecieron.
El documental recrea, en la cárcel de Segovia, imágenes de aquellos años posteriores a la Guerra Civil, cuando muchas mujeres eran llevadas por la Policía Político-Social de Franco a la Dirección General de Seguridad. En los sótanos eran sometidas a brutales interrogatorios que les han dejado secuelas para toda la vida. Durante su estancia en prisión eran continuas las visitas a estos calabozos.
"Cuando se oía decir: te llevamos a diligencias, suponía comenzar la tortura de nuevo", asegura en el documental Maria Salvo, una catalana, nacida en Sabadell, militante en las Juventudes Socialista Unificadas, que pasó 16 años en prisión, donde fue torturada y, como consecuencia de las palizas, no ha podido tener hijos.
Otra de las participantes es Carmen Rodríguez, viuda del histórico dirigente comunista Simón Sánchez Montero, detenida en múltiples ocasiones, siempre absuelta, y con una larga experiencia de vida en la clandestinidad y de visitas a diferentes penales en los que cumplió condena su marido. "Recuerdo que, en Alcalá de Henares, a Simón lo pusieron en una celda solo y le pagaron. Tanto lo pegaron que, cuando salió destinado de Madrid a Burgos, llevaba las gafas atadas".
Julia Manzanal pasó cinco años en prisión, donde murió su hija de pocos meses. Ahora, a los 91 años, recuerda con profunda emoción la despedida, en la cárcel de Ventas, de 13 mujeres menores de edad, que fueron fusiladas la madrugada del 5 de agosto del 39, en las tapias del cementerio del Este de Madrid. "Me tocó vivirlo; yo besé a las niñas, las niñas me besaron a mi, besaron a la niña y yo no pude dormir en toda la noche porque quería oír los tiros".
"Yo hubiera preferido que me siguieran dando palos antes que ver a una compañera salir para no volver. Eso lo digo con el corazón y no encuentro palabras para describir eso porque eso es muy duro", añade Concha Carretero, una de las condenadas a muerte que escapó del fusilamiento de las 13 rosas, como se denominó ese expediente de la cárcel de Ventas, una prisión con capacidad para 500 mujeres y que en esos años llegó a tener 12.000 reclusas.
"Del olvido a la memoria" describe la miseria y las injusticias que sufrieron muchas mujeres, en especial, las presas que parían entre rejas. "Las madres, oían llorar a sus niños y los veían pero no podían ir y, si los niños estaban enfermos, tampoco. Y la que paría, iba 5 minutos a darle el pecho, no más", relata Trinidad Gallego, una comadrona que, durante los casi 8 años que pasó en prisión, asistió a múltiples partos en diferentes cárceles.
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La lucha por un mundo mejor de estas 10 mujeres traspasó los barrotes de la cárcel y, gracias a la labor de Tomasa Cuevas ahora podemos conocer, a través de las imágenes que recoge el documental de laSexta "Del olvido a la memoria. Presas de Franco", el calvario que sufrieron para que no se repita nunca más.