Carlos Sobera, apuesta por los concursos. El presentador de Antena 3 que conduce de lunes a viernes 'Atrapa un millón' y 'Avanti' los viernes por la noche, dice sentirse muy cómodo en este formato ya que lo considera "televisión en estado puro" y le permite improvisar y ser espontáneo.
El presentador tiene una larga carrera al frente de concursos como '¿Quién quiere ser millonario?', 'Date el bote' o 'La lista', también ha participado en series como 'Ana y los siete' o 'Mis adorables vecinos' y actualmente compagina su labor televisiva con su papel teatral en "La guerra de los Rose".Carlos Sobera habla en esta entrevista de su experiencia al frente de los dos concursos que conduce, de su peculiar estilo de comunicar que tanto gusta a los espectadores y de su afición por este tipo de formatos en los que el presentador se siente más a gusto.
¿Vas a ser tú mismo en el concurso o como vas a cantar y bailar para sacar a relucir más tu lado más interpretativo?
Soy yo mismo, lo que pasa es que varía la técnica y el tono. En este concurso igual somos más canallas que en 'Atrapa un millón', que somos más familiares, pero aquí más gamberros. Al final yo, aunque esté más guapo y más joven, soy el mismo (risas).
Carlos Sobera presenta 'Avanti'
En su momento fue una elección que hice voluntaria. Hace años tuve la oportunidad de hacer otro tipo de cosas distintas, pero opté por el formato del concurso porque para el tipo de comunicador que yo soy me viene como anillo al dedo ya que yo soy un tipo muy cercano y campechano que tiende a improvisar. Me gusta no tener un guión pre-escrito, me suelen incomodar. Sin embargo, para mí los concursos son una página en blanco, hay una mecánica, pero luego uno como presentador es libre para hacer y deshacer, y los concursantes como son distintos dan muchas alternativas. El concurso para mí es televisión en estado puro: espontaneidad e improvisación.
Eso no lo tiene un informativo, un magacine o un reality. Esto es tirarte sin red para ver qué pasa y eso me parece muy atractivo como comunicador. En su momento elegí los concursos y ahora quienes se empeñan en que los haga son los demás, pero no me importa, lo paso bien. De hecho, cuando me han ofrecido otras cosas no he querido.
Pero eres actor y ese ámbito te llamará la atención.
Sí, pero por suerte estoy haciendo teatro, sigo con "La guerra de los Rose" dando rienda suelta a mi vocación.
'Atrapa un millón' en prime time fue una apuesta arriesgada. ¿Imaginaste que triunfaría?
No, cuando Antena 3 me dijeron que iría en el prime time de los viernes pensé que era una locura, sobre todo porque entonces estaba muy fuerte 'Sálvame', aunque ahora no lo está tanto. Me pareció arriesgado por su intención de explorar nuevos caminos y de volver a un tipo de televisión que parece que nadie quiere hacer, pero debo reconocer que cuando vi el formato me gustó. Sin embargo, los compañeros dudaban que hiciésemos dos dígitos. Se ha despertado la fiebre de concursos.
Prueba de ello es que has recibido numerosos premios...Ha sido una barbaridad, nos ha caído todo: el Ondas, el TP...
¿Qué haces para combinar ahora mismo dos concursos y una obra de teatro?
Relativamente es fácil, lo más complicado es el teatro. Grabo lunes y martes 'Atrapa un millón' y 'Avanti: que pase el siguiente' los miércoles, y los fines de semana estoy en teatro. Cuando dejé la obra, tendré una vida más cómoda (risas).
¿Y sigues viajando a Bilbao o estás ya totalmente establecido en Madrid?
Yo soy como el baúl de la Piquer, estoy todo el día viajando. La familia a veces me sigue, pero a veces no puede. Mi hija está por aquí, mi mujer por allá, mi suegra por el otro lado y mi madre en Bilbao. Es un follón.
¿Tu hija te ve en la tele?
Sí (risas) ya ha cumplido cuatro años y me imita, le encanta decir: "¡Recogemos el dinero!".
¿Te ves como concursante?
No. Tengo un tremendo respeto por los concursantes y admiro esa capacidad para ponerse en el ojo del huracán y responder preguntas comprometidas, porque al final te retratas en ellas. Yo me pondría muy nervioso.
¿Qué formatos rechazaste cuando te decantaste por los concursos?
Magacines, realities... es que nunca me he visto cómodo en formatos que están muy sometidos a guión, jamás, no es mi estilo de presentador. Hay gente que sin prompter sufre, pero yo al contrario. El concurso me parece televisión en estado puro.
¿Cuál es tu secreto para empatizar tanto en los concursos?
No tengo secretos porque si no, funcionaría todo lo que hago y no es el caso. Yo creo que cuando presentas un concurso tienes que ser un buen comunicador en el sentido integral de la palabra, una persona con capacidad de empatía con los demás, tienes que saber dibujar desde el punto de vista psicológico a la gente que te viene al plató en poco tiempo para saber qué puedes sacar de él; tienes que tener don de palabra y cierto background cultural.
A veces tienes ironía como presentador...
Eso es que viene de serie conmigo. Pero soy familiar y entrañable. A mí me llega tanto lo bueno como lo malo de los concursantes. Y si me llega lo malo, soy como los espectadores en casa, les cojo manía. Y si me llega más su lado bueno, me enrollo mejor. Pero siempre utilizo la ironía y el sentido del humor para relajar, para sacar punta a las cosas sin ofender y para tomar el pelo a alguno que se lo gana a pulso. Pero también me expongo a que me hagan a mí lo mismo y hay concursantes que cuando me driblan me quito el sombrero.
¿Con qué concurso te has sentido más cómodo a lo largo de tu carrera?
Yo con 'Atrapa un millón' estoy muy cómodo. El problema es que estoy todo el rato de pie y como grabo cinco al día me paso muchas horas de pie y estoy empezando a tener varices.
Tengo muy buenos recuerdos de '¿Quién quiere ser millonario?'. Donde daba más rienda suelta a mi vena más gamberra y juvenil era en 'Date el bote'. Ahí podía hacer cosas más irreverentes o decir tonterías.
¿Te gustaría volver a hacer una serie?
¡Es que voy a hacerla ya, porque me sobra un día a la semana y lo tengo que ocupar! Sí, me gustaría mucho. Pero va a ser complicado.
Como presentador, ¿cuál es la pregunta más rara o tonta que te ha tocado hacer?
Recuerdo cuando pregunté qué era el punto G a una señora (que luego descubrí que era una broma), y ella simuló no saberlo y pidió el comodín del público y la llamada. Y una pregunta muy graciosa que recuerdo era qué problema había tenido Rocco Sifredi en uno de sus rodajes, por el cual había tenido que parar de rodar: si le había picado una avispa en el pene, problema con actrices estrechas, maridos celosos... yo cuando lo leía no daba crédito y me entró la risa. Y la respuesta era que le había picado una avispa.